29 enero 2007

A la luna de Oriente se le soltó el cordel.

Cuando las nubes no la escondían, siempre había visto la luna creciente como una "D", un poco inclinada, en el cielo.
Se sujeta con dos hilos, uno arriba en la puntita, otro abajo para que no se balancee.

Hasta que la vi en Oriente, y era distinta.
Se le había soltado el hilo de arriba y las dos puntas quedaban a la misma altura, flotando en el cielo, como una cáscara de nuez en un estanque.
Era la misma luna... pero se le había soltado el hilito.

Y cuando volví a España pensé que todavía estaría caída.
Pero no, en Europa somos muy organizados. La habían arreglado y colgaba otra vez con un pico arriba y otro abajo.

Y así es siempre: mientras viajo a Oriente se suelta la cuerdita, mientras viajo a Europa la atan.
Y así tengo 2 lunas.

En la Universidad de Wisconsin se dedican a esas cosas positivas.

La Universidad de Wisconsin es la máxima autoridad mundial en estudios pseudosicológicos, ideas preconcebidas, conclusiones acientíficas sobre estados de ánimo e intuiciones varias.
La Universidad de Wisconsin somos todos. Si quieres, tú eres la Universidad de Wisconsin. Yeeeees!
Si en su país venden parcelas de luna, no creo que nada nos impida a los demás regalar ideas utilizando su nombre.
En todo caso no podemos cambiar de nombre porque, según un estudio de la Universidad de Wisconsin, cambiar de nombre afecta a las emociones e incluso a los contenidos.
Así pues, según un estudio de la Universidad de Wisconsin, la felicidad es una sensación inducida por unas sustancias que produce nuestro cerebro.
Así de simple.
El problema es que el cerebro de cada persona produce distinta cantidad de esta sustancia mágica que si se pudiera embotellar cambiaría el mundo y todos seríamos felices: una cucharadita por la mañana y lalalá lalá. Una cucharadita por la noche y dulces sueños.
Esa sustancia es el yo.
Y luego, ya se sabe, están las circunstancias.
Pero la sustancia es más poderosa que la esencia de "El Perfume".
La sustancia domina a la circunstancia.
Por eso algunos se levantan silbando y se arrastran hacia el espejo, porque no tienen piernas, y se afeitan tralalá.
Y otros se despiertan tristes abrazados a una mujer maravillosa, joder joder.
Y unos son felices con una tiza, ¡ qué bonito !
Y otros, desgraciados con un mundo, ay ay ay.

Pero hay esperanza: según un estudio de la Universidad de Wisconsin, los espejos son mágicos, incluso más mágicos que la sustancia.
Sólo hay que mirarse y decir "sí" al placer de arrastrarse, a las mujeres maravillosas, a las tizas de colores, a los mundos, a los segundos.

Que lo sepas.

25 enero 2007

Libertad para el País Vasco.

E.T.A. tiene razón en una cosa: en el País Vasco no hay libertad y se oprime a una parte de la población.
Pero los opresores son precisamente ellos y el resto de los nacionalistas vascos y, sobre todo, el Partido Nacionalista Vasco (PNV).
Y los oprimidos somos el resto de los vascos, los "vascos de segunda", los que no aceptamos el pensamiento único.

Los no nacionalistas, la mitad de los vascos, hemos pasado de la dictadura de Franco a la dictadura de Sabino Arana, el ultra resentido cuya lengua materna fue el español, reprimido sexual y lleno de odio hacia todo lo que oliera a "español". Recomiendo la lectura de su obra, no por su calidad literaria, que no la tiene, sino por las barbaridades etnicistas que lo acercan a movimientos tan repugnantes como el fascismo y el sionismo.
Ahora el País Vasco está lleno de calles y avenidas en homenaje a este racista mediocre.
Sabino Arana fue el padre del nacionalismo vasco y el inventor de la mayoría de sus símbolos y de gran parte de su oscura mitología.
Más de un siglo después muchos nacionalistas siguen creyéndose parte de un pueblo mítico, con una lengua mágica y unas características étnicas, fisiológicas y sanguíneas especiales.
No hace muchos años el líder del PNV, Xabier Arzallus, seguía hablando del Rh negativo de la sangre de los vascos, mostrando el mismo odio a lo español, haciendo de la lengua vasca un instrumento de separación, de manipulación política y de discriminación social y económica.
Esta lengua mítica, tan respetable como cualquier otra del mundo si dejara de ser instrumentalizada, era hablada en los años 70 por el 10% de los vascos.

Todos los vascos de más de 30 años conocemos cientos de casos de personas que defendían ciegamente "nuestra lengua" sin conocer ni una sola palabra de ella. El caso más patético es el del actual "lehendakari" Ibarreche, al que tuvieron que darle cursos intensivos de euskara porque quedaba mal que el máximo representante del nacionalismo vasco y de una sociedad supuestamente bilingüe no supiera hablar la lengua que simboliza su ideología.
También conocemos la presión socioeconómica; y la paranoia de tantos vascos "de sangre mezclada" que cambiaron el orden de sus apellidos porque el de su padre era "español".
Y también conocemos la prohibición de hecho, por miedo, de expresarse en los lugares públicos, vivir en voz baja al lado de otros que gritaban, y aceptar que todos los símbolos "españolistas" eran, al parecer, una provocación.
La clandestinidad de las ideas en un país democrático...

Cuando mi madre llegó desde su pueblo de Soria al floreciente e industrial País Vasco a finales de los años 50 a buscarse la vida en otra ciudad del mismo país (será culpa de Franco), y conoció a mi padre, que huía de la miseria extremeña de entonces, fueron recibidos ambos, como otros cientos de miles de extremeños, castellanos, gallegos, por la lluvia y por una población que los llamaba "maquetos" y "coreanos".
En Bilbao pasaron 50 años, mucho más que donde nacieron; allí formaron una familia y allí nacimos y vivimos sus hijos.
Esta es la historia del 75% de los bilbaínos, diga lo que diga Sabino Arana.
¿Y se puede ser más vasco que eso?

Y aún recuerdo al cura de la parroquia de San Pedro de Deusto, el día del funeral de mi padre, cuando nos preguntó, sentado ante una mesa llena de libros sobre la historia del nacionalismo vasco, si mi padre, "emigrante", se había "adaptado a nuestra tierra".
Al parecer le interesaba más eso que el alma de mi padre, o tal vez las dos cosas le parecían sinónimas; ¡ Dios mío, el jodido cura, seguro que un día irá al paraiso de Aitor y Amaya!

Para hablar claro, ETA nació en los años 60 dentro de las juventudes del Partido Nacionalista Vasco.
Curioso que un partido burgués, tradicionalista de sus tradiciones y muy católico, dé a luz a un grupo terrorista supuestamente socialista y ateo. La juventud, ya se sabe.
Y desde entonces y hasta hace muy muy poco tiempo los 2 han trabajado en el mismo sentido:
ETA hacía el trabajo sucio, asesinaba y creaba el miedo y el silencio, y no permitía ni el debate ideológico ni la libre expresión de las ideas.
Y el PNV, "democráticamente", imponía un modelo de sociedad, de educación, de visión del mundo, en la que "ser vasco" consistía en ser nacionalista vasco y todo lo demás era "españolismo", "franquismo", "opresión", "provocación".
Desde entonces más de 250.000 personas se han ido del País Vasco, por miedo o por hartazgo.
O para dejar de ser extranjeros en su propia tierra.

El PNV siempre ha visto a ETA como el hermano pequeño radical, los mismos objetivos pero diferentes métodos.
En el País Vasco todos sabemos que la Ertzaintza, policía autónoma vasca, creada y controlada por el PNV, no detiene ni por casualidad a ningún participante en la "kale Borroka".
Y recordamos las subvenciones a los grupos afines a ETA.
Y tenemos en la cabeza la imagen del lendakari Ibarreche llorando a moco tendido en el entierro de un empresario nacionalista asesinado por ETA y diciendo acongojado y sin poder entender:
"Han matado a uno de los nuestros".
Los nuestros, siempre los nuestros.

No se piense con el ejemplo anterior que la vida de los nacionalistas corre peligro en el País Vasco, raras veces han sido las víctimas de la violencia. Los secuestrados, los muertos, los que han tenido que huir, los que viven con escolta, los que no se atreven a hablar, casi siempre han sido "los otros".

Y la gente, pobre gente, tiene que vivir, y el que no se ha ido, o bien se ha adaptado a la película o bien se calla, porque al final la libertad de expresión no debe de ser tan importante si tienes un coche, una casa y un trabajo, y, sobre todo, si no sabes lo que es porque nunca la has tenido.

Desde hace muchos años el Partido Socialista Obrero Español ha permitido al PNV seguir imponiendo su modelo de sociedad único.
Y ha dicho a ETA: "Hasta que no dejes de matar, no hablamos".
Y ETA ha entendido lo que se deduce de esta frase: "Cuando dejes de matar, hablamos".
Y ha pensado que si la puerta está siempre abierta, no hay prisa.
Y hasta ahora no hay prisa, como acabamos de comprobar en el aeropuerto de Madrid.

De Izquierda Unida mejor no hablar: un partido que se dice progresista y de izquierdas aliado desde hace años a la derechona católica burguesa y de nacionalismo excluyente.
Y por unas migajas.

Han dejado al PP como único representante del "españolismo" en el País Vasco. Y entonces, acostumbrados como estamos al maniqueísmo, si criticas al nacionalismo eres del PP. En fin...

Hay que recordar a tanto supuesto progresista y federalista que casi todos los asesinatos de ETA han sido cometidos en democracia y bajo un gobierno autonómico nacionalista. Con Franco apenas mataron a nadie... es que era más peligroso.
Porque, para recordar también, ETA no se ha caracterizado jamás por su valentía ni por hacer guerra de guerrillas, ni por enfrentarse cara a cara con su "opresor". ETA utiliza el coche bomba y el tiro en la nuca, probablemente uno de los métodos más cobardes que existen.
Y el PNV siempre se ha aprovechado de esa situación anormal para inventar una sociedad anormal y enferma, donde la mitad de los ciudadanos no pueden opinar en su vida cotidiana, y además son "menos vascos" dede el momento en que no son nacionalistas, o por el hecho de que su bisabuelo nació en Cuenca y no en Guernica.
Tremendo mérito.
Yo no sé dónde nació mi bisabuelo pero me parece bien que naciera en el lugar del mundo donde naciera.

Ahora el PNV ya tiene su sociedad montada y controlada, después de más de 30 años de poder nacionalista radical sin alternancia, lo que tampoco debe de ser muy sano para la democracia.
Tiene unas competencias mayores que las de los cantones suizos o los estados de Estados Unidos.
Ya quisieran una cuarta parte los nacionalistas irlandeses con los que les gusta compararse.
Y ya quisieran una milésima parte los palestinos, con los que los independentistas vascos se pretenden identificar en su calidad de "pueblos oprimidos", sin darse cuenta en su desvergüenza que se parecen muchísimo más a los sionistas israelíes.
Para el PNV, en su estrategia de aparecer como un partido democrático de nacionalismo "moderado", qué risa si no fuera dramático, Eta es ya un estorbo. Se trata ahora de agradecerles los servicios prestados sin que se note demasiado.
Desde hace muchos años sabemos que los asesinos que nos impidieron siempre expresarnos acabarían siendo nuestros alcaldes.
Y la política del PSOE va a ayudar a ello. Me pregunto qué pensarán los familiares de los socialistas vascos asesinados por ETA. Y los miembros del PSOE que tuvieron que irse del País Vasco o que llevan escolta para que no los maten.

Pero si ETA desaparece algo bueno habrá hecho el PSOE, aunque sea a costa de haber olvidado durante años la dignidad de la mitad de los vascos: la gente podrá hablar en los bares con voz normal y tendrá muchas cosas que decir sobre cómo quiere que sea la sociedad del País Vasco: multicultural.

Porque después de tantos años de intolerancia y de prepotencia, aún no os habéis enterado, nacionalistas, de que a muchos vascos nos suena mal el txistu.
Ni de que el nacionalismo se cura viajando.
Ni de que estamos hartos de que tú puedas pensar lo que quieras y yo no.

Y cuando aceptéis que se puede ser vasco de muchas maneras y que las ideas de los otros son respetables, entonces podremos convivir en igualdad de condiciones, y entonces, por fin, empezará a haber democracia en el País Vasco, después de casi setenta años de dictadura (1939-2007).

24 enero 2007

Más sobre la supuesta seguridad.

Enero 2007.
En el avión Praga-Madrid, líneas aéreas checas, las azafatas nos ofrecen la comida y, ¡ oh, sorpresa !, los cubiertos son metálicos, lo cual se agradece, acostumbrados a tanto plástico:
hay un cuchillo, sin punta, que es para cortar, pero cuchillo al fin y al cabo.
Y hay un tenedor con sus 4 puntitas para pinchar.
Y hay una cuchara con un mango tan fino que, después de tanto telediario apocalíptico, uno imagina sin dificultad como arma letal para apoderarse del avión.

Y, por si acaso, no digo nada, no vaya a ser que a algún pasajero le dé un ataque de ansiedad y encienda un cigarro y el comandante decida hacer un aterrizaje de emergencia y me detengan por pensamiento pre-terrorista.

Pero me quedo pensativo y rascándome la barbilla con mis largas uñas, porque en el control de aduanas me han quitado el cortauñas.

El símbolo de España.

Mi sobrina, que tiene 8 años, cree en los Reyes Magos, en Papá Noel y en el Olentzero.
Y aunque creo que algo sospecha, yo en su lugar seguiría creyendo en todos, que está muy bien para la cosa práctica.

Parece que Papá Noel fue inventado por unos grandes almacenes de Nueva York, quizás basándose en la leyenda escandinava de San Nicolás. Y, habida cuenta del país que lo creó, se ha extendido por todo el mundo, él y todo su "merchandising".

Olentzero creo que también se basa en alguna leyenda vasca, antigua, muy antigua, antigua que te cagas de antigua, no sé si me entiendes.
Cuando el nacionalismo vasco lo recuperó hace unos años y lo presentó en sociedad, Olentzero venía solo, era un carbonero que bajaba de la montaña el día de navidad. Ahora ya le acompaña toda una corte mitológica de personajes, no sé si salida de la misma leyenda o de un despacho del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco.
Puede sorprender que una sociedad tan católica como la nacionalista vasca le haga la competencia a los Reyes Magos con un personaje pagano que quizás sería más apropiado para Carnaval. Pero hay que achacarlo a la paranoia antiespañola y a la obsesión nacionalista de tener (y si no, inventarlo) algo propio de todo: nuestra oveja, el perro de raza autóctona que no existe en ninguna otra parte del mundo, nuestra lengua, en la que no hay insultos, qué pureza o qué pobreza, nuestro abultamiento occipital, nuestra boina ancestral, nuestro Papá Noel.

En cuanto a los Reyes Magos, simbolizan un episodio bíblico, el de los 3 reyes que, guiados por una estrella, llegaron a Belén para ofrecer oro, incienso y mirra al niño Jesús.

En mi infancia los Reyes Magos no tenían competencia, se trataba simplemente de elegir tu preferido entre Melchor, Gaspar y Baltasar.
Mi sobrina, porque así está España, tiene más para elegir: la tradición de los Reyes Magos, el 6 de enero; el neoancestralismo autónomo-autóctono-regionalista-nacionalista del Olentzero, el 25 de diciembre; y el yanqui globalizador de Papá Noel, también el 25.

Y, por suerte para el consumismo, los comerciantes y los ideólogos, lo que hace mi sobrina es elegir todo y creer en todos.
Y aunque sospeche que todos ellos son los padres, aún es muy pequeña para saber que detrás de cada uno de los generosos visitantes se mueven otras gentes y otros intereses.

17 enero 2007

Feliz Cumpleaños.

Ha cumplido 5 años el monstruito y desde que nació es un engendro.
Dicen que de tal palo tal astilla, y es cierto porque los papás de la criatura han matado a mucha gente y además están orgullosos de ello.
No se trata de un hijo único, los padres tienen descendencia repartida por el mundo.
Pero los peores son su hermano Abou Graib y otros bastardos a los que mantienen en secreto aunque todos saben que existen.

Feliz cumpleaños Guantánamo, naciste en una tierra robada, hasta tu nombre es robado, secuestras, matas, provocas suicidios y la policía no te detiene porque la policía eres tú.
Y tus víctimas más famosas se llaman democracia, derechos humanos, ética.
Y lo único bueno que tienes es que muestras a todo el que quiera verlo cómo son tus padres.
Eres el símbolo de la degeneración de tus progenitores, pero a ellos nadie va a juzgarlos nunca por sus crímenes porque ellos son los jueces.

Te deseo que no cumplas muchos más.