21 junio 2010

El tonto de la tiza.

Tenemos una parte embrutecida, heredada del hombre de Cromañón, por lo menos, y que nos sale a la luz en cuanto nos descuidamos. Bueno, en algunas personas no puede salir a la luz porque siempre está a la luz.
Es ese lado oscuro que nos hace reírnos cuando alguien se cae o disfrutar al tirar huevos contra una pared. ¡Oh, si pudiéramos romper a pedradas todos los cristales de los bancos, qué placer sería! Amén de una buena acción social.
Es el orgasmo por la destrucción. O por el ruido. Es un tonto al que le dan una tiza y es feliz. Es Manolo el del bombo con su bombo.

Hay casos de tontura colectiva, como el de las trompetas de los sudafricanos. Ahí están, 60.000 personas soplando del aparato que, además de pesado, sin gracia ni creatividad, parece ser que imita el sonido de un elefante. Dicen que se trata de una tradición sudafricana, ni más ni menos; nosotros también teníamos en algunos pueblos una tradición que consistía en tirar una cabra desde lo alto del campanario, qué cosa, y ver cómo se destripaba el animal; tradición que creo que afortunadamente ha desaparecido, como desapareció la tradición sudafricana del apartheid.
Un pueblo tan rítmico y festivo seguramente tiene algo mejor que ofrecer al mundo que ese zumbido pelma.

Otro caso de locura colectiva ruidosa es el del libanés con su claxon. Algunos estudios científicos de la prestigiosa Universidad de Wisconsin sugieren que el coche es la segunda polla de muchos hombres; si ello fuera cierto, habría que considerar ese vicio de tocar el pito como un caso de onanismo exacerbado.
Pero las apariencias engañan: no es que al libanés le encanten los atascos que provoca continuamente con su conducción de carnet de tómbola, o que no pueda vivir sin el ruido. No, lo que ocurre es que el claxon en este país es un maravilloso invento multiusos que deja en pañales a la navaja suiza, al móvil de última generación y a la olla expresss.
Ese ingenioso invento libanés podría ser comercializado, me extraña que esos “managers”, esos “business men”, esos reyes del “import-export”, esos vendedores de aire, traficantes de humo, aún no se hayan dado cuenta.
He estudiado el caso en profundidad en mi tiempo libre y sin ningún patrocinio institucional, y he llegado a la conclusión de que cuando el libanés pita, o sea, todo el tiempo, sin pausa y a cualquier hora, ese pitido tiene al menos 21 funciones distintas, dependiendo del tono, la intensidad y la duración:
1.Significa “¡quita, que voy yo!”.
2.Asimismo, “quita, que voy yo, marcha atrás, en dirección prohibida y a toda velocidad”, como el puño de Mazinger Z.
3.Tiene un efecto terapeútico de relajación en un atasco a 34º húmedos a las 3 de la tarde.
4.A algunos tontos del culo sin inquietudes intelectuales les entretiene enormemente.
5.Constituye una manera excelente de ocupar la mano libre que le queda al libanés cuando ha terminado de hablar con el móvil o de comer el bocadillo.
6.Con él se saluda a los conocidos, que esto es un pueblo.
7.Se traduce también como “María, baja a la calle, que ya he llegao”.
8.Difumina las fronteras del día y la noche al demostrar que a las 3 de la madrugada se puede tocar igual que a las 10 de la mañana.
9.Indica al peatón insconciente que corra si quiere salvar la vida.
10.Indica al peatón ocioso que se quite de la acera puesto que ése es el lugar exacto que él ha elegido para aparcar el todoterreno, ante la mirada distraída, por cierto, de un policía sentado en su moto, también en la acera y comiéndose un piscolabis para matar el rato.
11.Insulta al conductor que ha cometido el absurdo de pararse en un semáforo en rojo.
12.Sirve de grito indignado a ese mismo conductor para hacerle saber que hace una micra de segundo que el semáforo se ha puesto en verde, joder.
13.Hace ver a los demás que se tiene una prisa terrible, aunque no se vaya a ningún lado.
14.Para el taxista es una forma de buscar gente, incluso si el presunto cliente anda en dirección contraria a la del taxi.
15.El hortera se asegura así de que todos se den cuenta de que él tiene un Hammer de 50 x 6 metros, que no cabe por las calles, pero que él se cree que da prestigio, el imbécil, cuando lo que da es grima.
16. Sustituye a los intermitentes para decir que se va a girar. En realidad, sustituye a todas las luces del coche, excepto a las del propio conductor, que carece de ellas.
17.Demuestra el júbilo incontenible porque Brasil acaba de ganar un partido en el mundial.
18.Hace saber, pipipí, que el que va dentro del coche es seguidor acérrimo del General Aoun, o, por el contrario, de las Fuerzas Libanesas, pi pi pipipí pipipipi pipí.
19.Complementa la mierda que sale por el tubo de escape con la contaminación acústica, en una perfecta fusión.
20.Tranquiliza sobremanera al conductor, que comprueba así que le funciona el aparato.
y 21.Unido al de otros miles de pitos, crea una sinfonía espiritual que se eleva y sobrevuela las calles de la ciudad en homenaje emocionado al…SILENCIO.

16 junio 2010

Sobre la civilización.

En la selva brasileña quedan tribus que se empeñan en vivir en armonía con la naturaleza, que matan animales sólo para comer, viven desnudos y no envidian a las sociedades “occidentales”, más desarrolladas y, a la vez, más degeneradas.
Saben hablar portugués, algunos han ido a la ciudad, los jóvenes conocen a Michael Jackson, aunque no a Zidane.
Simplemente quieren vivir así, desnudos y tocando la tierra, aunque quizá en el fondo saben que están condenados a “civilizarse” o a extinguirse.
Un periodista les pone imágenes del mundo en un ordenador para que las comenten. Y al oírlos, dan envidia.
Cuando oyen a María Callas hasta los niños abren los ojos asombrados, “no es parte de nuestra cultura; sólo podemos escucharla sin comprender, pero sentimos que en ese canto hay algo de sagrado”.
Ante las imágenes de la invasión de Irak, los bombardeos, los muertos: “¿Por qué? No es comprensible…excepto si eso forma parte de vuestra cultura”.
Una mujer en burqa en Afganistán: lo encuentran ridículo, antinatural, se ríen como niños y preguntan si su marido es muy celoso y si la mujer no tiene mucho calor.
-“¿Sabéis que unos hombres han ido a la luna?”
-“¿Y para qué querían ir hasta allí?”
Conocen a Michael Jackson pero no saben aún que los que arrasan sus tierras están destruyendo también el planeta; y que ésos mismos hombres un día mirarán desde la luna los restos de la Tierra.

11 junio 2010

El españolismo barato: 2. El truco del almendruco o cómo enchufar a quien nos apetezca y que además parezca legal.

El enchufe es humano: ¿Quién no ayudaría a su hermano, a su amigo, o simplemente a quien dominarás o te deberá un favor o podrá ayudarte, antes que a un desconocido?
Pero hay 2 clases de ayuda: si yo tengo un coche se lo regalo a quien quiero; pero si el coche es alquilado o prestado o pertenece al Estado y yo lo uso porque soy un privilegiado con derecho a utilizar los bienes comunes…pues entonces no, ¿verdad? No puedo dar ese coche a quien yo quiera.

En sociedades poco desarrolladas democráticamente, o donde los sistemas de clanes persisten, parece normal que las cosas funcionen así; por ejemplo, un libanés dice tranquilamente que ha obtenido un empleo por “wasta”, por enchufe, porque se considera aceptable y no vergonzoso. A nadie le sorprende incluso que en un ministerio o en una institución pública la mayoría de los empleados sean de la misma confesión religiosa y del mismo clan que el dirigente. Para eso está el clan precisamente y así son las cosas.

Se supone que en España tenemos un sistema democrático maduro y ejemplar. Y que por tanto hemos pasado esa época. Pero el enchufismo está tan arraigado en nuestra mentalidad que poco ha cambiado en realidad, los escándalos políticos se suceden casi diariamente en casi todos los ámbitos e instituciones; y sabemos que es sólo la punta del iceberg.
Incluso mantenemos los clanes político-laborales: como el sistema de “voto cautivo a cambio de trabajo o prestaciones sociales” que se montó el Psoe en Andalucía y Extremadura (si me votas te doy trabajo, si no me votas lo pierdes), o el más ideológico-laboral del PNV en el País Vasco (si eres de los míos o tragas, tendrás trabajo).
Ya no aparecemos en las listas de países más corruptos porque hay otros que nos dan mil vueltas y porque ahora somos un poco más sutiles.
Pero en lo esencial, tenemos unos gestores públicos que continúan “regalando los coches que no son suyos”, la mayoría de los altos cargos siguen siendo designados a dedo y la corrupción debe de ser enorme si tenemos en cuenta la multitud de políticos a los que han pillado en los últimos años en el PP y en el Psoe.
Un país democrático en la mentalidad y no sólo en la estructura, se dota de los medios de control para evitar ese enchufismo tan humano y se asegura de que se cumplan las normas para que un puesto lo obtenga la persona que cumple mejor unos criterios justos.
Un país de mentalidad corrupta y amiguista, como el nuestro, lleno de pillines, ay, pillines, lo que hace es poner normas, sí, pero normas que permitan seguir enchufando a los colegas dando a la vez una apariencia de legalidad a esa basura.
Un ejemplo: yo soy un gestor público encargado de organizar la provisión de unos puestos de trabajo. Al mismo tiempo lo que quiero es dar esos puestos a gente concreta en la que yo o mi institución estemos interesados por diversos motivos. Entonces lo que hago, porque no quiero problemas ni que me pillen, es convocar esas plazas con unos criterios, legales puesto que no son ilegales, pero tan absurdos e injustos que permitan que los cumplan los ya “designados” para los puestos. No sé si es claro: imaginemos que para ser profesor de literatura en el País Vasco establezco un baremo en el cual sea obligatorio y puntúe mucho más el título de lengua vasca que la formación y la experiencia en la propia literatura española. Me aseguro así que no entre en el “club” nadie que no sea afecto al régimen o al menos lo parezca. Incluso si la literatura se resiente.
Otro ejemplo, también real, entre tantos que mantienen el sistema mientras lo corrompen:
Convocatoria del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación a través de su Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) para cubrir “38 Plazas de Oficiales Profesionales Jóvenes en el sistema de las Naciones Unidas en países en desarrollo”, es decir, trabajos excelentemente pagados que te permiten entrar en el maravilloso mundo de la ONU donde el dinero fluye a espuertas, y donde puedes viajar a países exóticos y sentirte como la Madre Teresa de Calcuta pero con condiciones de diplomático.
Demasiado jugoso como para que no haya mucha gente “con contactos” interesada.
Vamos a ver qué piden:
-Título universitario (Económicas, Ingeniería, Derecho, Políticas,…)
-Dominio del inglés y buenos conocimientos de otra lengua de la ONU.
-Experiencia de 1 año mínimo en cooperación al desarrollo, sobre todo experiencia sobre el terreno en países del tercer mundo.
-Buenos conocimientos de informática.
Hasta aquí todo lógico y en principio justo y en relación con el trabajo que se va a desempeñar.
A partir de aquí empieza el cuento y el chanchullo:
-1. Tener máximo 32 años (supone una discriminación ese límite de edad, como si el puesto fuera para jugar al fútbol).
-2. Cualidades esenciales: motivación (¿acaso alguno de los que lo piden no tiene motivación?), predisposición para el trabajo en equipo, capacidad de adaptación, dotes organizativas, aptitudes de comunicación…(es una incongruencia mezclar requisitos objetivos como un título universitario con otros tan etéreos como éstos, que sólo son valorables subjetivamente).
-3. Máster: es la moda; un timo similar sólo puede provenir de un sistema educativo tan deficiente como el estadounidense. Parece ser que tener un máster te hace, como por arte de magia, gran conocedor y experto en algo. Pero un máster en realidad es un cursillo muy caro, al que mucha gente no tiene acceso por tanto, y cuya principal utilidad, como estamos viendo es acceder a puestos públicos favoreciendo a las élites y tergiversando el valor real de la formación.
Si alguien conoce a una persona que haya suspendido un máster que me lo diga, por favor.
-4. ¿Cómo se valoran estos requisitos, los objetivos y los abstractos? Ah, no se sabe: en ningún apartado aparece un baremo matemático que mida estos méritos.
En realidad, sí se sabe, como veremos luego.

Bueno, pues ya tenemos seleccionado a un grupo de jóvenes pudientes altamente formados, con máster, con lenguas, con experiencia y motivados.
Pasemos a la 2ª fase:
¿Debería ser esta fase la selección de las 38 personas que más puntuación hayan obtenido en la valoración justa de criterios objetivos?
Ni lo sueñes, que todavía se ha podido colar algún indeseable en la preselección; o quizás sicópatas, perros verdes, o extraterrestres con currículum.
“La AECID controlará la preselección de candidaturas que reunan los requisitos para los puestos”:la falta de artículo en “candidaturas” es muy significativa, puesto que da a entender que no todas las candidaturas que reúnan los requisitos serán preseleccionadas; en otras palabras, la AECID seleccionará a quien le salga de los huevos entre los candidatos presentados. Ni una sola palabra en la convocatoria sobre el sistema de valoración, y mucho menos sobre la posibilidad de reclamación.
Y, por último, “La AECID remitirá las candidaturas pre-seleccionadas a los organismos internacionales, quienes finalmente decidirán las personas seleccionadas, tras una entrevista personal”.
La entrevista personal es el mejor método que han inventado los corruptos para invalidar cualquier clasificación anterior del proceso de selección, para elegir a la persona que se desee, para darle el puesto al previamente designado sin posibilidad de reclamación.
¿Qué se pretende teóricamente medir con esta entrevista? ¿Es que no es suficiente con ser ingeniero, tener un puto máster, dominar el inglés y otra lengua extranjera, tener experiencia en puestos similares y buenos conocimientos de informática, todo ello con menos de 32 años? ¿Y más cuando la AECID ha dicho ya que el candidato está motivado, predispuesto, capacitado para adaptarse y que tiene dotes organizativas y aptitudes de comunicación?

Esta convocatoria ha dejado de tener la más mínima seriedad hace un rato.
Imaginemos que han pasado la primera fase (supuestamente objetiva) 100 personas, la primera con 130 puntos (supongamos también que en esta farsa hay puntos) y la última con 12 puntos.
Y el puesto se lo damos a la de los 12 puntos, oh, por muchos, claros e importantes motivos: porque “ha hecho muy bien la entrevista”, porque “se adecúa mejor al perfil”…
Yo añado otros motivos igualmente importantes:
-porque hemos comprobado que es un chupapollas altamente dócil.
-porque tiene un peazo culo que te cagas.
-porque es el hijo del embajador”x” o del subsecretario “y”.
-porque me ha llamado “z” para decirme que a éste hay que darle un puesto.

Todo legal. Pero quién controla al controlador y cómo ha llegado a ser controlador son preguntas intrascendentes.
Lo importante es que soy un exagerado, que quizá esta mierda de sistema permita esos “deslices”, pero que vosotros no conocéis ningún caso, porque en España no funciona así, ¿verdad?.
¡Vivaspaña!

09 junio 2010

El truco del almendruco: De cómo trabajamos para que otros vivan en palacios.

Ante una crisis económica y una necesidad de recortar gastos públicos, se pueden hacer 2 cosas: lo que ha hecho el mediocre presidente Rodríguez, alias Zapatero; y lo que debería hacer cualquier partido antes de que yo vuelva a votar a alguno de estos clanes de pretenciosos privilegiados, esa lacra a la que llamamos políticos y que en el Congreso se autodenominan “señorías”.
Desde luego Zapatero y sus “economistas” no se han quedado calvos.
Recuerdo lo que hicieron en Líbano hace unos años el primer ministro y su ministro de Economía Fouad Siniora: se inventaron un tipo de IVA del 10% que se aplicaba a casi todos los productos; es decir, subieron todo el 10%, exprimieron a los ciudadanos; los servicios públicos no mejoraron, la crisis no desapareció, los políticos siguieron –y siguen- siendo millonarios y los pobres fueron más pobres.

Existe un mito muy extendido que dice que los altos cargos tienen mucha responsabilidad y por eso cobran tanto.
Es falso. Cuanto más gana alguien menos responsabilidad tiene. Y menos aún en la empresa pública donde el dinero se roba y se despilfarra a espuertas, y donde a lo único que se arriesga un inepto es a que lo sustituya otro inepto puesto a dedo como él. E incluso en ese caso no se juzga la capacidad del inepto, simplemente el nuevo inepto tiene más agarraderas. El inepto que pierde el cargo resulta que tiene un colchón económico y laboral tan mullido que ni se entera de la caída.
Un director cobra más y trabaja menos: el engranaje, la profesionalidad y la responsabilidad están por abajo.
Por ejemplo, en el Instituto Cervantes hemos tenido ya un buen puñado de directores generales: responsabilidad, ninguna, porque son cargos políticos y la única aptitud que requiere la tarea es colocarse cerca de Zapatero o de Aznar para poder preguntar: “¿Qué hay de lo mío?”. Lo hagan bien o mal, cuando cae el gobierno que los colocó pasan a otro cargo y a otro…porque esta gente tan “capaz” nunca se queda en el paro.
En realidad no lo hacen ni bien ni mal en general, simplemente no lo hacen: inauguran nuevos centros, asisten a congresos, congresitos, mesillas redondas, gastan mucho dinero en sí mismos y se van como llegaron, sin haber resuelto los problemas básicos de la Institución: el enchufismo, el abismo en las condiciones laborales de unos y otros, la fosilización, la obsesión por la imagen, el descontento de los trabajadores y la falta de comunicación. Eso sí, alguno destaca, pero para mal, como el chulesco Molina al que premiaron su “gran labor” haciéndole ministro de “Curtura”; o el taciturno Juaristi -al que algunos malvados llaman Judaisti-, que tenía un problemilla con los centros ubicados en el mundo árabe a causa de su sionismo galopante, que lo mismo dedicaba su tiempo a escribir artículos antimusulmanes que olían a rancio, a Bush y al coño incorrupto de Isabel la Católica, y los firmaba con su cargo público, que colocaba a los amiguetes, como todos; que había cambiado en su vida de ideología más veces que un servidor de calzoncillos, que ya es decir, que un servidor es muy limpio.
Responsabilidad ninguna: su labor no es importante, no se han ganado el puesto en un concurso público ni han demostrado ninguna capacitación especial; han trabajado con dinero público en una empresa pública y han pasado sin pena ni gloria. Ni responsabilidad. Cualquier persona con una inteligencia media podría ocupar ese cargo; no podemos decir lo mismo para el de mecánico de automóviles, que requiere unos conocimientos especializados y que tiene mucha mayor responsabilidad ante su jefe y ante la vida de sus clientes. Y sin embargo gana mucho menos que el otro. Ése es el problema y así debería arreglarse esta crisis.
Pero no, lo que hace este gobierno de inútiles privilegiados es bajar los sueldos de los empleados públicos, porque eso de “los derechos adquiridos” ya no existe; congelar las jubilaciones como si fueran un regalo que se hace graciosamente.
Hay 3 tipos de jubilaciones: las de los trabajadores que han estado pagando durante toda su vida laboral; la de sus viudas y personas que no han cotizado nunca pero que, por justicia social, es normal que la sociedad se encargue de posibilitarles unas condiciones dignas en su vejez. Y las pensiones robadas, que son las más altas, precisamente. Ese cuento de pensiones vitalicias para políticos y altos cargos. Ésas hay que eliminarlas porque son un insulto a quien ha cotizado 35 años para cobrar 900 euros.
Sí, es verdad que los políticos se han bajado el sueldo y algunos de su múltiples “complementos”. Pero no han tocado ninguno de sus absurdos privilegios, como, por no citar más que uno entre decenas, los coches de función, es decir, coches pagados por todos para que estos señoritos se vayan al trabajo o de excursión, como si su trabajo fuera más importante que el de los demás, o como si no pudieran ir en metro.
Además no es lo mismo el 5% de 1.200 euros que el 10% de 5.000: el primero va a cobrar ahora 1.140 y el sufrido politiquillo 4.500. Tuve un director que nos contaba que su sueldo base eran 1.000 euros; los otros diez mil eran complementos de desplazamiento, peligrosidad (sic), variación de las divisas, etc.

Tenemos un sindicato en el Instituto Cervantes, CCOO: como hacer, no hace mucho; las irregularidades, los chanchullos, los abusos, se cometen delante de sus narices. Entonces se indignan un poco y lo publican en una revistilla interna que para mi gusto es demasiado rígida para envolver el bocadillo. En el nivel nacional es lo mismo: se les baja el sueldo a los funcionarios –sus protegidos, los únicos por los que se mueven-, se empeora el nivel de vida de jubilados, clase media y clase baja, y todo por decreto; y los sindicatos se están pensando a ver si hacen una huelga general…si eso; se les ve desganados, aburguesados, les cuesta levantar el puño, con lo tranquilos que estaban, con sus liberados, sus congresos, sus ruedas de prensa, sus culos bien asentados, su blablablá del lorito y su corrección política de “compañeras y compañeros”… Y ahora una huelga, joder, eso son palabras mayores.

Pues sí, una huelga general, compañeros, una que haga caer al gobierno, a ver si el próximo empieza a reducir sus privilegios de casta en lugar de los derechos de los trabajadores, ésos que dicen defender los sindicatos.
Pero, ¿qué huelga van a hacer estos compañeretes si también ellos reciben dinero público de los gobiernos? ¿Cómo va a luchar UGT contra su propio partido en el poder, el PSOE?
Los privilegiados no van a eliminar sus privilegios espontáneamente; es humano ser rata: si yo pudiera poner mi sueldo os aseguro que me asignaría uno muy alto; y además, complementos, dietas, viajes, gasolina, coches, billetes de avión, etc. Y viajaría mucho por la patilla y en primera o en avión privado. Y a mi hermano le daría un cargo de lo más vistoso, ya sabéis, de ésos de muuucha “responsabilidad”.
El sistema tampoco va a eliminar los privilegios; sólo el miedo de los dirigentes a perder esos privilegios podrá hacerlo. Pero los privilegiados sindicatos no van a mojarse porque están muy cómodos en ese sistema.
Pero al menos hay que denunciar que si existe esa crisis no es por los sueldos de los funcionarios ni de las clases medias, no es por las pensiones, no es por el gasto social, no es por los servicios públicos.
Es por Estados Unidos, es por los especuladores, por los banqueros, por toda esa gentuza disfrazada de señores repeinados con corbata; y es por el despilfarro del dinero público en prebendas sin ninguna utilidad ni interés público y que además atentan contra la más mínima decencia y la igualdad social y humana.
Unos ejemplos de los millones que se producen en España: El Instituto Cervantes de Chicago americano organiza un congreso/simposio, unas jornadas llamadas “Pensar en español”, en colaboración con el Ministerio de Cultura, etc.
Este seminario trata de lo siguiente, y no es broma: “Responder a los desafíos de la lengua (sic) y buscar estrategias comunes en el campo de la industria, la comunicación y las nuevas tecnologías de la información. Todo ello en el marco de unas jornadas de discusión que integren a la comunidad iberoamericana para plantear los puntos de conflicto y encuentro del idioma y lograr reivindicarlo como forma de conocimiento global”.
¿Un poquito abstracto? Os lo traduzco: el objetivo es reunirse un montonazo de gente con todos los gastos pagados –con dinero público- para hacer unas cuantas mesas redondas y conferencias de escaso interés, darse muchas palmaditas y hacerse algunas fotos, entablar contactos que puedan ser útiles en el futuro, y, de paso, conocer un poquillo el mítico Chicago.
Es decir, algo escandaloso y más en un periodo de crisis, y más cuando a la gente se le bajan los salarios.
Responder a los desafíos de la lengua se puede hacer por correo electrónico, carta, ensayo, articulo periodístico, etc.
Los participantes son 20, ni más ni menos: profesores, periodistas, directores, escritores, lingüistas…sin contar a los representantes, altos cargos y políticos que aparecerán de España, México y EEUU.
¿Os imagináis lo que cuestan estos billetes de avión, ida y vuelta, de Madrid a Chicago?
¿Y los alojamientos en hoteles de lujo y habitación individual? Algunos hasta se llevan a la pareja o acompañantes. ¿Y las cenas, los traslados, el material, las llamadas de teléfono, las dietas, los taxis? Todo a nuestra cuenta, caballeros.
Cuántas pensiones se pagarían con lo que se ahorraría de esa pantomima.
Es sólo un ejemplo, una gota en un océano de vividores a costa del pueblo. Es la razón del déficit y es lo que habría que eliminar radicalmente.

¿Por qué los Embajadores de España y otros personajes de embajadas, además del sueldo astronómico, “dietas y complementos”, pagan menos impuestos que los demás y viven en palacios con servicio, coches, chófer…que no pagan? Que vivan en un piso, en el que quieran, mientras lo paguen. Que sus sueldos se reduzcan hasta alcanzar el valor de su trabajo, que es un trabajo normal con un sueldo y unas condiciones anormales.
¿Por qué hay españoles que cobran 5, 6, 7 mil euros mensuales por hacer informes para la ONU y gozan de estatus diplomático, coche, protección, etc, etc, cuando ése no es un sueldo adaptado ni al nivel de España ni al interés de su trabajo ni al beneficio obtenido de él.
¿Por qué se financian con dinero público negocios privados como las películas de cine?
¿Por qué los políticos, familias reales, alto funcionariado y hasta empresarios privados viajan constantemente a lugares donde no es imprescindible su presencia?
¿Por qué tú te pagas el transporte y Zapatero no?
¿Hay alguna diferencia en una democracia entre tú y él, entre tu trabajo y el suyo?

La lista es casi infinita, para qué continuar.
Y todavía hay que seguir oyendo que “hay que votar porque si no votas no te quejes después”.
Me quejo de que al votar se elige entre unos representantes u otros de una misma clase, la casta de los que viven de puta madre a costa de tu trabajo y que cuando hay problemas te bajan al sueldo para seguir viviendo ellos de puta madre.

Me sorprendería mucho que CCOO y UGT tuvieran el valor de organizar una huelga total para que esto cambiara un poco.

No pasa nada: a todo nos acostumbramos, y además ya llega el Mundial, que es lo que importa.

07 junio 2010

Gobiernos.

Dirigir es algo más delicado que mandar, es procurar ser director espiritual.
(Gregorio Corrochano).

04 junio 2010

Perros rabiosos, perros ladradores y perros chupacoños.

Lo de siempre: Israel comete un crimen más.
Algunos se escandalizan porque “esta vez” se trata de un convoy humanitario, con europeos incluidos, con españoles incluidos, en aguas internacionales, utilizando una “fuerza desproporcionada”…vamos, intolerable.
Se escandalizan porque no se acuerdan de las innumerables veces que Israel ha asesinado civiles, ha atacado premeditadamente convoyes humanitarios, ambulancias, periodistas, instalaciones de la ONU. Se escandalizan como si fuera la primera vez que Israel se pasa por sus pretenciosas partes el derecho internacional, la justicia, la humanidad, la ética, la democracia y, sobre todo, la dignidad de la que carecen, que no hay que confundir la chulería con la dignidad, ni hacerse el digno con ser digno, ni la impunidad con la justicia, ni las mentiras con la razón.
Desgraciadamente, son así.
El problema es que el mundo les deje ser así, que los gobiernos apoyen sus crímenes, que lo consideren un país democrático, que sea miembro de una ONU a la que nunca ha respetado, que se les financie económicamente, que se les dé un barniz de estado “normal”, que se les permita seguir con un régimen de apartheid, racista y violento; y que además se busquen excusas a su barbarie y justificaciones a lo injustificable. Que, por ellos, se llegue a confundir ni más ni menos la agresión con el derecho a defenderse.
Veamos los hechos y la reacción de cada parte inplicada en el crimen israelí de esta semana (o más bien, en uno de los crímenes de esta semana porque ayer mataron a 9 palestinos y a todo el mundo le ha dado igual). Se trata de una película de horror y los personajes son los de siempre. Lo que ha pasado es muy claro: unidades especiales del ejército sionista interceptan una flota de barcos cargada de víveres y medicamentos destinados a Gaza, donde más de un millón y medio de personas viven en un gueto, hacinadas, encerradas, sometidas a bloqueo y embargo. En uno de los barcos se produce una lucha, un poco desigual, entre miembros de las delegaciones, que son civiles que recurren a palos o barras, y militares israelíes armados.
Las circunstancias son éstas: se trata de un ataque en aguas internacionales contra barcos civiles y en misión humanitaria además (a este delito se le conoce con el nombre de piratería).
Los barcos se dirigen a Gaza, no a Israel, puesto que Palestina es otro estado según dijo la ONU y sabemos todos, aunque esté ocupado, invadido, colonizado y bloqueado ilegalmente (Resolución 1860 de la ONU de enero de 2008, que exige la libre distribución de víveres, combustible y medicamentos en Gaza).
El ejército israelí mata a balazos a 9 -según ellos- civiles, en un acto que en español se llama asesinato.
Se hace con el control de la flotilla en esas mismas aguas internacionales y la lleva por la fuerza a Israel. A este acto se le denomina secuestro, y si no que lo diga el diccionario (Secuestrar: “tomar por las armas el mando de un vehículo, avión, barco, etc, reteniendo a la tripulación y pasaje”).
Encarcela a 480 personas en Israel, lo que también tiene el nombre de secuestro(“Retener indebidamente a una persona para exigir dinero por su rescate o para otros fines”).
Lo que les exige a estas personas es que firmen su “deportación”. Si fueran palestinos se estarían pudriendo en la cárcel.
Una pregunta estúpida: ¿Cómo se puede “deportar” de un país a alguien a quien se le ha obligado a entrar en ese país por la fuerza?

Vayamos ahora a los personajes de este engendro de película, de esta enésima parte de Rambo:
1. El protagonista, Israel, un mal actor especializado en películas de horror: primero ataca, agrede, mata; después miente: sólo se ha defendido –aunque se ha ido hasta las aguas internacionales para defenderse y ha matado a muchas personas para defenderse-; los que iban en el barco no eran una fuerza humanitaria sino unos terroristas armados que utilizaron la fuerza brutal –aunque entre ellos había un premio nobel de la paz, miembros de ONGs, pacifistas de multitud de países…y las armas que tenían eran canicas, palos, algún cuchillo…, o sea, lo que Bush llamaría “armas de destrucción masiva”.
Israel me recuerda al negro del chiste, aunque con menos gracia: llega un hombre a su casa y encuentra la puerta rota, sangre por todas partes y, al final, a los miembros de su familia masacrados y repartidos por las distintas habitaciones. En lo alto de la escalera aparece un negro gigante ensangrentado y con un hacha en la mano. Loco de ira, el hombre se abalanza sobre el asesino y empieza a darle golpes. Entonces el negro, llorando, le dice “Buaaaa, me pega porque soy negro”.

2. El juez, Estados Unidos: pensábamos que con Obama las cosas iban a cambiar en lo esencial pero sólo han cambiado en lo externo: ahora critican un poco las barbaridades de Israel pero le permiten que siga haciéndolas, y, al mismo tiempo, impiden que el resto del mundo se atreva a hacer algo. No es creíble que un país como Israel desobedezca de esa manera a su protector, al que lo financia económica y militarmente, al que le da carta blanca, al que le provee de una legalidad internacional, al que veta en la ONU todos los intentos de condenar su brutal política.
Estados Unidos se ha opuesto, de boquilla claro, a la construcción de nuevas viviendas para los colonos en los barrios árabes de Jerusalén, y ahora critica el ataque a la flotilla.
¿Van a hacer algo más? Me temo que no. Dicen que el lobby judío controla la política y los medios de comunicación estadounidenses. Estados Unidos es el único país con capacidad para establecer una paz justa en Palestina, pero es un juez parcial, lo que le quita toda legitimidad.

3. El resto de los personajes no son actores de carne y hueso, son marionetas:
-La ONU ha dicho que hay que ver, que esto no está bien, que hay que investigar lo que ha pasado. No ha condenado mucho porque Estados Unidos ha presionado para que el texto no ofenda al susceptible Israel. Ha hecho una condenilla con la boca pequeña que sólo ha servido para comprobar una vez más su falta de imparcialidad y de independencia y su incapacidad para hacer aplicar sus propias resoluciones.

-La marioneta Europa: tiene forma de papagayo neutral, repite las palabras de Estados Unidos pero un poquito más fuerte. Ha expresado “su más enérgica condena”, que es la frase preferida de los impotentes que quieren quedar bien. Ha exigido la repatriación de sus ciudadanos, pero nunca ha hablado de secuestro ni mucho menos ha amenazado con tomar medidas claras. No van a hacer nada más, igual que no hicieron nada cuando los matones del Mosad fueron al Golfo a hacer su sucio trabajo con pasaportes europeos.

-La marioneta España: es muy triste ver a Zapatero expresando “enérgicas condenas” mientras su patético ministro Moratinos no es capaz de defender a los 3 españoles de la flotilla. Han secuestrado a 3 de nuestros ciudadanos y todo lo que hace Moratinos es “intentar convencerles de que accedan a firmar la deportación, a fin de que puedan ser repatriados”. No va a hacer nada más pero ya es bastante para saber que, ante un secuestro de estado y si no pertenecemos a la Embajada, nuestro país va a poner por delante sus intereses políticos a la defensa de sus ciudadanos en el extranjero.

-El mundo árabe y musulmán: está dividido en 2: los que se oponen a Israel están en la lista estadounidense de los malos (Siria, Irán…); los otros, marionetas vendidas (Jordania, Egipto, todo el Golfo) se callan. Especialmente indigna es la actitud de Egipto que cierra su frontera con Palestina, colaborando así con el bloqueo ilegal de Israel y siendo cómplice de la dramática situación en el gueto. Ahora la han abierto un poco para evitar críticas.

-Palestina, igualmente dividida entre los “terroristas malos”, Hamas, con los que no hay ni que hablar, y los “moderados” del Fatah, vendidos asimismo a Estados Unidos, y que no han tenido ni la decencia de cortar las negociaciones con Israel. Corruptos, ineptos, agarrados a su ilusorio poder y a la promesa de controlar el trozo de Palestina que les van a dejar un día.

Pero en esta película hay 2 personajes inesperados que quizás puedan cambiar el previsible desenlace hollywoodense:
-Turquía: marioneta de Estados Unidos y por tanto aliado a Israel: deseoso de hacer méritos para entrar en la Unión Europea. Ha tenido un ataque de orgullo y son los únicos que están hablando claro y diciendo al mundo lo que realmente ha sucedido. No van a pasar de ahí, no van a cortar sus relaciones con Israel pero lo que hacen ahora es importante para salir de esta lógica absurda de impunidad mundial para Israel.

-La gente: es la única esperanza.
Los gobiernos, hipócritas e interesados, no van a liberar Palestina, no van a obligar a Israel a respetar los derechos humanos y la legalidad internacional; cada crimen de Israel que dejan pasar es una prueba de ello.
Israel no va a cambiar su actitud; al contrario, esa impunidad que se les da les hace crecer en su soberbia. No parecen ser conscientes de que sin Estados Unidos no son nada. No se sienten obligados , por tanto, a actuar como cualquier país democrático; y, desgraciadamente, ni la ONU ni los países poderosos les van a hacer cambiar. Israel es un país artificial, un polvorín, pero no, como pretenden en su hipócrita victimismo, porque esté rodeado de enemigos que pretenden aniquilarlo; es un polvorín interior porque no respeta ni a los palestinos, ni a nadie, porque su moral está degenerada.

Ojalá muchos barcos lleguen a Gaza para ayudar al millón y medio de presos de esa cárcel, que rompan ese bloqueo ilegal e inhumano, que demuestren a sus gobiernos que están hartos de que apoyen la injusticia en su nombre; que hagan ver a los israelíes que el respeto del mundo no se gana con la protección de Estados Unidos, ni con la fuerza, ni por un pasado lleno de sufrimientos. Y que ellos están muy lejos, lejísimos, de merecer ese respeto.
Ojalá la gente abra los ojos y cuando vaya al supermercado se niegue a comprar un kiwi israelí, simplemente para no participar en la opresión y porque ese kiwi está manchado de sangre.

02 junio 2010

Serie “El nacionalismo barato”: Spain is different.

Tanto criticar al nacionalismo barato, racista, excluyente, cateto, falseador de la historia y de la realidad, violento y, cuando no, justificador y protector de esa violencia, algunos se van a pensar que soy un españolazo radical del Vivaspaña, la bandera, el himno, la selección, somos los mejores y como aquí no se come en ningún lao, Cristobal Colón, el pastor lusitano Viriato, Santiago y cierra España, Don Pelayo, Aznar, el ejército y la Leticia con zeta.

Pues no, si alguien lo creía es que no ha leído bien, éstos y otros artículos anteriores en los que intentaba describir lo poco que me gusta y lo menos que me creo el españolismo cañí.
Pero como aún hay más que decir, la serie “El nacionalismo barato” continúa con algún texto dedicado a las miserias de España:

Quizás lo que une a todos los españoles, lo que compartimos, aunque sea a veces insconsciente o a nuestro pesar, son ciertas virtudes y defectos: cuando unos parientes franceses fueron por primera vez al País Vasco, desde su perspectiva objetiva puesto que ignorante de la realidad española actual, comprobaron complacidos que los vascos respondían a los tópicos de carácter que ellos tenían de los españoles, es decir, sintieron que esos vascos eran típicamente españoles, en lo bueno y en lo malo.
Tal vez sea esa la esencia de España, tal vez sea típicamente español no considerarse español.
El español tiene un sentido de superioridad que a lo mejor esconde otro de inferioridad.
Cuando el pesado Unamuno (¿fue él?) decía “que inventen ellos” lo que quería decir era “se creerán muy listos pero son unos gilipollas”. A los españoles no nos gustan los demás, ni siquiera nos gustamos nosotros. Todos los países son peores que el nuestro, todas las gastronomías, los climas, los estilos de vida, las mentalidades.
Sudacas, gabachos, yanquis, moros…
Nuestros vecinos no nos gustan, ni los franceses, ni los portugueses, mucho menos los marroquíes. Más allá, no nos gusta tampoco: alemanes, italianos, latinoamericanos, árabes…
Y más allá aún, no hay nada: son “esos países”, no sé, China, Canadá, Australia,…ni sabemos ni queremos saber, porque “como aquí no se vive en ningún sitio”.
Pero, ¿qué es “aquí”?
Esta mentalidad tan española no tiene límite y, lo mismo que se extiende por el mundo, lo hace también interiormente, hasta llegar la metástasis a todo lo que no sea mi pueblo, como mucho mi región, que pasa así automáticamente a ser mi nación y mi mundo y donde se hace el mejor café con leche de España y del mundo. Y por eso yo soy distinto y mejor que el vecino.
Por ejemplo, cuando los extremeños, gallegos, andaluces, salmantinos, burgaleses, etc llegaron en los años 50 y 60 al País Vasco fueron recibidos como invasores, como infraseres “muertos de hambre”, “coreanos” se les llamaba, “maquetos” (actualmente se dice “maketos”).
Estos inmigrantes consiguieron con su trabajo formar una familia, comprar una casa y una televisión y dar una educación a sus hijos; y al mismo tiempo convirtieron al País Vasco en una región rica y desarrollada. Pasaron la mayor parte de su vida allí pero siempre se les consideró “de fuera”. Incluso a sus hijos nacidos en el País vasco y para los que el pueblo de su padre era un lugar bastante extraño donde pasar los veranos de la infancia..
Algo muy similar ocurrió en Cataluña.
El nacionalismo vasco desprecia a esos “españoles”, sean de donde sean, incluso si son vascos. Desprecia al gallego (excepto modernamente, si es nacionalista gallego, que ideología obliga), al catalán, al andaluz, al castellano, al extremeño, mucho más a la vecina Cantabria (donde miles y miles de vascos no nacionalistas se han ido a vivir para que sus hijos puedan estudiar en español, porque en el País Vasco no se puede, por si no lo sabiáis). Y más aún desprecia al madrileño, culpable de todos sus males, de su legendaria opresión, del centralismo, la tortura, y casi de que ya no llueva como antes.
Quizás sea porque en el País Vasco tuvimos una larga dictadura franquista (exactamente igual que en el resto de España, sólo que nosotros y los catalanes ya éramos más ricos que los demás durante la dictadura y los empresarios eran franquistas y vascos a la vez); y después pasamos a una larga dictadura nacionalista, heredera en los métodos del franquismo, excluyente y llena de odio, tan oprimente que cualquier español que no haya vivido en el País Vasco simplemente no lo cree, le parece una exageración, no puede ser así.
Seguimos siendo más ricos y los empresarios ahora son nacionalistas.
Se trata de la dictadura del Partido Nacionalista Vasco, más conocido, sorprendentemente, por sus siglas en español, PNV. Ha durado 30 años, impune y sin resistencia gracias a sus sobrinos etarras; gracias también al miedo de los vascos no nacionalistas; gracias además a la ignorancia del resto de los españoles sobre lo que estaba ocurriendo en el País Vasco; y gracias, por último, a partidos como Izquierda Unida, que la ha apoyado siempre a cambio de unas tristes migajas políticas y de un salvoconducto contra la violencia etarra; y como el Psoe, que la toleró, la permitió y miró para otro lado, haciendo vana la muerte de muchos de sus miltantes, cambiando esa sangre, la dignidad y muchas otras cosas por el apoyo del PNV para poder gobernar España sin mayoría absoluta.

Pero este partido conservador y bienpensante, “democrático”, de gente de bien y católica, el Partido Nacionalista Vasco, se merece él solito un artículo sobre su glorioso pasado y sus valores humanos.
Porque de lo que trataban estas líneas era de que tal vez ser español sea todo esto.