¡Que nos entraba un complejo cuando oíamos a los franceses o los estadounidenses cantando el suyo a grito pelao y con la mano en el pecho!
Ahí va el "peazo poema":
"¡Viva España!
Cantemos todos juntos
con distinta voz
y un solo corazón.
Ama a la Patria
pues sabe abrazar,
bajo su cielo azul,
pueblos en libertad.
¡Viva España!
desde los verdes valles
al inmenso mar,
un himno de hermandad.
Gloria a los hijos
que a la Historia dan
justicia y grandeza
democracia y paz".
¿Qué? Se les ha puesto la carne de gallina y los vellos como escarpias, ¿verdad?
Pues no, señores, este bodrio no lo ha hecho un niño de 12 años como deberes de clase.
Ha sido elegido por un jurado, a petición del Comité Olímpico Español y la Sociedad General de Autores y Editores, entre más de ¡2.000 canciones recibidas!
Una de dos: o las dos mil eran incluso peores que la ganadora, lo que es difícil hasta de imaginar; o el ganador era primo de un ministro o amante del presidente del jurado (que, aunque no se lo crean, es catedrático de Musicología de la Universidad Complutense de Madrid).
"Cielo azul, verdes valles, inmenso mar...", qué bellos y originales epítetos.
Y esas sublimes alusiones a nuestra múltiple y variada idiosincrasia, "distinta voz y un solo corazón", "abrazar [...]pueblos en libertad...".
Ahora hablando en serio, voy a hacer 3 propuestas:
-si se ha puesto letra al himno, por qué no se aprovecha y se cambia la música, que es una pachangada de escasísimo valor musical.
-que se propinen al autor y a los miembros del jurado 30 latigazos en sus nalgas desnudas, en la vía pública, para escarnio y befa, y solaz de los sufridos oyentes-ciudadanos.
Si el literato no se arrepiente y promete no volver a escribir, apliquénsele otros 30 zurriagazos.
-que se queme la canción en una hoguera y se vuelva a la letra tradicional del himno nacional, la que se ha cantado en España desde tiempos ancestrales y remotos, aquella que decía:
"Chuunda chuunda
tachunda chunda chunda
chun dachunda chún
ta chunda chundachuuún...".