16 julio 2012

Consejos prácticos contra los parasitos.

Una amiga libanesa que vive en España se sorprende de que los españoles sigan tragando las humillaciones y el expolio al que nos someten los políticos, los banqueros y las corporaciones, en lo que cada vez parece más un plan organizado por la Gran Gentuza contra los derechos y la justicia social.
Por ejemplo, reducir la recogida de basura "para ahorrar" y al mismo tiempo aumentar las tasas de recogida de basura ni tiene ninguna justificación decente ni es aceptable. Bajar los salarios y subir los impuestos a la vez no puede ser sólo ineptitud y mediocridad de unos golfos apandadores y sinvergüenzas llamados políticos; tiene que haber algo más, y ese algo huele a mierda como ellos.
Pero cambiar el sistema es muy difícil porque los parásitos del sistema están protegidos.
Imaginar una revolución espontánea del "pueblo español" tampoco es fácil porque entre ese pueblo español están los cobardes, los egoístas...y los cientos de miles de parásitos españoles, quizás millones, que forman parte de esa estructura abusiva e inmoral: en España hay más políticos que ratas y más especuladores que escuelas...no podemos pensar que van a permitir una revolución que los transportaría a su condición primigenia de ratas. Y más cuando el olor hediondo indica que esas ratas trabajan para otros perros, que son simples marionetas.
El 15-M es, digan lo que digan las ratas, lo más democrático que ha pasado en esta España corrupta hasta los tuétanos en las últimas décadas; ahora es un movimiento más necesario que nunca, ojalá vuelva, se desarrolle, crezca, triunfe y obligue a las ratas a comportarse como personas.
Pero mientras tanto, o por si acaso, ¿qué podemos hacer como ciudadanos de a pie para luchar contra las ratas?
Tenemos sólo gotas de raticida pero algo es algo, vamos a usarlas:

1. Hasta que los censuren -ahora sólo los controlan-, tienes las redes sociales para protestar y expresarte.

2. En la situación en la que está España es intolerable que algunos sigan viviendo como viven: con sueldos de 20 mil euros, con chófer, con privilegios que ni merecen ni agradecen...quizás conoces a algunos; el primer paso es dejar de adorarlos y de comerles el rabo, boicotearlos y mirarlos como lo que son: vividores a costa de los demás. En Beirut veo a muchos de este clan, españoles, europeos, con trabajos cuasi-inútiles y sueldos astronómicos provenientes del dinero público. Cuando uno de ellos organiza una recepción en su casa, que es un palacio, y nos frota por los morros sus trajes, sus cochazos, sus escandalosos privilegios, sus matones innecesarios y su vida de príncipe de cuento, pues hay 2 opciones: aislarlo, boicotearlo y considerarlo un anacronismo costoso en crisis y en democracia; o, abalanzarse corriendo a dorarle la píldora y succionarse la polla con sonrisa de súbdito, y a ver si nos hacemos una foto con semejante sujeto.
Esto último es lo que hace la mayoría de los españoles aquí y está a muchos kilómetros del inicio de una revolución, sólo justifica la injusticia y el parasitismo y hace que el privilegiado se hinche de orgullo además.
Cada uno que haga lo que quiera o lo que pueda...puedes seguir viéndolos como seres refinados, considerarlos campechanos si un día 3 horas te abren la puerta del palacio que tú le estás pagando...o puedes verlos como los que por un trabajo fácil cobran su sueldo y el de 10 españoles sin trabajo.

3. Los banqueros son usureros y deberían estar en la cárcel si no fuera porque las leyes de los políticos permiten la usura. Nos tratan mal y no merecen ningún respeto. La única baza que tenemos ante estos carroñeros es el hecho de que no quieren perder nuestra cuenta, aunque sea pequeña. Exígeles entonces que te roben menos y que te traten con el respeto que se debe a un cliente. Y si no, pasa de ellos, que les den.

4.Lo mismo puedes hacer con los comerciantes: no les debemos nada a Telefónica, Eroski, Zara, etc; ellos sí nos deben, todo; así que si no se lo curran, adiós.

En resumen exige tus derechos aunque cada día sean menos.

12 julio 2012

Si no acabamos con la plaga, ella acabará con nosotros.

Un titular me llama la atención: "El parásito que puede provocar suicidios".
Empiezo a leer el artículo y, no, sorprendentemente no se trata de Rajoy sino de la toxoplasmosis, una infección provocada por el parásito Toxoplasma Gondii, que se contrae a través de los gatos o comiendo carne poco cocinada o verduras mal lavadas, y que al parecer aumenta el riesgo en las personas infectadas de autolesionarse o suicidarse.
La otra infección, la política, aumenta el riesgo de impotencia, eleva los niveles de agresividad y afecta al nivel de vida de los ciudadanos infectados; resulta dificilísimo eliminar al parásito, que además se reproduce con una sorprendente rapidez. De hecho la única vacuna conocida, el voto, desgraciadamente sólo puede aplicarse una vez cada 4 años y sus resultados no son completos: el virus del PP no muere, sólo queda latente esperando la ocasión de volver a hacernos daño, y lo más terrible es que la vacuna, muy imperfecta, permite al parásito PSOE entrar en nuestro organismo y controlarlo con efectos tan perversos y perjudiciales como los del primero; de hecho, ambos parásitos pertenecen al mismo subgénero de protoseres dañinos: los llamados "filli putae", en su nombre científico.

Veamos cómo actúa este repugnante organismo y cómo se reproduce la plaga en un sistema de redes que popularmente viene a ser llamado "Puto enchufe asqueroso para colocar a niños de papá o de mamá":
"Álvaro Ramírez de Haro y Aguirre, hijo de la Presidenta de la Comunidad de Madrid ha sido nombrado asesor del gabinete del secretario de estado de comercio, Jaime García-Legaz, en enero. El menor de los hijos de Esperanza Aguirre, de 32 años, ha sido contratado como cargo de confianza y libre designación.
Según han asegurado a la SER funcionarios del Ministerio de Economía, el puesto para el que ha sido contratado el hijo de Esperanza Aguirre suele estar destinado a economistas.

Álvaro Ramírez de Haro y Aguirre, conde de Villariezo desde 2006 por cesión de su abuelo, don Ignacio Ramírez de Haro y Pérez de Guzmán, es licenciado en derecho y hasta su contratación en Economía, ha trabajado en el bufete de abogados Pérez Llorca de Madrid. El fundador de este despacho es José Pérez Llorca, uno de los ponentes de la Constitución y diputado de la extinta UCD.
Su hija, Carmen Pérez Llorca, ha ocupado varios cargos en los distintos gobiernos de Esperanza Aguirre en Madrid. Fue directora general de Empleo, directora general de Educación Infantil y Primaria y, en la actualidad, es viceconsejera de Organización Educativa.
Álvaro Ramírez de Haro no es el único familiar de un alto cargo del PP colocado por el Gobierno. María Zaplana Barceló, hija del exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, trabaja como asesora en el gabinete de la secretaría de Estado de Turismo".
(La Organización Mundial de la Salud, en un informe recientemente aparecido, ha informado de la gravedad de la plaga en nuestro país).

07 julio 2012

Serie: La estúpida mitificación del poderoso. 2. Genuflexiones.

Siguiendo con el "Jubileo" de la reina Elisabeth de Inglaterra -60 años viviendo "como una reina" a costa de sus felices súbditos-, leo una noticia que me hiela mi roja sangre: la propia reina ha recordado la Orden de Precedencia, que indica, por ejemplo, que hasta que Kate Middleton -esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra- sea reina, "deberá arrodillarse y hacer reverencia ante aquellos que sí son de sangre real, en público y en privado, y siempre y cuando no esté en compañía de su marido". Y esto, claro está, porque dar un braguetazo no exime a nadie de su plebeya condición.
Quizá esta ociosa familia -que el articulista califica de refinada- siga creyendo que su sangre es especial; pero a esa sangre le va a venir muy bien unirse a la sangre normal, porque la mezcla mejora al ser humano y elimina las razas puras, los pueblos elegidos, las sangres azules y la endogamia, reduce la imbecilidad y hace más guapas a las personas, incluso a los nobles de herencia, que no de corazón.

Personalmente me la trae floja si Kate se arrodilla ante la reina, o si se postra ante ella, hace volatines o el pino-puente, y le baila una alegre, rítmica e irresistible sardana.
Pero ya es triste que a estas alturas del siglo XXI algunas personas sigan considerando que su sangre es diferente.
Y  más triste aún es que otros lo acepten y les parezca normal y se arrodillen. Todos somos iguales, todos tenemos la máxima categoría -de persona-.
Y si esto no es cierto, entonces el inferior es el rey, porque ser hijo de alguien ni se elige ni constituye ningún mérito. Así que, si no hacen algo más importante en sus vidas que "ser reyes", no parece que haya que rendirles mucha pleitesía, más bien guardar la admiración para la gente que sí la merece y dejar de aplaudir a parásitos. Los reyes no existen, ni los ustedes ni los señores ni los superiores; el que quiera considerarse grande, al menos que pague los gastos con su dinero.
Grandes de pacotilla, como decía mi padre: ¡Anda, iros a trabajar!

02 julio 2012

Serie: La estúpida mitificación del poderoso. 1. La torre ésa.

La reina de Inglaterra lleva 60 años siendo reina.
Y, aunque parezca increíble, eso es un motivo de celebración.
Como homenaje a sus méritos de reina, "la emblemática torre del Parlamento británico, mundialmente conocida como Big Ben, pasará a llamarse oficialmente Elisabeth Tower".
La petición no vino de la reina, que ella no entra en nimiedades, sino que fue "firmada por docenas de diputados", de ésos que la gente vota para que se dediquen a cambiarle el nombre a una torre.
Todo esto es muy típico: los poderosos se homenajean mutuamente y sin descanso; y además se permiten imponernos neo-nombres por razones políticas, de felación, o de entretenimiento.
Ante eso el pueblo tiene 2 opciones: obedecer como un buen súbdito; o no hacerlo y mandar a toda esa canalla y a sus nombres a tomar pol culo (por cierto, ¿cuándo nuestra decrépita academia de la lengua va a dar entrada oficial a "pol", contracción popular de "por+el"?).
En el País Vasco somos expertos en neo-nombres, y en no aceptarlos en nuestra esfera de libertad personal.
Así que en el caso de la torre londinense, la humanidad se dividirá en 3 grupos: los que sigan diciendo "Big Ben"; los que pasen a llamarla "Elisabeth Tower"; y los que simplemente no la llamemos de ningún modo.