15 septiembre 2016

3ª Parte (y última, por el momento) de La Basura Neoliberal: De la emocionante experiencia de volar con Vueling.

Quizá habéis observado el extraño e hiperbólico uso que la publicidad hace del verbo "disfrutar": "disfrute de su seguro de coche a precios incomparables", "acepte los cookies para poder disfrutar de unos servicios personalizados".
No sé cómo alguien puede disfrutar de su seguro de coche como no sea pasándoselo por la entrepierna rítmicamente.
Pues bien, el lema de Vueling es "Disfrute de su Vueling", todo un alarde de creatividad spanglish.
Y precisamente lo que yo quería contar es el disfrute que me proporcionó un viaje con Vueling entre Marsella y Bilbao. Disfruté un huevo con sus servicios, con su infraestructura, con su atención, con su seriedad, con sus mensajitos al móvil, y un largo etcétera. Como no tengo coche, no tengo seguro de coche; entonces no sabría decir si con Vueling se disfruta más que con tu seguro de coche, pero creo que sí, porque Vueling convierte tu viaje en una aventura extraordinaria e inesperada, en el disfrute total. Y venga de disfrutar.

Los billetes que yo  compré a Iberia, para mí y para mi hija, eran para el 5 de agosto.
La primera sorpresa, como ya he contado, fue ver que en realidad el vuelo lo "operaba" Vueling y no Iberia, lo cual ya me dio que pensar que se trataba de un vuelo enfermo y que por eso había que operarlo. Me costó enterarme de si con Vueling el precio de mi billete incluía las maletas o no.

La segunda sorpresa fue aún mejor: recibí por correo electrónico las tarjetas de embarque que yo ya había previamente imprimido. Pero, al día siguiente, me informaron con otro correo de que esas tarjetas de embarque eran otras puesto que "el horario de mi vuelo" había cambiado.
Uno puede pensar que eso significa que el vuelo ya no sale a las 17'45 sino a las 18'05. Pero no; para Vueling un cambio de horario quiere decir que el vuelo ya no sale el día 5 a las 17'45 sino el día 6 a las 11'50. Eso sí, me daban 2 opciones: o aceptar el cambio de día, o "solicitar" la devolución del precio de los billetes.  Como tenía que viajar, elegí la primera opción, cagándome, eso sí, en la puta madre que los parió. Este cambio supuso además tener que pasar la noche del 5 en un hotel, que, claro, me pagué yo. Como el aviso de cambio me llegó 3 semanas antes del viaje resultaba que era legal pero dejaba muchas dudas sobre el niveling y la actituding de Vueling.
Por fin llegó el día 6: en el vuelo que me habían dado había una escala de 45 minutos solamente en Barcelona, tiempo suficiente para una compañía seria pero no para Vueling por lo tanto.
Así que recibí un moderno SMS en el móvil, que me avisaba de que el primer vuelo tenía una hora de retraso, traducido, que iba a perder el segundo avión.
En el mostrador de facturación me dijeron que no era seguro que perdiera el enlace porque quizá también tendría retraso el segundo con un poco de suerte, y, así, corriendo y eso, pues quién sabe..
Se negaron por tanto a darme la segunda tarjeta de embarque: "tú llegas a Barcelona y allí, si has perdido el vuelo, pues reclamas o tú verás". Exigí las 2 tarjetas de embarque y entonces la mujer me dijo: -"Pero eso tendrás que hablarlo con Vueling".
-"Ah, -respondí atónito- pero ¿tú no eres de Vueling?".
-"No. Somos una contrata y hacemos la facturación solamente".
-"¿Y dónde está la oficina de Vueling en este aeropuerto?
-"No hay... Espera, voy a llamar a "la persona que lleva los asuntos de Vueling".
Evidentemente esa misteriosa "persona" no respondió al teléfono; ya fuera porque no tenía ganas de escuchar -una vez más- la incompetencia de la compañía de la que "llevaba sus asuntos"; ya fuera porque estaba durmiendo en su casa.
En resumen, te vas a Barcelona sabiendo que vas a perder la conexión, y allí te buscas la vida.
En Barcelona encontramos una ventanilla de Iberia donde nos propusieron continuar nuestro viaje con un vuelo Barcelona-Ibiza + tránsito de 3 ó 4 horas en Ibiza + otro vuelo Ibiza-Bilbao. Con lo que la duración total del viaje hubiera sido de unas 12 horas.
Así que elegimos pasar la noche en un hotel de Barcelona cercano al aeropuerto e intentar llegar a Bilbao en el vuelo de la mañana siguiente con los mismos inútiles.
Me dijeron también que mejor sería irnos al hotel sin las maletas y que ellos se encargarían de recogerlas y de meterlas en el vuelo de la mañana.
A la mañana siguiente nos tuvimos que despertar a las 4 de la noche para volver al aeropuerto.

Y conseguimos llegar a Bilbao. Las que no lo consiguieron fueron nuestras maletas, que, al parecer, se quedaron tiradas en Barcelona.
Así que otra reclamación de pérdida de maletas al llegar a Bilbao.
La encargada nos llegó a decir: "Bueno, es normal, es que con Vueling ya se sabe...".
Pues sí que se sabe, de hecho mucha gente me ha dicho después que con Vueling siempre pasa eso, que son una porquería, que hasta el gobierno les ha abierto un expediente (que quedará en nada, añado yo).
En el aeropuerto de Bilbao sí hay un mostrador de Vueling, ohh qué nivel. La chica me confirmó sorprendentemente que sí, que su compañía era una mierda y que eso pasaba constantemente.
Hice una reclamación pero la susodicha empleada me adelantó que no serviría de mucho, que "no solían mirar las reclamaciones" y que "si la hacía otra vez por internet tendría más posibilidades de que me respondieran".
Ah, eso sí se negó a darme dinero en efectivo para comprarme al menos unos calzoncillos después de 2 días de viaje con el contundente argumento de que "es que no nos dan dinero para eso".
Después me he informado del método que utiliza Vueling ante las reclamaciones: simplemente se niega a pagarlas; previamente te marean con 20 mil papeleos y justificantes y sólo en el caso de que los lleves a juicio te pagan lo establecido por la ley para evitar dicho juicio. Lo establecido por la ley que les permite hacer eso y los protege. Ellos saben que sólo el 1% de los timados por Vueling tendrá tiempo, ganas y posibilidades de llegar hasta el juicio. Así que negocio redondo para esta banda.
Por último, he de decir que la chica de Vueling se equivocó: sí respondieron a mi reclamación a través de tres correos electrónicos idénticos pero con 3 números de expediente distintos, que no cuesta nada embrollar un poco más las cosas. En esos correos Vueling me decía:
"Nos dirigimos a usted en referencia a su reclamación POR OBJETO OLVIDADO A BORDO DE UNO DE NUESTROS VUELOS. De cara a investigar lo sucedido, le recomendamos que nos haga llegar la siguiente información...". Y sigue una larga lista de peticiones.
O sea, que ni se han mirado la reclamación por pérdida de maletas; o, más bien, prefieren tratar de engañarme una vez más y liar el asunto hasta que el cliente estafado se aburra y lo deje.
Porque lo único que yo perdí a bordo de sus vuelos fueron las ganas de volver a utilizar esa compañía de mierda.

P.D.: Hoy he recibido además publicidad de Vueling en un e-mail.
Se trata de una gran oferta: "1 millón de plazas desde 29'99 euros".
Pero, por si aún no ha quedado claro, capullos, no quiero vuestro millón de plazas -de las que la mitad vais a anular y la otra mitad llegará con retraso- ni gratis.
Que os den por el culing, que eso sí que lo vais a disfrutar.

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