19 marzo 2015

De la serie "Máquina de Churros: a cualquier cosa le llaman cine", he aquí el 3º episodio: "¡Aterriza como puedas!"...ah, no..."¡Manipula que algo queda!".

Precuela:
El cine estadounidense no sólo es malo, es también peligroso -y no exclusivamente para la inteligencia y la sensibilidad-: se trata de la mayor máquina mundial (junto a la televisión y los periódicos) de crear opinión, falsa opinión, y de difundir su visión del mundo y sus supuestos valores, hasta hacerlos aceptables e incluso naturales para la humanidad.
Es normal que los vencedores cuenten la historia desde su punto de vista y su interés -sobre todo si los vencedores carecen de ética o si la confunden con el patriotismo barato-. Por eso los "westerns", además de películas de acción, son un catálogo de héroes y pioneros maravillosos que lograron construir "ese gran país", defendiéndose para ello de los salvajes y agresivos indios.
En su Guerra Civil ganaron los buenos, en Vietnam ellos eran los buenos, en Corea eran los buenos, en Irak eran los buenos; sus guerras son justas y, gracias a una diarrea de héroes, siempre acaban bien, no sólo para ellos sino para toda la humanidad.
El cine de Hollywood es hijo legítimo del país que lo parió y de ahí que el niño sea tan maniqueo y manipulador como su papá.
Para que haya un salvador del mundo tiene que haber un antihéroe, malo a rabiar, enemigo público nº 1, alguien tan abyecto que aplaudamos cuando muere. En un cine tan simplón y repetitivo el bueno siempre es el mismo; pero el malo va cambiando, ya sea para confirmar una supuesta historia gloriosa, ya sea para acompañar su política. Así que los malos eran los indios, los mejicanos, la mafia italoamericana, los nazis, los vietnamitas, los coreanos, los soviéticos, los narcotraficantes colombianos, los extraterrestres y, actualmente, los árabes (a poder ser con bigote, terrible acento y un uniforme hortera entre Saddam Hussein y Pancho Villa).
Una vez cada 20 años hacen una película que -sin autocriticarse, cosa que evidentemente está prohibida en ese país- al menos presenta los hechos de una manera un poco más objetiva y neutral, película que automáticamente pasa a ser calificada por ellos mismos como "pacifista" (porque el héroe tiene una duda), "sorprendente" (porque Tom Cruise lleva bigote), "revolucionaria" (porque el protagonista es gay), "escandalosa" (porque se ve una teta de perfil en lugar de los habituales 500 muertos), "feminista" (porque la Bella Durmiente no se despierta con el beso del Príncipe heteropatriarcal), o "polémica" (porque el actor se está sometiendo a una cura de desintoxicación, acompañada de trabajos sociales desde que la policía lo pilló conduciendo ebrio...piripi).
El mismo perro con distintos collares, el mismo héroe, el mismo rollo cansino.
Tan cansino que ahora debo reponerme..pero pronto volveremos con más diversión.
That's all, folks!

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