La tórtola que anidaba en el balcón, detrás del aparato roto del aire acondicionado, ya no está.
Un día se fue. Pensé que buscaba comida para las crías. Y luego vi que los 2 polluelos no se movían.
Y los únicos animales que quedaron en la casa fuimos yo y una plaga de minúsculos insectos en la mesa, que subían por mi boli, por mi mano, por mi brazo, y me daban cosquillas o picores, no lo sé.
Y cuando tiré el nido abandonado con el palo de una escoba vi que de las 2 crías muertas salían miles de esos minúsculos insectos.
Y comprendí que entraban en la casa por el aparato del aire acondicionado y caían a la mesa y subían por mi brazo.
La tórtola se fue, sus crías están en algún vertedero y los insectos siguen en parte subiendo por mi brazo.
Por el momento.
Recibo visitas pero ya no comparto piso, mejor solo que mal acompañado.
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