25 enero 2007

Libertad para el País Vasco.

E.T.A. tiene razón en una cosa: en el País Vasco no hay libertad y se oprime a una parte de la población.
Pero los opresores son precisamente ellos y el resto de los nacionalistas vascos y, sobre todo, el Partido Nacionalista Vasco (PNV).
Y los oprimidos somos el resto de los vascos, los "vascos de segunda", los que no aceptamos el pensamiento único.

Los no nacionalistas, la mitad de los vascos, hemos pasado de la dictadura de Franco a la dictadura de Sabino Arana, el ultra resentido cuya lengua materna fue el español, reprimido sexual y lleno de odio hacia todo lo que oliera a "español". Recomiendo la lectura de su obra, no por su calidad literaria, que no la tiene, sino por las barbaridades etnicistas que lo acercan a movimientos tan repugnantes como el fascismo y el sionismo.
Ahora el País Vasco está lleno de calles y avenidas en homenaje a este racista mediocre.
Sabino Arana fue el padre del nacionalismo vasco y el inventor de la mayoría de sus símbolos y de gran parte de su oscura mitología.
Más de un siglo después muchos nacionalistas siguen creyéndose parte de un pueblo mítico, con una lengua mágica y unas características étnicas, fisiológicas y sanguíneas especiales.
No hace muchos años el líder del PNV, Xabier Arzallus, seguía hablando del Rh negativo de la sangre de los vascos, mostrando el mismo odio a lo español, haciendo de la lengua vasca un instrumento de separación, de manipulación política y de discriminación social y económica.
Esta lengua mítica, tan respetable como cualquier otra del mundo si dejara de ser instrumentalizada, era hablada en los años 70 por el 10% de los vascos.

Todos los vascos de más de 30 años conocemos cientos de casos de personas que defendían ciegamente "nuestra lengua" sin conocer ni una sola palabra de ella. El caso más patético es el del actual "lehendakari" Ibarreche, al que tuvieron que darle cursos intensivos de euskara porque quedaba mal que el máximo representante del nacionalismo vasco y de una sociedad supuestamente bilingüe no supiera hablar la lengua que simboliza su ideología.
También conocemos la presión socioeconómica; y la paranoia de tantos vascos "de sangre mezclada" que cambiaron el orden de sus apellidos porque el de su padre era "español".
Y también conocemos la prohibición de hecho, por miedo, de expresarse en los lugares públicos, vivir en voz baja al lado de otros que gritaban, y aceptar que todos los símbolos "españolistas" eran, al parecer, una provocación.
La clandestinidad de las ideas en un país democrático...

Cuando mi madre llegó desde su pueblo de Soria al floreciente e industrial País Vasco a finales de los años 50 a buscarse la vida en otra ciudad del mismo país (será culpa de Franco), y conoció a mi padre, que huía de la miseria extremeña de entonces, fueron recibidos ambos, como otros cientos de miles de extremeños, castellanos, gallegos, por la lluvia y por una población que los llamaba "maquetos" y "coreanos".
En Bilbao pasaron 50 años, mucho más que donde nacieron; allí formaron una familia y allí nacimos y vivimos sus hijos.
Esta es la historia del 75% de los bilbaínos, diga lo que diga Sabino Arana.
¿Y se puede ser más vasco que eso?

Y aún recuerdo al cura de la parroquia de San Pedro de Deusto, el día del funeral de mi padre, cuando nos preguntó, sentado ante una mesa llena de libros sobre la historia del nacionalismo vasco, si mi padre, "emigrante", se había "adaptado a nuestra tierra".
Al parecer le interesaba más eso que el alma de mi padre, o tal vez las dos cosas le parecían sinónimas; ¡ Dios mío, el jodido cura, seguro que un día irá al paraiso de Aitor y Amaya!

Para hablar claro, ETA nació en los años 60 dentro de las juventudes del Partido Nacionalista Vasco.
Curioso que un partido burgués, tradicionalista de sus tradiciones y muy católico, dé a luz a un grupo terrorista supuestamente socialista y ateo. La juventud, ya se sabe.
Y desde entonces y hasta hace muy muy poco tiempo los 2 han trabajado en el mismo sentido:
ETA hacía el trabajo sucio, asesinaba y creaba el miedo y el silencio, y no permitía ni el debate ideológico ni la libre expresión de las ideas.
Y el PNV, "democráticamente", imponía un modelo de sociedad, de educación, de visión del mundo, en la que "ser vasco" consistía en ser nacionalista vasco y todo lo demás era "españolismo", "franquismo", "opresión", "provocación".
Desde entonces más de 250.000 personas se han ido del País Vasco, por miedo o por hartazgo.
O para dejar de ser extranjeros en su propia tierra.

El PNV siempre ha visto a ETA como el hermano pequeño radical, los mismos objetivos pero diferentes métodos.
En el País Vasco todos sabemos que la Ertzaintza, policía autónoma vasca, creada y controlada por el PNV, no detiene ni por casualidad a ningún participante en la "kale Borroka".
Y recordamos las subvenciones a los grupos afines a ETA.
Y tenemos en la cabeza la imagen del lendakari Ibarreche llorando a moco tendido en el entierro de un empresario nacionalista asesinado por ETA y diciendo acongojado y sin poder entender:
"Han matado a uno de los nuestros".
Los nuestros, siempre los nuestros.

No se piense con el ejemplo anterior que la vida de los nacionalistas corre peligro en el País Vasco, raras veces han sido las víctimas de la violencia. Los secuestrados, los muertos, los que han tenido que huir, los que viven con escolta, los que no se atreven a hablar, casi siempre han sido "los otros".

Y la gente, pobre gente, tiene que vivir, y el que no se ha ido, o bien se ha adaptado a la película o bien se calla, porque al final la libertad de expresión no debe de ser tan importante si tienes un coche, una casa y un trabajo, y, sobre todo, si no sabes lo que es porque nunca la has tenido.

Desde hace muchos años el Partido Socialista Obrero Español ha permitido al PNV seguir imponiendo su modelo de sociedad único.
Y ha dicho a ETA: "Hasta que no dejes de matar, no hablamos".
Y ETA ha entendido lo que se deduce de esta frase: "Cuando dejes de matar, hablamos".
Y ha pensado que si la puerta está siempre abierta, no hay prisa.
Y hasta ahora no hay prisa, como acabamos de comprobar en el aeropuerto de Madrid.

De Izquierda Unida mejor no hablar: un partido que se dice progresista y de izquierdas aliado desde hace años a la derechona católica burguesa y de nacionalismo excluyente.
Y por unas migajas.

Han dejado al PP como único representante del "españolismo" en el País Vasco. Y entonces, acostumbrados como estamos al maniqueísmo, si criticas al nacionalismo eres del PP. En fin...

Hay que recordar a tanto supuesto progresista y federalista que casi todos los asesinatos de ETA han sido cometidos en democracia y bajo un gobierno autonómico nacionalista. Con Franco apenas mataron a nadie... es que era más peligroso.
Porque, para recordar también, ETA no se ha caracterizado jamás por su valentía ni por hacer guerra de guerrillas, ni por enfrentarse cara a cara con su "opresor". ETA utiliza el coche bomba y el tiro en la nuca, probablemente uno de los métodos más cobardes que existen.
Y el PNV siempre se ha aprovechado de esa situación anormal para inventar una sociedad anormal y enferma, donde la mitad de los ciudadanos no pueden opinar en su vida cotidiana, y además son "menos vascos" dede el momento en que no son nacionalistas, o por el hecho de que su bisabuelo nació en Cuenca y no en Guernica.
Tremendo mérito.
Yo no sé dónde nació mi bisabuelo pero me parece bien que naciera en el lugar del mundo donde naciera.

Ahora el PNV ya tiene su sociedad montada y controlada, después de más de 30 años de poder nacionalista radical sin alternancia, lo que tampoco debe de ser muy sano para la democracia.
Tiene unas competencias mayores que las de los cantones suizos o los estados de Estados Unidos.
Ya quisieran una cuarta parte los nacionalistas irlandeses con los que les gusta compararse.
Y ya quisieran una milésima parte los palestinos, con los que los independentistas vascos se pretenden identificar en su calidad de "pueblos oprimidos", sin darse cuenta en su desvergüenza que se parecen muchísimo más a los sionistas israelíes.
Para el PNV, en su estrategia de aparecer como un partido democrático de nacionalismo "moderado", qué risa si no fuera dramático, Eta es ya un estorbo. Se trata ahora de agradecerles los servicios prestados sin que se note demasiado.
Desde hace muchos años sabemos que los asesinos que nos impidieron siempre expresarnos acabarían siendo nuestros alcaldes.
Y la política del PSOE va a ayudar a ello. Me pregunto qué pensarán los familiares de los socialistas vascos asesinados por ETA. Y los miembros del PSOE que tuvieron que irse del País Vasco o que llevan escolta para que no los maten.

Pero si ETA desaparece algo bueno habrá hecho el PSOE, aunque sea a costa de haber olvidado durante años la dignidad de la mitad de los vascos: la gente podrá hablar en los bares con voz normal y tendrá muchas cosas que decir sobre cómo quiere que sea la sociedad del País Vasco: multicultural.

Porque después de tantos años de intolerancia y de prepotencia, aún no os habéis enterado, nacionalistas, de que a muchos vascos nos suena mal el txistu.
Ni de que el nacionalismo se cura viajando.
Ni de que estamos hartos de que tú puedas pensar lo que quieras y yo no.

Y cuando aceptéis que se puede ser vasco de muchas maneras y que las ideas de los otros son respetables, entonces podremos convivir en igualdad de condiciones, y entonces, por fin, empezará a haber democracia en el País Vasco, después de casi setenta años de dictadura (1939-2007).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estas como una puta regadera facha, jamas habeis sido la mitad. Nunca habeis superado el 40%. Todo tu articulo es bazofia, mejor te dedicas a otra cosa. Vete a una ferreteria cualquiera y comprate un mazo anda.