28 septiembre 2016

Los Golfos.

El grafitti recuerda a los de Bansky: realista y metafórico a la vez, contando una historia por delante, y otra mucho más larga y profunda por detrás.
Aquí está el Cedro, símbolo de Líbano y de la naturaleza; y aquí está el golfista, símbolo de los pijos y de los poderosos, de los privilegiados, también de los nuevos ricos.
Está claro, Banksy, el pijo golpea al cedro, y así pasa en Líbano, golpeado y maltratado por unos cuantos que juegan con él y lo van destruyendo con ánimo de lucro e impunemente.

22 septiembre 2016

Un libro, una cita: La Guerra de las Salamandras".

- "La gente [...] ya no perderá el tiempo buscando la profundidad y el fundamento de las cosas [...]. El porvenir de la humanidad consiste, tan sólo, en que se aumenten continuamente la producción y el consumo".

- "En nada se ve tan bien el correr del tiempo como en los niños".

(Karel Capek, 1935).

18 septiembre 2016

Un libro, una cita: "Coule la Seine".

"Era el 24 de diciembre, era especial, todos estaban fuera. Iban a celebrar la llegada del invierno. Una minoría entre ellos no se lo hubiera perdido por nada del mundo y una mayoría no había encontrado ningún medio de escaparse".

(Fred Vargas).

15 septiembre 2016

3ª Parte (y última, por el momento) de La Basura Neoliberal: De la emocionante experiencia de volar con Vueling.

Quizá habéis observado el extraño e hiperbólico uso que la publicidad hace del verbo "disfrutar": "disfrute de su seguro de coche a precios incomparables", "acepte los cookies para poder disfrutar de unos servicios personalizados".
No sé cómo alguien puede disfrutar de su seguro de coche como no sea pasándoselo por la entrepierna rítmicamente.
Pues bien, el lema de Vueling es "Disfrute de su Vueling", todo un alarde de creatividad spanglish.
Y precisamente lo que yo quería contar es el disfrute que me proporcionó un viaje con Vueling entre Marsella y Bilbao. Disfruté un huevo con sus servicios, con su infraestructura, con su atención, con su seriedad, con sus mensajitos al móvil, y un largo etcétera. Como no tengo coche, no tengo seguro de coche; entonces no sabría decir si con Vueling se disfruta más que con tu seguro de coche, pero creo que sí, porque Vueling convierte tu viaje en una aventura extraordinaria e inesperada, en el disfrute total. Y venga de disfrutar.

Los billetes que yo  compré a Iberia, para mí y para mi hija, eran para el 5 de agosto.
La primera sorpresa, como ya he contado, fue ver que en realidad el vuelo lo "operaba" Vueling y no Iberia, lo cual ya me dio que pensar que se trataba de un vuelo enfermo y que por eso había que operarlo. Me costó enterarme de si con Vueling el precio de mi billete incluía las maletas o no.

La segunda sorpresa fue aún mejor: recibí por correo electrónico las tarjetas de embarque que yo ya había previamente imprimido. Pero, al día siguiente, me informaron con otro correo de que esas tarjetas de embarque eran otras puesto que "el horario de mi vuelo" había cambiado.
Uno puede pensar que eso significa que el vuelo ya no sale a las 17'45 sino a las 18'05. Pero no; para Vueling un cambio de horario quiere decir que el vuelo ya no sale el día 5 a las 17'45 sino el día 6 a las 11'50. Eso sí, me daban 2 opciones: o aceptar el cambio de día, o "solicitar" la devolución del precio de los billetes.  Como tenía que viajar, elegí la primera opción, cagándome, eso sí, en la puta madre que los parió. Este cambio supuso además tener que pasar la noche del 5 en un hotel, que, claro, me pagué yo. Como el aviso de cambio me llegó 3 semanas antes del viaje resultaba que era legal pero dejaba muchas dudas sobre el niveling y la actituding de Vueling.
Por fin llegó el día 6: en el vuelo que me habían dado había una escala de 45 minutos solamente en Barcelona, tiempo suficiente para una compañía seria pero no para Vueling por lo tanto.
Así que recibí un moderno SMS en el móvil, que me avisaba de que el primer vuelo tenía una hora de retraso, traducido, que iba a perder el segundo avión.
En el mostrador de facturación me dijeron que no era seguro que perdiera el enlace porque quizá también tendría retraso el segundo con un poco de suerte, y, así, corriendo y eso, pues quién sabe..
Se negaron por tanto a darme la segunda tarjeta de embarque: "tú llegas a Barcelona y allí, si has perdido el vuelo, pues reclamas o tú verás". Exigí las 2 tarjetas de embarque y entonces la mujer me dijo: -"Pero eso tendrás que hablarlo con Vueling".
-"Ah, -respondí atónito- pero ¿tú no eres de Vueling?".
-"No. Somos una contrata y hacemos la facturación solamente".
-"¿Y dónde está la oficina de Vueling en este aeropuerto?
-"No hay... Espera, voy a llamar a "la persona que lleva los asuntos de Vueling".
Evidentemente esa misteriosa "persona" no respondió al teléfono; ya fuera porque no tenía ganas de escuchar -una vez más- la incompetencia de la compañía de la que "llevaba sus asuntos"; ya fuera porque estaba durmiendo en su casa.
En resumen, te vas a Barcelona sabiendo que vas a perder la conexión, y allí te buscas la vida.
En Barcelona encontramos una ventanilla de Iberia donde nos propusieron continuar nuestro viaje con un vuelo Barcelona-Ibiza + tránsito de 3 ó 4 horas en Ibiza + otro vuelo Ibiza-Bilbao. Con lo que la duración total del viaje hubiera sido de unas 12 horas.
Así que elegimos pasar la noche en un hotel de Barcelona cercano al aeropuerto e intentar llegar a Bilbao en el vuelo de la mañana siguiente con los mismos inútiles.
Me dijeron también que mejor sería irnos al hotel sin las maletas y que ellos se encargarían de recogerlas y de meterlas en el vuelo de la mañana.
A la mañana siguiente nos tuvimos que despertar a las 4 de la noche para volver al aeropuerto.

Y conseguimos llegar a Bilbao. Las que no lo consiguieron fueron nuestras maletas, que, al parecer, se quedaron tiradas en Barcelona.
Así que otra reclamación de pérdida de maletas al llegar a Bilbao.
La encargada nos llegó a decir: "Bueno, es normal, es que con Vueling ya se sabe...".
Pues sí que se sabe, de hecho mucha gente me ha dicho después que con Vueling siempre pasa eso, que son una porquería, que hasta el gobierno les ha abierto un expediente (que quedará en nada, añado yo).
En el aeropuerto de Bilbao sí hay un mostrador de Vueling, ohh qué nivel. La chica me confirmó sorprendentemente que sí, que su compañía era una mierda y que eso pasaba constantemente.
Hice una reclamación pero la susodicha empleada me adelantó que no serviría de mucho, que "no solían mirar las reclamaciones" y que "si la hacía otra vez por internet tendría más posibilidades de que me respondieran".
Ah, eso sí se negó a darme dinero en efectivo para comprarme al menos unos calzoncillos después de 2 días de viaje con el contundente argumento de que "es que no nos dan dinero para eso".
Después me he informado del método que utiliza Vueling ante las reclamaciones: simplemente se niega a pagarlas; previamente te marean con 20 mil papeleos y justificantes y sólo en el caso de que los lleves a juicio te pagan lo establecido por la ley para evitar dicho juicio. Lo establecido por la ley que les permite hacer eso y los protege. Ellos saben que sólo el 1% de los timados por Vueling tendrá tiempo, ganas y posibilidades de llegar hasta el juicio. Así que negocio redondo para esta banda.
Por último, he de decir que la chica de Vueling se equivocó: sí respondieron a mi reclamación a través de tres correos electrónicos idénticos pero con 3 números de expediente distintos, que no cuesta nada embrollar un poco más las cosas. En esos correos Vueling me decía:
"Nos dirigimos a usted en referencia a su reclamación POR OBJETO OLVIDADO A BORDO DE UNO DE NUESTROS VUELOS. De cara a investigar lo sucedido, le recomendamos que nos haga llegar la siguiente información...". Y sigue una larga lista de peticiones.
O sea, que ni se han mirado la reclamación por pérdida de maletas; o, más bien, prefieren tratar de engañarme una vez más y liar el asunto hasta que el cliente estafado se aburra y lo deje.
Porque lo único que yo perdí a bordo de sus vuelos fueron las ganas de volver a utilizar esa compañía de mierda.

P.D.: Hoy he recibido además publicidad de Vueling en un e-mail.
Se trata de una gran oferta: "1 millón de plazas desde 29'99 euros".
Pero, por si aún no ha quedado claro, capullos, no quiero vuestro millón de plazas -de las que la mitad vais a anular y la otra mitad llegará con retraso- ni gratis.
Que os den por el culing, que eso sí que lo vais a disfrutar.

12 septiembre 2016

Un libro, una cita: "Cien años de soledad".

"Como Aureliano tenía en esa época nociones muy confusas sobre las diferencias entre conservadores y liberales, su suegro le daba lecciones esquemáticas. Los liberales, le decía, eran masones, gente de mala índole, partidarios de ahorcar a los curas, de implantar el matrimonio civil y el divorcio, de reconocer iguales derechos a los hijos naturales que a los legítimos, y de despedazar al país en un sistema federal que despojara de poderes a la autoridad suprema. Los conservadores, en cambio, que habían recibido el poder directamente de Dios, propugnaban por la estabilidad del orden público y la moral familiar; eran los defensores de la fe de Cristo, del principio de autoridad, y no estaban dispuestos a permitir que el país fuera descuartizado en entidades autónomas [...]. Le pareció una exageración que su suegro se hiciera enviar para las elecciones seis soldados armados con fusiles, al mando de un sargento, en un pueblo sin pasiones políticas. No sólo llegaron, sino que fueron de casa en casa decomisando armas de cacería, machetes y hasta cuchillos de cocina, antes de repartir entre los hombres mayores de veintiún años las papeletas azules con los nombres de los candidatos conservadores, y las papeletas rojas con los nombres de los candidatos liberales[...]. Se votó con entera libertad, como pudo comprobarlo el propio Aureliano, que estuvo casi todo el día con su suegro vigilando que nadie votara más de una vez. A las cuatro de la tarde, un replique de redoblante en la plaza anunció el término de la jornada, y Don Apolinar Moscote selló la urna con una etiqueta cruzada con su firma. Esa noche, mientras jugaba dominó con Aureliano, le ordenó al sargento romper la etiqueta para contar los votos. Había casi tantas papeletas rojas como azules, pero el sargento sólo dejó diez rojas y completó la diferencia con azules. Luego volvieron a sellar la urna con una etiqueta nueva y al día siguiente a primera hora se la llevaron para la capital de la provincia. "Los liberales irán a la guerra", dijo Aureliano. Don Apolinar no desatendió sus fichas de dominó. "Si lo dices por los cambios de papeletas, no irán", dijo. "Se dejan algunas rojas para que no haya reclamos". Aureliano comprendió las desventajas de la oposición. "Si yo fuera liberal -dijo- iría a la guerra por esto de las papeletas". Su suegro lo miró por encima del marco de los anteojos.
- Ay, Aurelito -dijo-, si tú fueras liberal, aunque fueras mi yerno, no hubieras visto el cambio de las papeletas.
Lo que en realidad causó indignación en el pueblo no fue el resultado de las elecciones, sino el hecho de que los soldados no hubieran devuelto las armas. Un grupo de mujeres habló con Aureliano para que consiguiera con su suegro la restitución de los cuchillos de cocina. Don Apolinar Moscote le explicó, en estricta reserva, que los soldados se habían llevado las armas decomisadas como prueba de que los liberales se estaban preparando para la guerra. Lo alarmó el cinismo de la declaración. No hizo ningún comentario, pero cierta noche en que Gerinaldo Márquez y Magnífico Visbal hablaban con unos amigos del incidente de los cuchillos, le preguntaron si era liberal o conservador. Aureliano no vaciló:
- Si hay que ser algo, sería liberal -dijo-, porque los conservadores son unos tramposos".

Gabriel García Márquez.

06 septiembre 2016

2ª parte de la Basura Neoliberal: De cómo Iberia utiliza una foto mía para hacer publicidad de sus vuelos a Frankfurt.

Decíamos ayer que el engaño comercial a escala masiva sólo puede ser hecho  con el apoyo -o, al menos, la complacencia- del poder, que legaliza dicho engaño o lo permite.
En la primera parte de esta serie sobre la basura neoliberal vimos que tú puedes comprar un billete de avión a Iberia pero que es Vueling el que "opera" ese vuelo con sus normas y su miserable servicio de compañía low-caca. Esto ocurre porque Iberia ha dejado de ser "marca España" para pasar a ser algo aún peor: una especie de socio o excrecencia de British Airways. Y Vueling igual. Muchos nombrecitos distintos pero una sola realidad: si no podéis cumplir vuestros compromisos deberíais retiraros; si queréis ganar mucho dinero engañando a la gente, es el gobierno el que debería retiraros; o los jueces. Pero va a ser que no. Supongamos que yo quiero enriquecerme a toda costa: ¿podría hacerlo vendiendo aceitunas podridas? Creo que no. Excepto si me dan el monopolio de las aceitunas. ¿Y prometiendo que arreglaré tu grifo el lunes y no haciéndolo? Tampoco. ¿Y vendiéndote un rollo de papel higiénico a 20 euros? Pues no. Pero es que yo no soy Vueling, una compañía que no sabe, no quiere o no puede hacer su trabajo y que debería desaparecer.
Pero en esta segunda parte de lo que yo quería hablar es de cómo Iberia actúa:
Iberia está utilizando con fines comerciales y desde hace años una foto mía que publiqué en mi blog el 24 de abril de 2011; se trata del aeropuerto de Frankfurt, donde a veces hago escala, y la hice porque me gustó el juego de ángulos, la luz azul y la perspectiva.
Mis amigos fotógrafos me dijeron que Iberia no tenía derecho a hacerlo puesto que -aunque las fotos estén publicadas en el blog, sin marca de agua, firma, o aclaración de derechos de autor- nadie puede utilizar mis fotos sin permiso y mucho menos para fines comerciales. Yo no sé si es cierto, ni siquiera sé si tengo derecho a hacer fotos dentro de un recinto sagrado. Pero, aunque no soy ni fotógrafo profesional ni catalán, el Colegio de Fotógrafos de Cataluña me confirmó muy amablemente que Iberia debería compensarme por cada día que hubiera utilizado mi foto en su publicidad de vuelos a Frankfurt. Pero que para ello debería llevarlos a juicio y que no sabían si eso me merecía la pena teniendo en cuenta la maldición gitana, la justicia de pago del PP, los abogados,y, además pagar a un notario que atestiguara el uso de mi foto por parte de Iberia. En fin.
Preferí dirigirme directamente a Iberia.
Pero ya se sabe que las empresas cutres y de medio pelo prefieren acosarte ellas con publicidad y no les gusta que tú te comuniques con ellos, no vaya a ser que sea para reclamar. descubrí entonces que ponerse en contacto con Iberia era más difícil que hacerlo con los extraterrestres, por lo que me vi obligado a escribirles un mail en su página de reclamaciones de vuelos, pérdidas de equipaje y demás, o sea, "Atención al cliente". Les expliqué el problema, les expresé mi sorpresa de que una empresa tan grande e importante fuera tan cutre como para robar una foto de un blog en lugar de encargarla a un profesional o hacerla ellos mismos con una camarita, o con el móvil; o con el rabo.
Y les pregunté qué proponían.
Pero a Iberia le importa una mierda el cliente y por eso no presta atención a la atención al cliente, con lo que hasta ahora estoy esperando una respuesta...Bueno, no, una respuesta sí hubo: sus cookies captaron que yo había entrado a su maravillosa página de vuelos a Frankfurt y desde entonces casi cada día me mandan anuncios de grandes ofertas que seguramente en realidad "opera" Vueling. Algo así como un regodeo y refocilamiento en la cutrez.

¿Me obligarán a ponerles el juicio al final como me ha obligado Iberia-Vueling a prescindir de sus patéticos servicios? Tienen pinta, así que me documento y guardo pruebas para ese momento.

Aquí os dejo mi foto, el enlace del blog, y su publicidad con mi foto, por si estáis interesados en ir a Frankfurt con Iberia (operado por Vueling). Que tengáis suerte si lo hacéis, porque la tercera parte de la Basura Neoliberal trata de mi viaje Marsella-Bilbao, que, gracias a Vueling y a Iberia, duró 3 días.





http://beirutresiste.blogspot.com.es/2011/04/aeropuerto-de-frankfurt.html

http://www.iberiavuelos.es/vuelos-frankfurt

http://www.iberiavuelos.es/images/galeria-frankfurt.jpg




02 septiembre 2016

Un libro, una cita: La Playa de los Ahogados.

-"¿Y tú quieres que te escuchen o que te den un consejo?".

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-"[...] Y no te preocupes por mí. Ya maduraré.
- No se madura, Leo -replicó su padre antes de acelerar y dejarlo de pie en el aparcamiento-. Sólo se envejece".

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-[...] tiró los trozos de cenicero a la papelera. La mujer de la limpieza tenía razón: lo que se ha roto alguna vez no recupera su estado original"-.

(Domingo Villar).