29 enero 2007

A la luna de Oriente se le soltó el cordel.

Cuando las nubes no la escondían, siempre había visto la luna creciente como una "D", un poco inclinada, en el cielo.
Se sujeta con dos hilos, uno arriba en la puntita, otro abajo para que no se balancee.

Hasta que la vi en Oriente, y era distinta.
Se le había soltado el hilo de arriba y las dos puntas quedaban a la misma altura, flotando en el cielo, como una cáscara de nuez en un estanque.
Era la misma luna... pero se le había soltado el hilito.

Y cuando volví a España pensé que todavía estaría caída.
Pero no, en Europa somos muy organizados. La habían arreglado y colgaba otra vez con un pico arriba y otro abajo.

Y así es siempre: mientras viajo a Oriente se suelta la cuerdita, mientras viajo a Europa la atan.
Y así tengo 2 lunas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

un abrazo y un besito de "D",
ya kamar...