24 enero 2007

El símbolo de España.

Mi sobrina, que tiene 8 años, cree en los Reyes Magos, en Papá Noel y en el Olentzero.
Y aunque creo que algo sospecha, yo en su lugar seguiría creyendo en todos, que está muy bien para la cosa práctica.

Parece que Papá Noel fue inventado por unos grandes almacenes de Nueva York, quizás basándose en la leyenda escandinava de San Nicolás. Y, habida cuenta del país que lo creó, se ha extendido por todo el mundo, él y todo su "merchandising".

Olentzero creo que también se basa en alguna leyenda vasca, antigua, muy antigua, antigua que te cagas de antigua, no sé si me entiendes.
Cuando el nacionalismo vasco lo recuperó hace unos años y lo presentó en sociedad, Olentzero venía solo, era un carbonero que bajaba de la montaña el día de navidad. Ahora ya le acompaña toda una corte mitológica de personajes, no sé si salida de la misma leyenda o de un despacho del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco.
Puede sorprender que una sociedad tan católica como la nacionalista vasca le haga la competencia a los Reyes Magos con un personaje pagano que quizás sería más apropiado para Carnaval. Pero hay que achacarlo a la paranoia antiespañola y a la obsesión nacionalista de tener (y si no, inventarlo) algo propio de todo: nuestra oveja, el perro de raza autóctona que no existe en ninguna otra parte del mundo, nuestra lengua, en la que no hay insultos, qué pureza o qué pobreza, nuestro abultamiento occipital, nuestra boina ancestral, nuestro Papá Noel.

En cuanto a los Reyes Magos, simbolizan un episodio bíblico, el de los 3 reyes que, guiados por una estrella, llegaron a Belén para ofrecer oro, incienso y mirra al niño Jesús.

En mi infancia los Reyes Magos no tenían competencia, se trataba simplemente de elegir tu preferido entre Melchor, Gaspar y Baltasar.
Mi sobrina, porque así está España, tiene más para elegir: la tradición de los Reyes Magos, el 6 de enero; el neoancestralismo autónomo-autóctono-regionalista-nacionalista del Olentzero, el 25 de diciembre; y el yanqui globalizador de Papá Noel, también el 25.

Y, por suerte para el consumismo, los comerciantes y los ideólogos, lo que hace mi sobrina es elegir todo y creer en todos.
Y aunque sospeche que todos ellos son los padres, aún es muy pequeña para saber que detrás de cada uno de los generosos visitantes se mueven otras gentes y otros intereses.

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