27 diciembre 2006

Feliz navidad para los deportados.

Cuando nació Jesucristo, allá por estas fechas, muy lejos del Vaticano, en una pequeña aldea de Palestina, el Imperio Romano colonizaba aquellas tierras.
Dos mil años después su mensaje de paz no ha cambiado el mundo.
En Palestina ahora hay otro imperio colonizador y los niños, como Jesús, no tienen casas para nacer, porque se las han destruido.
Algunos poderosos rezan en nombre de Jesús antes de invadir, torturar y matar.
La cristiandad nació en Oriente Medio, como tantas otras cosas, aunque en nuestro etnocentrismo no sepamos que hay cristianos, desde el siglo I hasta ahora, en Irak, en Turquía, en Siria, en Egipto, en Palestina.
Aunque no sepamos que los católicos son sólo un grupo de cristianos, y que otros cristianos se separaron de ellos hace ya más de 400 años porque el lujo y las jerarquías del Vaticano les parecían una ofensa a las enseñanzas de Cristo.
Aunque no sepamos que Jesús es también un profeta del Islam.
Aunque no queramos pensar que, como dice el escritor cristiano libanés Amin Maalouf, si existen cristianos en Oriente Medio es porque el islam dominante convivió con ellos siempre, igual que con los judíos, y respetó sus creencias con tolerancia.
Ojalá pudiéramos decir lo mismo en Europa y sobre todo en España, porque, aunque se nos haya olvidado, hubo españoles musulmanes y españoles judíos y con ellos fuimos la Inquisición, fuimos Bush, y no fuimos Jesucristo.
El mundo no ha cambiado mucho y Palestina sigue siendo un símbolo de opresión.

El Papa hace un llamamiento para la paz en el mundo, la reina de Inglaterra pide mayor tolerancia religiosa, pero ninguno de los 2 comenta esto:
"Israel anunció ayer la construcción de un nuevo asentamiento judío en la Cisjordania ocupada.
Los palestinos reaccionaron con costernación mientras la comunidad internacional no ha efectuado ninguna declaración de condena, dando así vía libre a Israel para que siga construyendo en los territorios ocupados en violación de la legislación internacional". (27-12-2006)

Y creo que tampoco tienen nada que decir de esto otro:
"El ejército israelí se ha ofrecido para deportar a la población palestina de dos pueblos que han quedado del lado hebreo del muro que Tel Aviv ha construido en los últimos años dentro de Cisjordania. Cuando se levantó la muralla se hizo dejando de la parte israelí a varios pueblos palestinos. El gobierno hebreo aseguró entonces que se iban a construir "puertas" para que los palestinos, en su mayoría campesinos, pudieran estar comunicados con los restantes pueblos de Cisjordania. Sin embargo, el ejército se lo ha vuelto a pensar y ha decidido ahora que lo mejor es deportarlos". (27-12-2006)


No me parece que el Jesucristo de la reina de Inglaterra, de Benedicto, de Aznar, de Bush, y de tantos otros tenga mucho que ver con aquel niño que nació en Palestina hace, al parecer, 2006 años.

26 diciembre 2006

El sí de las niñas.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, solicita elecciones anticipadas y al ministro español de Asuntos Exteriores le falta tiempo para declarar que España apoya esa decisión. Y la Unión Europea, y Estados Unidos, claro.

En Líbano también existe una situación de ingobernabilidad pero Moratinos, la Unión Europea y Estados Unidos, claro, reafirman su apoyo al primer ministro Fouad Siniora y no recomiendan esas mismas elecciones anticipadas o un gobierno de unión nacional.

Ya ha dejado de sorprendernos la impudicia con la que ciertos países se inmiscuyen en los asuntos internos de otros. ¿Alguien se imagina a Abbas "apoyando" en nombre de Palestina unas elecciones anticipadas en España? Pero, ¿quién coño nos creemos que somos?

Pero aparte de eso, ¿por qué esa diferente actitud en el caso de Palestina y en el de Líbano?
En Palestina el gobierno y el primer ministro pertenecen a Hamas, movimiento islámico, para algunos terrorista y para otros resistencia legítima a las décadas de invasión israelí.
Y el presidente Abbas pertenece a Fatah.
Estados Unidos, Israel y la Unión Europea saben que Abbas es muchísimo más manejable que Hamas y que está dispuesto a hacer casi cualquier concesión, como si los palestinos no hubieran hecho ya bastantes sin ningún resultado.
Y por eso todas esas "grandes democracias" pretenden olvidar que Hamas representa la democracia en Palestina y que si está en el gobierno es, ni más ni menos, que porque así lo quiso el pueblo palestino al votarles.
Al Fatah le convendría primero refrescar sus valores democráticos, que tantas décadas de monopolio del poder y corrupción en Palestina parecen haber embotado; Fatah nunca ha aceptado que perdieron las elecciones, que los palestinos lo echaron del poder, hartos.
Y segundo, aclararse las ideas porque parece que se les ha olvidado quién oprime a su pueblo, quién los mantiene en la miseria y la humillación, quién los mata cada día. Y quién apoya el genocidio. Y quién mira para otro lado y deja hacer.

En Líbano la situación es muy distinta pero también se ha llegado a una parálisis, a una imposibilidad de gobernar el país.
En este caso Moratinos, la Unión Europea y Estados Unidos, claro, apoyan al gobierno democrático, el del también muy manejable y "pro-occidental" Siniora.
Porque en este caso la oposición es, entre otros, el movimiento islámico Hizbullah, para unos terrorista, para otros resistencia legítima ante la agresión israelí.
Y también parecen olvidar que Hizbullah representa a muchísimos libaneses, más que cualquier otro partido.

En resumen, depende de dónde y cómo, se apoyan unas elecciones anticipadas o se rechazan, se exige un gobierno de unión nacional o no se habla de ello.
El doble rasero de siempre.

Qué pena que cada vez haya menos países independientes y con capacidad de decisión.
Lo que Moratinos debería exigir es la independencia de Palestina ya, que va siendo hora, y el cumplimiento de todas las resoluciones de la Onu. De todas. Y el respeto de los derechos humanos por parte de todos los países. De todos.
Pero ya sabemos que eso, bueno...

Mientras tanto los imperialistas ineptos y todos los que no se atreven a decir "no" han provocado una guerra civil en Irak.
Un peligro de guerra civil en Palestina.
Una división de la sociedad libanesa.

No es lo mismo Moratín que Moratinos, pero los dos han hecho "el sí de las niñas":
- "¡ Síííííííí !"

22 diciembre 2006

11 diciembre 2006

Líbano y "la situación".

La gente está deprimida, sin energía, pesimista; será el otoño, la crisis económica, la falta de perspectivas, el hastío, o "la situación": los libaneses se refieren así a lo que está pasando, "la situación".
La situación es que el país está dividido en dos bandos a cual más surrealista. Y los que no creen en ninguno de los dos bandos se quedan en su casa.
"La situación" es un callejón sin salida.
Por un lado están los llamados "prosirios", los que han bloqueado el centro de la ciudad para presionar al gobierno y hacerlo caer. Los partidos en el gobierno los consideran una marioneta de Irán y Siria. Puede que sea verdad y puede que no.
En las manifestaciones no hay ninguna alusión ni a Siria ni a Irán, lo que sí hay es gente humilde que viene de los barrios de las afueras al opulento centro al que normalmente no tienen acceso.
Este bloque extraño está formado por "nuevos amigos": el Hizbullah chiíta, que controla la seguridad, y a su lado su ex-enemigo acérrimo, los también chiítas de Amal.
Y también los seguidores del general Aoun, cristiano maronita que hizo la guerra al ejército sirio y huyó de Líbano para que éste no lo matara. El gran "antisirio" convertido en "prosirio".
Y también los maronitas de Sleiman Frangié, tradicionalmente cercanos a Siria. Y los comunistas. Y los partidarios de la unión de Siria y Líbano...
Todos juntos durmiendo en tiendas de campaña, bailando dabké, paseando, escuchando los discursos de sus líderes.

Por el otro lado, el no menos surrealista bloque del "14 de marzo", los llamados "antisirios", aunque algunos de ellos fueran muy amigos del régimen sirio hasta hace bien poco tiempo. Se les llama también "pro-occidentales" y los otros los consideran una marioneta de Estados Unidos.
Aquí están el primer ministro Fouad Siniora y los ministros que quedan en el gobierno.
Y lo forman los sunitas del multimillonario Saad Hariri, que heredó el puesto de líder de su padre Rafic Hariri cuando éste último fue asesinado. Y junto a ellos, los drusos del neoantisirio, señor feudal y líder, no es broma, del Partido Socialista a pesar de vivir en un palacio, Walid Joumblat, famoso por sus continuos cambios de posición política. Y los cristianos maronitas de la ultraderecha, los falangistas, los seguidores del "Doctor" Geagea, recientemente salido de prisión y acusado de crímenes de guerra.
Los que vivieron la guerra civil cuentan que, aunque sólo Geagea fue condenado, rarísimo es el jefe político actual que no tiene las manos manchadas de sangre, en uno y otro bando.

Parece que los han barajado y a cada uno lo han puesto en uno de los dos bandos al azar.
Da la sensación de que los dos grupos están manejados, al menos influidos o presionados, por países extranjeros.
Lo que está claro es que se ha conseguido la división del país y que no se vislumbra una solución aceptable para todos.

Los primeros hicieron ayer una manifestación multitudinaria, pacífica y festiva y amenazan con endurecer las protestas hasta que el gobierno renuncie. Se han puesto en una situación en la que es difícil ya echarse atrás.
Los segundos lo consideran un intento de golpe de estado y reafirman cada día que no darán el brazo a torcer. Y tampoco pueden ya echarse atrás.

Y se están creando todas las condiciones para que estalle la violencia entre libaneses y para que haya choques interconfesionales.
Oriente Medio siempre ha sido un modelo de convivencia religiosa pero algunos países están empeñados en que no sea así.
El hecho es que poca solución se atisba ante esta situación.
Lo mejor sería cambiar de líderes, liberar al país de los clanes, abrir la democracia libanesa a todos los ciudadanos, impedir las manipulaciones de otros países...
Pero esto no parece muy realista porque las garrapatas locales están muy agarradas a la carne de Líbano y las garrapatas de Oriente y Occidente tienen demasiados intereses como para dejar en paz a Líbano.

Por eso quizás la única salida sería convocar unas elecciones anticipadas, como se hace en países democráticos cuando la solución no es sostenible, y elegir presidente, primer ministro y parlamento; y cambiar el sistema electoral para hacerlo más justo y representativo.
En resumen, dejar que los libaneses se expresen y digan quién quieren que los gobierne.
Si esto no pasa, si no se hace también un gobierno de unión nacional, parece que el futuro de Líbano se presenta bastante oscuro.

08 diciembre 2006

La impunidad de los privilegiados.

"Cerca de 180 soldados, civiles y policías miembros de las fuerzas de mantenimiento de la paz bajo mando de la ONU en el mundo han sido sancionados desde el 2004 por abuso y explotación sexual, ha declarado el portavoz de la ONU.
Desde enero del 2004, la Onu ha investigado a 319 de sus empleados. Esto ha conducido a la dimisión de 18 civiles y a la repatriación de 144 militares, según la ONU".

Los números son enormes, pero lo son mucho más teniendo en cuenta que son personas en misión humanitaria y de paz.
Y aún son más enormes si pensamos en que éstos son los datos oficiales hechos públicos por la propia ONU, una organización cuya reputación se ve dañada por estos escándalos y por lo tanto tendrá tendencia a minimizarlos.
Y más enormes todavía son los números si consideramos que las víctimas de estos abusos son personas sin protección (de hecho se supone que sus violadores han ido allí a protegerlos), de países del tercer mundo en general, países donde en muchos casos no se respetan los derechos humanos, donde un paria no tiene a nadie a quien quejarse o reclamar. Gente que ha sufrido violencias, guerras, catástrofes, hambre,...
¿Cuántas de estas violaciones han quedado impunes por el miedo de las víctimas a hablar, a acusar a todo un señor Casco Azul?
Bueno, impunes parece que han quedado todas porque a estos privilegiados ni se les condena, ni se les juzga siquiera. Como mucho se les "investiga" y en casos extremos se les "repatría" para que no sigan violando.
Alguno incluso "dimite", lo cual debe de ser muy doloroso teniendo en cuenta las condiciones con las que trabaja esta gente, con sueldos astronómicos y estatus de diplomático.
Lo peor sin embargo es la mentalidad neocolonizadora y la ignorancia con la que algunos llegan: convencidos de pertenecer a una civilización superior y, por tanto, con derecho, entre otros, de pernada.

Más claro lo dijo TK Frank en su canción "Teorías, filosofías, esplicaciones...":
"(...) Si cometes una infracción que en teoría es justificable,
han de ser sólidos tus argumentos para no ser el culpable.
Aunque me he explicado mal:
el culpable siempre serás,
lo que ocurre es que en ese momento era justo infraccionar.
Un Casco Azul, por ejemplo, va a un país en guerra a pacificar
y cuando ve el culo de una indígena sólo piensa en infraccionar.
Infracciona violando, abusando, pegando,
pero el ser un Casco Azul tal acto está justificando.
Total, se trataba de una sucia adolescente, maloliente,
africana, que no vale na' de nada,
ante el poder pacificador de un casco azul perteneciente
a la gran y poderosa armada norteamericana (...)".

El polonium, las armas de destrucción masiva, los super-atentados, la guerra bacteriólogica, la gripe del pollo, el antrax, los meteoritos...

Así funcionamos los humanos desde niños, si nos meten miedo obedecemos:
"Lleva esta bufanda que te aprieta el cuello porque si no vas a coger frío y te van a poner inyecciones".
"Si vas allí, viene el hombre del saco y te lleva".
"Ponga aquí su huella dactilar y muéstreme todo lo que lleva porque hay terroristas sueltos que quieren matarnos".
Pero tenemos poca memoria, así que hay que sacarse de la manga a un coco cada cierto tiempo.

El nuevo hombre del saco se llama Polonium y es malísimo.
"RADIOACTIVIDAD encontrada en 12 lugares de Londres". "British Airways trata de localizar a más de 33.000 PASAJEROS de sus vuelos para someterlos a pruebas de deteccción de polonium".
"El restaurante de sushi donde comió Litvinenko cerrado". "Encontradas HUELLAS DE RADIOACTIVIDAD en un familiar de Litvinenko". "CONTAMINACIÓN de polonium en un campo de fútbol de Londres"."El gobierno de Grecia (?) toma muy en serio la AMENAZA".
Éstas son las portadas de los periódicos y de los telediarios cada día.

Pero también hay una letra pequeña, muy pequeña, hay que buscarla con lupa, no aparece en los titulares:
El polonium 210, que ha envenenado al ex-agente Alexandre Litvinenko es un tóxico extremadamente peligroso si penetra en el cuerpo, pero si no, no representa ningún riesgo, remarcan los expertos.
Los restos encontrados en los lugares frecuentados por Litvinenko antes de su muerte son en principio inofensivos, según el director del Instituto de Radioprotección del Hombre en el IRSN, el profesor P. Gourmelon.
El riesgo de contaminación indirecta por polonium es muy débil. Sus rayos gamma (que atraviesan los tejidos) son mínimos.
Difunde más de un 99% de rayos alfa, que un papel de cigarrillo puede parar y cuyas partículas tienen un recorrido de menos de 4 cm.
Para enfermar a una persona se necesita una masa de alrededor de un microgramo, lo cual es enorme, recalca el experto.
El polonium está presente en todas partes en la naturaleza en dosis infinitesimales.
En resumen, en relación a los riesgos corridos por las personas que han frecuentado los mismos lugares que Litvinenko: "no hay que tener pánico ni angustia".

Algo no cuadra.
Pero lo importante es que somos más dóciles cuando nos sentimos amenazados.
Y siempre nos sentimos amenazados.

29 noviembre 2006

El motivo del crimen.

Con la muerte de Pierre Gemayel, y tras la "pausa" de la última invasión israelí, con su cosecha de más de mil muertos civiles, entre ellos cientos de niños libaneses, volvemos en Líbano al ciclo de los asesinatos de personalidades políticas e intelectuales.

Ahora le ha tocado el turno a uno de los representantes del sistema libanés de clanes confesionales, miembro de una de las familias que acaparan el poder y se lo pasan de generación en generación.
Pierre Gemayel era nieto de ministro, hijo de presidente, sobrino de presidente, diputado con 28 años, ministro de industria con 34.
En este caso se habla de "una gran familia de políticos", de "una importante presencia en la vida política libanesa durante más de 50 años", de "una tradición", mientras que en otros casos se hablaría de "nepotismo, corrupción, enchufismo, sistema hereditario, cerrazón, acaparamiento del poder". Sutilezas del lenguaje.

¿Quién es el culpable?
Pues para Estados Unidos, la Onu, Francia, la Unión Europea, una gran parte de los libaneses y los medios de comunicación, la cosa está clara: han sido los sirios.
Siria durante muchos años mantuvo un control político, económico, militar sobre Líbano.
Se decía que al presidente libanés se le elegía en Damasco, que en Líbano no se hacía nada sin el visto bueno de Siria.
Ahora se pretende olvidar que ese sistema se mantuvo con la colaboración y el beneficio de muchos libaneses, y no precisamente de a los que ahora se califica de "prosirios".
La mayoría chiíta es la más desfavorecida y la más pobre de Líbano y también lo era durante la tutela siria. Los que tenían y tienen Ferraris, los que pasaban sus vacaciones en París o en Milán no eran los habitantes de los suburbios chiítas, porque a ésos las embajadas europeas no les dan el visado.

Siempre me ha sorprendido el hecho de que en Líbano se hable peor de los sirios que de los israelíes.
Y prefiero no entenderlo.

Desde el asesinato de Hariri hasta el último de Pierre Gemayel se ha acusado a Siria; no hace falta el Tribunal Internacional si ya se ha condenado a alguien antes del juicio.
Los medios de comunicación se encargan de remarcarlo por si alguien aún tuviera dudas: cada vez que se habla de Gemayel se añade "el político cristiano antisirio", como si fueran sus apellidos o su definición, como si esto fuera sólo un problema confesional o una simple conspiración de Siria en Líbano y no algo mucho más amplio, sucio e inquietante.
Nunca se habla de los "escarceos" proisraelíes de su familia, por ejemplo.
Lo que se está consiguiendo con esta presión maniquea que, lo siento, recuerda tanto a la mentalidad estadounidense de los buenos y los malos, será casualidad, lo que se está consiguiendo, es dividir a la sociedad libanesa en 2 bloques opuestos entre los que es obligatorio elegir uno; o se es "prosirio", "proiraní", "pro-Hizbullah", o se es "prooccidental", "antisirio".
Da la sensación de que alguien está manejando los hilos con el objetivo de "divide y vencerás".
Lo estamos viendo en Irak, es más cómodo "que se maten entre ellos".

¿Y por qué se supone que los sirios están haciendo todo esto?
Pues también está claro, al parecer: para muchos libaneses se resume en que "nos odian y no soportan perder el control de Líbano y hacen lo que sea para recuperarlo".
Pero uno se pregunta si éste es un camino lógico para recuperar la influencia o es más bien lo contrario, una forma de suicidio.
Para los medios de comunicación, con el último asesinato se pretendía evitar la aprobación del Tribunal Internacional para Líbano en la Onu, como si matando a alguien el día anterior se fuera a conseguir; más bien ha sido una "ayuda" para convencer a los más reticentes.

Parece una broma hablar de Siria como de una "gran potencia regional" porque su situación actual no es precisamente ideal: Siria es un país aislado por Estados Unidos, la Onu, Europa, designado como perteneciente al "eje del mal", considerado como una dictadura de las que "no colaboran". Estados Unidos y Francia, entre otros, han dejado clara su determinación de acabar con la influencia siria en Líbano.
Y en esas circunstancias de aislamiento y presión internacional, lo único que se le ocurre a Siria es seguir cometiendo en Líbano atentados de los que sabe que va a ser acusado, apretar la soga en su cuello, dar la razón a sus detractores, aumentar el odio, y acercar el espectro de una guerra civil en Líbano.
Sinceramente, no me lo creo.
No creo que nadie sea tan inconsciente de matar sabiendo de antemano que va a ser acusado del crimen.
No veo que Siria gane nada con esto y sí que pierde mucho.

El asesino estúpido es el que mata sabiendo que lo van a condenar.
El asesino inteligente es el que mata sabiendo que van a condenar a su enemigo.

14 noviembre 2006

El chulo de la clase.

Me llamo José Europa y tengo 10 años y quiero contaros una historia que no entendí.

En mi escuela del condado de Viejayork pasaban cosas muy extrañas.
Yo era un chico sin problemas, mi padre era un comerciante rico que mantenía buenas relaciones con todos los vecinos, aunque su matrimonio de conveniencia no iba del todo bien.
En mi clase, pero en la mesa del fondo, había un niño andrajoso y triste que se llamaba Filisteo.
Y, a su lado, el pequeño Goliath, un niño insoportable, demasiado seguro de sí mismo, que le hacía la vida imposible al flacucho Filisteo.
Decían que los padres de Goliath habían sido perseguidos, que habían sufrido mucho. Por eso las autoridades del condado decidieron darles las mejores tierras entre las propiedades de la familia Filisteo.
Así que los dos niños estaban condenados a ser vecinos. Yo no entendía que el condado diera las tierras de otro a una familia en lugar de utilizar los terrenos comunales.
Goliath era de un pretencioso insufrible; cuando le preguntaba cómo había llegado su familia a esa situación económica tan próspera, respondía que Dios les había dado sus fértiles tierras, que siempre les habían pertenecido, que su padre decía que estaba escrito en la biblia.
Goliath pegaba a Filisteo en los recreos y, a veces, los profesores lo veían y miraban hacia otro lado, o como mucho, decían en voz baja "Ay, ay, ay, este chico".
Cuando las palizas eran brutales, los profesores los llamaban y, poniendo carita de justos, exclamaban: "Tenéis que dejar de agrediros mutuamente, chicos".
Pero yo oía que a Goliath, a solas, le comentaban: "Te entendemos, Goli, tienes derecho a defenderte de los ataques de Filisteo, pero, bueno, ten cuidado, que luego sus padres adoptivos y otros vecinos se quejan un poco".
Y Goliath respondía: "Pues que se vaya. Que se vaya de mis tierras, que se vaya de mi escuela, que se vaya del condado".

Yo no entendía nada al principio, excepto que la familia Goliath tenía excelentes relaciones con el sherif del condado, un individuo violento y sin escrupulos llamado Sam Faquin.
Su hijo, Sam Faquin junior, también iba a la escuela con nosotros: era un crío gigantón, con aires de granjero, sonriente pero brutal. Tenía atemorizada a toda la clase, especialmente a los que intentaban resistirle. Sam Faquin era el jefe de un grupo de niños ricos: algunos eran amigos de su familia y otros simplemente se arrimaban a él para no tener problemas.
Porque Sam Faquin tenía una frase favorita: "O estás conmigo o estás contra mí".
Goliath y Faquin habían hecho un pacto de sangre.
Y se veía, porque cuando Goliath maltrataba a Filisteo, el gigantón se ponía delante para impedir que nadie interviniera; y si alguien miraba la paliza Sam lo agarraba y decía: "¿Qué estás mirando tú, eh? ¿Ves que Goliath se está defendiendo, no?"
Los otros niños callaban y desaparecían.
¿Y qué podían hacer ellos si los propios padres adoptivos de Filisteo no lo defendían? ¿Si mi padre también callaba cuando yo le contaba las barbaridades? ¿Si los profesores, tan justos ellos, miraban con una pequeña mueca hacia otro lado?
Pero muchos niños estábamos cansados de los abusos de Goliath y de la prepotencia de Sam.
¿Y qué podíamos hacer nosotros?

Se me ocurrió una cosa, me daba tanta pena Filisteo.
Sam Faquin siempre hablaba de la democracia, decía que era algo muy dentro de su familia, que su abuelo la había inventado, que su padre, el sherif, la defendía a toda costa y que tenía la pistola para matar a los malos que no respetaran la democracia.
Y que la democracia consistía en que la mayoría decidía las cosas justas.
Entonces un día nos reunimos los 16 niños de la clase en el patio y yo dije:
"Las palizas de Goliath a Filisteo están mal, porque Filisteo es pequeño y flaco. Entonces tenemos que hacer como dice el padre de Sam Faquin. Tenemos que decir que esto no es justo. Y si lo pensamos la mayoría, Goliath no debe...no debería..., podemos recomendarle que deje de hacerlo.... si quiere, claro.... que no lo haga tanto o tan fuerte".
Yo me había puesto nervioso porque Sam faquin me estaba mirando con los brazos cruzados y su aspecto de matón. Ponía cara de sospechar que yo no era bueno, o algo así, y tuve miedo de que la tomara conmigo. Y recordé que el propio Sam le daba los palos a Goliath para que le pegara a Filisteo.
Pero Sam no dijo nada.
Y entonces votamos: "Los que estén contra las palizas, que levanten la mano".
De los 16 niños, 10 la levantamos tímidamente, mirando a Sam de reojo pero orgullosos de hacer algo "justo" y de jugar a la democracia.
Otros 4 niños se quedaron inmóviles, o por no buscarse problemas con los fuertes o por quedar bien con ellos o por pura apatía.
Quedaban Sam Faquin y el propio Goliath.
Yo pensé: "Éste no debería votar. ¿Por qué está aquí?"
Goliath se puso rojo de bíblica ira y nos gritó:
"Primero, que dice mi padre que nos odiáis por nuestra religión y porque nos tenéis envidia" -Todos nos miramos sorprendidos, qué tenía que ver la religión con aquello-
"Y segundo, que dice mi padre que nos estamos defendiendo. Y además a mi padre también le dieron muchas palizas en otro país, así que tenemos derecho. Y tenemos la moral, y la tierra es nuestra, y Filisteo es un asqueroso y vosotros sois unos asquerosos y no pienso haceros caso".
Sam Faquin se interpuso, nos señaló con el dedo y habló muy alto:
"En este condado tenemos una lucha por la libertad.
Estamos orgullosos de nuestro modo de vida.
El que no lo acepta como el mejor, es una amenaza. Y nosotros no aceptamos amenazas.
Vosotros no sois patriotas, mi padre os llamaría "terrorísticos".
Las cosas van a seguir como están. Dios nos ama y nos bendice. El que no está conmigo está contra mí.
Mi voto es...que Goliath tiene razón y vamos a apoyarle... todos, ¿entendido?
Y mi voto vale más que el de todos vosotros juntos: porque mi abuelo inventó la democracia, ¿vale?, es mía y hago lo que quiero con ella.
Y además porque soy más fuerte y no me gusta que me lleven la contraria,
Yo creo en la Democracia y en Dios y en el Bien. Amén".

Agarró a Goliath por el hombro, como un padre, y se fueron.
Y los demás salimos corriendo cada uno por un lado, no fuera a ser que volvieran con los palos.


11 de Noviembre de 2006.
En la ONU se vota una resolución de condena de la ofensiva israelí en Gaza, que ha "producido" más de 50 muertos palestinos.
Resultado de la votación:

-10 VOTOS A FAVOR DE LA RESOLUCIÓN
-4 ABSTENCIONES
-VETO DE ESTADOS UNIDOS

11 noviembre 2006

Pobres muchachos.

2839 militares estadounidenses muertos en Irak desde la invasión de marzo de 2003.
No 2838 ni 2840, 2839.
Tal exactitud constrasta con la del número de iraquíes muertos, que va desde "las estimaciones de 50.000 a 60.000", hasta el informe de la revista médica británica "The Lancet", según la cual han muerto hasta ahora en Irak "unas 650.000 personas". Esta cifra se refiere a los iraquíes que han muerto de forma violenta desde que acabaron los combates, es decir, desde que "oficialmente" no hay guerra en Irak, es decir, desde que "oficialmente" gozan de la democracia y la libertad. Quizás el número sea exagerado pero al menos proviene de un estudio independiente, lo que, tratándose de Irak, es una novedad.
No se incluyen aquí ni los muertos durante la invasión, ni los de la primera guerra del golfo, ni los de la guerra Irán-Irak, ni los producidos durante la dictadura de Saddam Hussein, ni los del embargo internacional.
Si sumamos todo, nos da un resultado exacto: que ser iraquí es malo para la salud, es peor que el tabaco.

Ahora el propio gobierno marioneta iraquí ha dado unas cifras oficiales -suponemos que con el permiso de sus jefes-: 150.000 personas muertas desde el 2003, con un promedio diario de 75 a 80 muertos.

Irak antes era una dictadura; ahora es una pseudodemocracia patética, al borde de una guerra civil, violenta, en medio del caos, la inseguridad, la pobreza, la falta de infraestructuras básicas, invadida y gobernada de hecho por potencias extranjeras, donde la única salida profesional es alistarse en la policía iraquí.

En Irak te puede matar mucha gente: los ejércitos que la invadieron ilegalmente o sus mercenarios y asesinos a sueldo -los "contractors"-, la policía o el ejército iraquí, las milicias sunitas o chiítas, una bomba con coche o con suicida incorporados, la falta de agua potable, la desesperanza..., la tortura.

Y en el mundo "libre" seguimos contando los muertos estadounidenses, 2839 "boys", 2840 muchachos, 2841 chicos, 2842 héroes, 2843 patriotas, 2844 luchadores por la libertad, 2845 demócratas, 2846 personas...

Y, por otro lado, entre 50.000 y 650.000 iraquíes, terroristas, fanáticos, escoria.

Y además resulta que Irak es una democracia.
¡ Viva la democracia, cabrones!

09 noviembre 2006

El "ghetto" de Gaza.

Está claro -o rojo de sangre o negro de muerte- que Europa, Rusia, China y los países árabes han decidido mirar hacia otro lado para no ver el genocidio del pueblo palestino.

El dinero no lava conciencias, al contrario, resalta las conciencias sucias, pero, bueno, en todo caso es mejor que den dinero: para fabricar ataudes hace falta.

De Estados Unidos , corresponsable del genocidio, no podemos esperar nada, ni siquiera que se vayan a su puta casa.
Ahora los "demócratas" (¿es que los otros no lo son?) van a tener la mayoría en el congreso de E.E.U.U. Estos "demócratas" se callaron como cobardes ante la invasión de Irak o la apoyaron sin pudor, por miedo quizás a ser acusados de "antipatriotas", porque invadir Irak era, al parecer, una cuestión de patriotismo.
Pero sin duda es una buena noticia que los republicanos tengan menos poder en Estados Unidos porque eso significa que van a tener menos poder en el mundo, un mundo que está harto de sufrir su intolerancia, su asqueroso patriotismo, su agresividad imperialista, su hipocresía.
Todas sus misas no les servirán para pasar por el ojo de la aguja.

No me gustaría ser palestino y vivir en un "ghetto"(1) o en el exilio.
Pero menos aún me gustaría ser estadounidense o israelí y vivir en un "ghetto" mental.
Prefiero ser europeo y que mi gobierno envíe dinerito para fabricar ataudes.

(1) Gueto: Situación o condición marginal en que vive un pueblo, una clase social o un grupo de personas (R.A.E.).

05 noviembre 2006

¿Será Pekín así?

Beirut a las cinco y media de la mañana es para ti.

La compartes sólo con los pájaros, que han vuelto,
algún taxi, algún barrendero,
algún recuerdo de otro día que has vivido.

Da igual si la noche, generosa, ha cumplido sus promesas
o te ha dado, pajarraca, con el pico en la nariz.

Da igual, dicen, si vienes de o si vas a...
Las legañas, la resaca, son 2 caras de la misma cara.

La compartes con el día que ha llegado, el silencio, las cucarachas muertas, las tiendas cerradas.

El aire es fresco y todavía no huele a coche, no sabe a coche, los coches duermen.

Da igual que vengas borracho de alcohol, borracho de emociones, borracho de hastío, que no vengas borracho, que no vengas.
Da igual.

Por la cabeza te pasa una franjita
que te dice...
¡ que no duermas!, que qué pena, que respires.

Ahora es la hora de mirar el mar
y acordarte de lo que merezcas acordarte.
O de mirar el mar y no acordarte de nada.
Mirar el mar y no verlo.

El mar está tranquilo,
para no hacer ruido que despierte a los vecinos que duermen miserias y glorias.

Entonces al mar le hablas suavecito,
con voz queda, en un ssussurrrro.

Ahora es la hora de hacer, aprovecha, tantas cosas...
de mear en las esquinas
de tumbarte en el medio de una calle
de gritar, suavecito, no se vaya a despertar
de ver... que no pasan los aviones por el cielo
de quemar los recuerdos de la noche
de contar las farolas apagadas
de contar las palabras del silencio
de contar esos cuentos incontables
de contar uno, dos, hasta infinito
de reír, de pararte, de andar hacia atrás, de sentarte y ¡ ale hop !,
levantarte y continuar,
que el camino es tortuoso si no vas a ningún lado
de sentir que la vida se ha parado
y tú andas
y no vas a ningún lado.

Es la hora, intenta creerte, de jurarte
que ese día que ha pasado es peor
que este día que levanta.

04 noviembre 2006

Antiterrorismo selectivo.

La embajada de España me envió ayer las nuevas medidas de seguridad antiterrorista en los aeropuertos europeos.

Las he leído hoy porque ayer estaba viendo por la tele imágenes del terrorismo israelí, de asesinatos de mujeres que se manifestaban. Yo pensaba que en las democracias existía el derecho a manifestarse pero otra vez se me olvidaba que hay países donde el adjetivo "democrático" está pegado al nombre con sangre. Y la sangre no pega bien y se despega y el adjetivo se cae y detrás se ve escrito: Terrorismo de Estado.

¿De qué hablaba? Ah, sí, de mi país, que como el resto de la Unión Europea se ha bajado de nuevo los pantalones ante las presiones de Estados Unidos para el control de personas que viajan.
La embajada amablemente me indica que "con el objetivo de proteger(me) frente a la amenaza de los explosivos líquidos" a partir de ahora debo llevar el agua, la colonia, el desodorante, el champú, la pasta de dientes, la espuma de afeitar, etc, etc, "en una bolsa transparente de plástico con autocierre de no más de un litro de capacidad máxima (bolsa de aproximadamente 20 x 20 cm.)".

Ayer, cuando veía la tele pensaba, qué razonamiento tan tonto, eh, que si Israel no asesinara a mujeres indefensas, quizás la Unión Europea no tendría que protegerme contra "la amenaza de los explosivos líquidos".

Así que tengo dos problemas:

- el primero, que no quiero que mi país tenga relaciones con un país que asesina mujeres; me gustaría que mi embajada me enviara la noticia de que la Unión Europea ha decidido expulsar a Israel de todo tipo de actividad europea, deportiva, económica, cultural,... porque no puede permitir que un país que no respeta los derechos humanos sea considerado parte de nuestra maravillosa "Comunidad Internacional".

- el segundo, que no tengo por casa "una bolsa transparente de plástico con autocierre de no más de un litro de capacidad máxima (bolsa de aproximadamente 20 x 20 cm.)".
Supongo que las darán en los aeropuertos.
Pero yo no tengo intención de usarlas, en homenaje estúpido a los millones de víctimas palestinas, y, sobre todo, porque una Unión Europea menos transparente que sus bolsas con autocierre quizás merece que lleguemos a ella sin afeitar, oliendo a sudor y con los dientes sucios.

29 octubre 2006

La prensa libre.

El teletexto de la TVE es una manera fácil y breve de enterarse de lo que ha pasado ese día en España y en el mundo.
Y al mismo tiempo es todo un modelo de manipulación de la información. Veamos, por ejemplo, qué ha pasado en Palestina:

"9 palestinos han muerto en enfrentamientos
con el ejército israelí en Gaza y Cisjordania.
Dos de ellos son milicianos del Movimiento
de Resistencia Islámica, Hamas, que rechaza
los acuerdos con Israel y no reconoce la
existencia del Estado Hebreo".

Una joya.
De 6 líneas se dedican 2 a la información de los hechos, -es un decir- y 4 a explicarnos qué es Hamas.
Hay 2 opciones: o la información proviene directamente del propio ejército israelí y, para completar, el becario nuevo que redacta las noticias ha copiado la definición "oficial" de Hamas; o bien se tergiversa a propósito lo ocurrido para que el lector medio tenga la imagen que se desea, a saber, que un estado democrático se ve obligado a matar a terroristas fanáticos con los que no se puede hablar.

Volviendo a la noticia: "2 de ellos son milicianos de Hamas": ¿Quién lo dice? ¿Está contrastado? ¿"Según el ejército israelí" son milicianos de Hamas? ¿Son "supuestos" milicianos de Hamas?

Por otro lado, si 2 de ellos son supuestos milicianos de Hamas, ¿qué son los otros 7, es decir, la gran mayoría de los muertos? Yo imagino que son civiles, sin nombre, edad, estado civil o profesión. Así que vamos a decir que son "supuestos civiles".

Bueno, 9 palestinos han "muerto" ("Morir" es un verbo poco específico cuando se trata de violencia; no es lo mismo "perecer", "morir", "perder la vida", "ser asesinado", "ser ejecutado", "asesinar", "ejecutar", "matar", "resultar muerto", "pasar a mejor vida", etc. Y no es lo mismo la frase activa que la pasiva, ¿verdad?, no es lo mismo decir que "el ejército israelí ha "matado" -ponga usted el verbo que quiera, o que quiera su jefe- a 9 palestinos", que decir que "9 palestinos han muerto por..."; porque en el primer caso "el ejército israelí" es el sujeto activo, el que mata, y en el segundo los 9 palestinos son el sujeto, paciente, sufriente, pero sujeto al fin y al cabo. Y el lenguaje configura el pensamiento).

¿Y cómo han muerto o fallecido estos 9 palestinos anónimos? Pues "en enfrentamientos con el ejército israelí". Esto es muy importante, porque ya sabemos por las pelis estadounidenses que los buenos disparan después; el malo ataca primero, pero falla, y el bueno después se defiende, y el malo "resulta muerto".
Así que deducimos que no se trataba de un ataque israelí sino de un "enfrentamiento".
Yo me pregunto si los 2 supuestos milicianos se enfrentaban al ejército israelí y los 7 civiles pasaban por allí o si, por el contrario, también los civiles se "enfrentaban".

Por último, me encanta la definición que se hace de Hamas. Hamas es un grupo "que rechaza los acuerdos con Israel". Cuando leemos esto, ¿qué otra cosa podemos pensar sino que Israel propone acuerdos a Hamas y éste los rechaza? Muy bonito, salvo que la realidad es lo contrario: Israel no reconoce al gobierno de Hamas, lo considera un grupo terrorista, lo somete a embargo económico y a aislamiento internacional, secuestra a sus ministros y asesina a sus miembros.

Por no hablar de cómo el texto acepta la denominación étnica de Israel como "Estado Hebreo", denominación que excluye a la mayoría de sus ciudadanos y en especial a los palestinos israelíes.

Pero lo más grave es definir a Hamas solamente por su oposición a Israel. Porque, aunque al becario se le haya olvidado o no lo sepa, Hamas es el representante legítimo del pueblo palestino, puesto que ganó las últimas elecciones democráticas en Palestina, elecciones que fueron reconocidas como válidas por los observadores internacionales.
Otra cosa es que Estados Unidos, Israel y sus colegas o súbditos no lo acepten a causa del poco respeto que muestran por la democracia "de los otros".
A mí tampoco me gusta Hamas pero considero que el resultado de una elección democrática hay que respetarlo, te guste o no. Y de ahí, reconocer que el actual representante legal de Palestina es Hamas.

Desgraciadamente, ya estamos acostumbrados a leer y escuchar lo que pasa en ciertos lugares a través del lenguaje deformante y manipulador de los medios de comunicación, "supuestos" representantes de la prensa libre.

Imaginemos que alguien hubiese redactado esa noticia así:
"El ejército israelí asesina a 9 civiles palestinos en ataques en Gaza y Cisjordania. Según fuentes israelíes, 2 de ellos serían miembros de Hamas, el partido islamista perseguido por Israel. Hay que recordar que Hamas fue el vencedor de las últimas elecciones democráticas celebradas en Palestina pero que Israel no lo reconoce y lo considera un grupo terrorista. En lo que va de año Israel ha secuestrado a ... miembros de Hamas y ha matado a otros...".

Es sólo un ejemplo, pero al autor de esta noticia se le acusaría por lo menos de "antisemita" y, como están las cosas, puede que incluso de apología del terrorismo.
Y digo "como están las cosas", porque en la última clasificación de países según el grado de libertad de prensa, Estados Unidos, que lleva años retrocediendo, aparece en el puesto 53.
No hay más que decir.

Y ahora, como práctica de "análisis de manipulación informativa", propongo esta otra noticia del 28 de octubre, aparecida en el teletexto suizo de TV5, el canal internacional francófono.
En el teletexto español ni siquiera aparecía la noticia.
Y pido perdón por la horrorosa frase pasiva de la primera línea, que chirría en los oídos; se trata de una traducción literal que considero significativa.
El texto no tiene desperdicio:
"Tres palestinos "han sido matados" por soldados israelíes en operaciones contra activistas el viernes cerca de Jenine, en el norte de Cisjordania. Este sector es uno de los feudos de grupos armados palestinos".

22 octubre 2006

El caos feliz.

En la calle principal del Zoco Al-Hamidieh masas de gente pululan en ambas direcciones, sin prisa, parándose y cambiando de dirección, sin disciplina.
Y pensaba que en Europa, - claro, la gente tiene más prisa-, ya se habrían habilitado 2 sentidos obligatorios: a la derecha para ir, a la izquierda para venir, como en las escaleras del metro de Madrid.
Al principio se colocarían estrictos carteles de prohibición y amenazantes advertencias de multas para los infractores. Pero allí la gente aprende rápido, se somete sin pensarlo. Lo que al principio prohibe la autoridad muy pronto pasa a los cerebros y se considera "natural". Y todos nos convertimos en policías ante los rebeldes.
Y cuando algún despistado o antisocial pretendiera venir por el lado de ir, todos nosotros, buenos ciudadanos, lo miraríamos con indignación y pensaríamos que con esa gentuza habría que hacer algo para que escarmentara.
En fin, me gusta pasear sin prisa por el zoco y chocarme con la gente que no respeta los carriles.
Me gusta que no existan los carriles.

Las camisetas de Damasco.

En Damasco se pueden encontrar camisetas surrealistas; ayer vi una en español que decía: "Originario del peor barrio del mundo".
Otras del Sheij Nasrallah, lider del Hizbullah libanés, acompañado del presidente sirio, o de una niña que reza o de dos guardaespaldas a los lados...
Y un seguidor de Ronaldinho llavaba una, un poco pirata, que decía: BARCALONA.
Hoy, un chico que vendía calzoncillos en la calle, tenía puesta una de "Sex and drugs and rock'n'roll", tres cosas bastante difíciles de encontrar en Damasco.
Aunque, quién sabe, las cosas no son casi nunca lo que parecen.

Damasco.

Volver a Damasco es sumergirse en la pureza del mundo árabe, en la hospitalidad de la gente de la calle.
Ya en el autobús un viajero saca un frasco de colonia y se lo pasa al conductor y después a todos los pasajeros.
Y para mí eso es más importante que si el autobús cumple las normas de seguridad o que si alguien está fumando dentro.
En la frontera hay un cartel que dice a los visitantes que ante cualquier problema que tengan en el país al que van a entrar, deben llamar al Ministerio tal, al número de teléfono cual. Y eso también es importante, incluso si nadie respondiera a ese teléfono.
Pasear por las calles aquí en Damasco, como en el Cairo, como en la parte árabe de Jerusalem, es entrar de lleno en el caos, el ruido, los olores, la hospitalidad. Es un tópico pero es verdad.
Y es un placer perderse por los zocos, por el centro, por el barrio del Muhayirin, por el "Zouk al Yumaa" con su mercado en la calle de frutas y verduras y con su mezquita de Ibn-Arabi, el poeta y místico murciano. En realidad toda la ciudad es un zoco.
El tiempo vuela pero la sensación es más dulce, el ritmo es distinto, se cuenta por horas y no por minutos.
Esta ciudad, a diferencia de Beirut, está hecha con tiempo, con siglos. Beirut está hecha con prisa porque siempre se ha destruido y reconstruido.
Las dos son muy diferentes, las dos me gustan.
No es fácil decirlo ahora, cuando la relacion entre los dos países no es buena, cuando hay incomprensión, a veces odio entre los dos vecinos.
Lo siento, pero las dos me gustan.
Y me duele oír a algunos libaneses hablar tan mal de Damasco sin conocerlo, incluso preferir Israel a Siria.
Porque los libaneses no tienen nada en común con Israel y sí muchos muertos e invasiones que reprocharles.
Habrá, espero, otra generación que acerque a los dos pueblos, libanés y sirio, que olvide los problemas políticos y respete a la gente llana, que no confunda una situación y un régimen con las personas.
Porque la comida es la misma y el arak y el café y el arguile y el baile y la hospitalidad.
Y cada una es diferente.
Y las dos me gustan.

Vivaspaña.

Me resulta muy difícil besar en la boca a cualquier partido del E.E. (Estado Español):

Al Partido supuestamente Popular le huele la boca a rancio, una mezcla de cocacola y de cocido español (escrito sin ese, con 3 eñes y sin ele: "epañññó).

Al Partido supuestamente Socialista supuestamente Obrero supuestamente Español de las mil Españas con mil lenguas y mil filosofías, le huele la boca a semen, de tantos años chupándosela a los nacionalistas.

Y a los nacionalistas de todo pelo, raza, lengua y origen mítico, simplemente la boca les huele a cerrado, a pasado de moda, es lógico, es que es un aliento ancestral y el aire se ha renovado poco.

Hay otros, al partido supuestamente de Izquierda supuestamente Unida, no sé a qué le huele la boca, porque no sé dónde están y porque hablan mucho pero tienen la boca muy pequeña, aunque muy adaptable.

Difícil elección a la hora de votar; menos mal que no suelo tener que decidir entre tamañas maravillas porque casi nunca me llegan los papeles a tiempo para hacerlo.

16 octubre 2006

La lluvia.

Las lluvias son como las gentes que viven debajo de ellas; al contacto, se traspasan, lluvias y gentes, sus esencias. Y así cada lluvia pertenece a la gente a la que moja.

A Beirut ha llegado la lluvia como llega siempre, sin avisar, tarde o pronto.

"Bruscamente la tarde se ha aclarado.
Porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
que sin duda sucede en el pasado".

Borges no conocía la lluvia de Beirut, la gente de Beirut. Es una lluvia de presente, aparece en tu vida, te moja hasta los huesos, y se va, y viene el sol picante y parece que nunca hubo lluvia.
Es una lluvia mediterránea, que no sabe esperar, que no tiene futuro ni pasado.
Es una lluvia sin dosificador.
Es lo contrario de la lluvia suave, constante, gris, de mi niñez. Aquella caía seguida, días y días, sin hacer ruido, impregnaba el mundo y era parte del cielo, de la tierra, de la gente.
Esta lluvia beirutí no tiene mesura, cae de golpe y quiere hacer ruido. Golpea la tierra y la gente, inunda las calles, quiere pillarte desprevenido y por eso no avisa.
O quizás no avisa porque ni siquiera ella sabe que llega.
Le gusta la imagen, el ruido, el espectáculo. No es discreta, se ríe al tocar el suelo, y ruge arriba "broummmm", y explota. Y trae luces.
Y luego se va porque es lluvia de presente, da todo de golpe, se vacía y desaparece.
Y sale el sol.
Y cuando vuelve ya es otra. Y es diferente. Y es la misma. La lluvia de Beirut.

13 octubre 2006

Encuentre el gazapo (la pena de muerte).

El 90% de las "ejecuciones" o "asesinatos legales", que de las 2 formas se puede llamar, los llevan a cabo 4 países: China, Irán, Arabia Saudí y Estados Unidos de América.

Pues, nada, es un juego: encuentre el error, lo que no cuadra.

Una pista:
3 de ellos son considerados dictaduras y el otro es el campeón de la democracia.
3 de ellos no respetan los derechos humanos y el cuarto da lecciones sobre ellos.
Uno pertenece al "eje del mal requetemal", otros 2 casi, pero se les perdona porque no molestan y porque o bien tienen 1200 millones de habitantes o bien tienen mucho petróleo. Y el último es el jefe, inspirador y creador del "eje del Bien superbien".

Venga, bueno, otra pista:
En 3 de estos países no existe libertad de prensa y el último tiene la prensa más libre del mundo, mientras diga lo que tiene que decir.
De 3 de ellos la gente quiere escapar (de uno, para vivir mejor; de otro, para ser libre; del otro, para hacer en París o Beirut lo que no está permitido en su país). Pero al cuarto todos quieren ir, tanto que van a construir un muro para evitarlo.

La última pista:
Mientras que 3 de ellos son países cutres y atrasados, el otro es la vanguardia del consumo y la tecnología; la prueba:
- Pena de muerte en China: tiro en la nuca, barato, barato.
- Pena de muerte en Irán: ahorcamiento, tradicional, tradicional.
- Pena de muerte en Arabia Saudí: decapitación con espada, visto y no visto.
- Pena de muerte en Estados Unidos: electrocución con silla eléctrica, tecnológico y moderno.
Ya lo decía Javier Krahe, "la silla eléctrica es americana, funcional".

(Lo malo es que hace falta mucho petróleo para producir electricidad).

Revoluciones, ya te digo.

Dicen los pesimistas que las revoluciones están bien mientras duran y que justo el día en que acaban todo vuelve a la "normalidad", a como era antes; como mucho han cambiado los perros, como poco los mismos perros han cambiado de collar. Hay casos incluso en los que siguen los perros y siguen los collares.

Dicen otros que todas las revoluciones son burguesas porque sólo los ricos tienen tiempo, dinero e influencia para ser revolucionarios. Los otros tienen cosas, si no más importantes, al menos más urgentes que hacer.

Ayer pasé por la tumba de Hariri, el primer ministro libanés asesinado junto a otras 20 personas en un atentado en Beirut hace 607 días, como marcan los calendarios digitales que instalaron por la ciudad entonces y que hoy siguen contando los días.
Hariri mandó construir una mezquita en la Plaza de los Mártires con capacidad, al parecer, para 4000 personas.
Cuando murio aún no estaba terminada, con lo que fue enterrado al lado, en lo que entonces era el parking del Virgin Megastore, ironías del destino. Ahora es un mausoleo; la mezquita está terminada pero ya es tarde.
Detrás de él, en fila y en segunda fila, yacen sus 7 guardaespaldas.
La revolución que empezó con su muerte terminó hace mucho tiempo; desde entonces ha habido incluso una guerra.
En su tumba ya no hay masas indignadas ni cámaras de televisión, sólo alguno que reza o piensa aquello de Jorge Manrique sobre la muerte: "(...) y llegados, son iguales \ los que viven por sus manos\ y los ricos".
A hariri lo sustituyó su hijo; otros volvieron, algunos cambiaron de bando y todo siguió igual.

Hariri cambió de estatus con su muerte: de empresario multimillonario pasó a mártir, de hacer negocios en Arabia Saudí pasó a ser símbolo de los libaneses, de algunos: porque aquella revolución tuvo una contra-revolución, y se hicieron 2 bloques, los 2 que siguen ahora.
La mayoría de los libaneses fue a las manifestaciones de un bando o del otro.
Y después, todo terminó, cada uno se fue a su casa y "aquí paz y después gloria".
Paz no hay aquí, esperemos que haya gloria.

08 octubre 2006

Banadura.

En los ojos del vendedor de fruta se ve el fracaso de su larga vida, suponiendo que haya vidas largas.
A su edad debería estar en casa rodeado de sus nietos, suponiendo que tenga nietos.
En lugar de eso, arrastra su carro por las calles y en las esquinas se para y vocea su mercancía a las ventanas.
Nadie baja. Y él continúa empujando el carro hasta la siguiente esquina, con el pelo revuelto y blanco, sin afeitar, con la camiseta blanca, con los pantalones arremangados.
Cuántas guerras ha vivido.
Se para junto a los chulos de las putas viejas de los clubs decadentes de esta parte de la ciudad. No se miran, no se ven.
No se para delante del hotel Meridian porque allí molesta y porque allí nadie bajará a comprarle "lechugas, patatas...".
Supongamos que todo es culpa suya y de la vida, a partes iguales.
Sigue porque tiene que seguir, empujando su carro, como un castigo de dios mitológico.
Suponiendo que existan los dioses.

(Para Javi)

27 septiembre 2006

El del tambor.

En la era de las comunicaciones y la tecnología, todavía quedan, por suerte, tradiciones inútiles.
En mi barrio cada noche de Ramadán pasa uno con un tambor, pegando gritos a la vez, para despertar a la gente.
No es precisamente un virtuoso de la percusión y canta peor que yo.
Pero, eso sí, te despierta, que es de lo que se trata.
Así los practicantes pueden comer, beber, fumar, antes de que amanezca y empiece la prohibición.
Yo creo que el hombre pone exceso de celo: pasa varias veces por mi calle, por si acaso alguien tiene el sueño demasiado profundo.
Entre 1'30 y 2'00, -un poco pronto, por Dios, que quedan horas hasta el amanecer-, llega con su tan tan tantatantata, pasa y repasa, y al final se le oye alejarse por las calles del barrio, a despertar a otros, o a dormir él.
Probablemente sea el tonto del barrio, que ya se sabe lo que nos gusta el tambor.
Probablemente lleva haciéndolo toda la vida, todos los años cada mes de Ramadán.
Y hace bien su trabajo porque te despierta, quieras o no.
Después se va y te vuelves a dormir, hasta que suena tu moderno despertador, a la hora que lo hayas puesto.
Pero al fin es una tradición bonita y no es mucho castigo oír un tambor y unos cantos desafinados en el silencio de la noche.

Microcuento.

Durante la invasión de Vietnam, durante el pillaje de un banco, al soldado Williams F. Rockell Jr. le llegó de repente ese pequeño momento de extrema mala suerte que cambia la vida para siempre – a veces la cambia en muerte -: se quedó encerrado en la caja fuerte de un sótano gris, al fondo de un corredor, detrás.
Entró, cumpliendo su deber, sólo por comprobar que realmente estaba vacía. Se alzó sobre sus musculosos brazos, metió la cabeza, metió el cuerpo, y con la bota golpeó la gruesa puerta circular, que hizo “claam” y se cerró.
Estuvo allí con la esperanza, a veces, de oír pisadas amigas, o enemigas, que lo sacaran de allí, aunque fuera para matarlo después. Sin esperanza, otras veces.
Toda su vida le pasó por la cabeza: su familia, el Día de Acción de Gracias, todo.
Lo peor era morir en aquel jodido – fucking – país, tan extraño, al que le habían enviado para defender la libertad del mundo.
Pensó: “¿Por qué tenemos que hacerlo nosotros?”
Y luego se arrepintió de haberlo pensado, porque él no estaba allí para pensar ni para hacerse preguntas.
En la oscuridad un papel adhesivo brillaba y, con esfuerzo, se podían ver esos extraños símbolos de la jerigonza del enemigo.
Cuando se adormeció por falta de aire y pasó sin darse cuenta de la vida a la muerte, le vinieron imágenes borrosas de su pueblo y una sensación de tristeza que lo envolvió.
- “Lástima, no poder leer la pegatina. Seguro que explica cómo abrir la puerta”.

Se le repatrió con honores, envuelto en su bandera.

Donde una vez estuvo el banco ahora hay un McDonalds, lleno de adolescentes y de plástico.
En su tumba cada semana alguien cambia las flores.
Y a los nuevos soldados que van a nuevos países se les explican los peligros de entrar a una caja fuerte sin tomar antes todas las medidas de seguridad.
Seguridad.

25 septiembre 2006

Ramadán.

Ayer empezó el ramadán, si no me lo recuerdo se me olvida.
En otros países el ramadán marca las costumbres, los horarios, el ritmo de trabajo, impregna la vida social. No se fuma en la calle, ni se bebe, ni se come durante el día, por respeto al ambiente.

Beirut es una ciudad tolerante, hay gente muy diferente, y cada uno sigue sus costumbres, sin privarse pero sin molestar a los otros.

En Túnez me parecía a veces que tan importante como hacer el ramadán era parecer que se estaba haciéndolo. Había cafés escondidos con cortinas cerradas en las ventanas y en la puerta. Cuando entrabas veías a la gente apiñada entre nubes de humo, con un bocadillo en una mano, un cigarro en la otra, el café en la barra. Gente que salía del local con la cara de incomodidad y disimulo con la que otros salen de los sexshops de Madrid, dispuestos a mezclarse rápidamente con la multitud.

En Beirut escribo esto con un cigarro en la mano y un café al lado, en una terraza en la calle.
El ramadán es más individual, menos social.
Se te olvida que es ramadán, una pena para el ambiente, una suerte para el que no hace el ayuno y no tiene que guardar las apariencias ni sentir que está ofendiendo a los demás.
Siempre se dice que Beirut es diferente.
En esto también.

El carrusel de Beirut.

La vida ha recobrado su ritmo de antes, todo parece igual, el sol allá arriba y aquí abajo, las caras de la gente del barrio, el trabajo.
Cada uno cuenta "su" guerra: si se quedó aquí o fue evacuado, si perdió su trabajo o tuvo que levantarse cada mañana para ir a la oficina, si estuvo pegado a la tele o viviendo aventuras sexuales, si pasó miedo...
Los que se quedaron, especialmente los extranjeros, se sienten veteranos de algo que los otros no pueden comprender.
Con el ruido de la última bomba se les apagó la energía, y ahora vagan por los lugares de antes mientras encuentran un sustituto para llenar sus vacíos, un motor interior o exterior, una misión.
No hablan mucho, ahora no hay mucho que decir, es mejor sentarse en un cine y ver documentales del festival de cine árabe. Es mejor trabajar, dormir. A pesar de este sol tan luminoso que les acompaña cada día y se pega al cuerpo y te saca el sudor. A pesar del mar tranquilo (también ha perdido la energía).

En esta transición hay más sueño que sueños.

No veo pájaros. Puede que no hubiera antes.
Sí, antes había. Había gorriones, palomas y, por la noche, murciélagos y una lechuza blanca.

Conoces a muchos conocidos, los reconoces, quizás no los conocías.

Se mezclan el ruido y el silencio, como antes.
Se mezclan la belleza y la fealdad. Como antes.

Los militares de Beirut se dedican a requisar motos de chavales sin papeles y a meterlas en camiones.
Se habla de política, hay 2 bloques, como siempre, como en todas partes. Y, como siempre como en todas partes, algunos no creen en ninguno de los 2 bloques.

No hay mucha electricidad: sólo la justa para que el carrusel se ponga en movimiento, pero no la suficiente para encender los ojos y los corazones.

Es una transición. Para todos. Una transición hacia...

18 septiembre 2006



Plaza de los Mártires.

Beirut, 16 de septiembre de 2006.
Junto a la Plaza de los Mártires, 16 septiembre.

"Pausa" en medio de la canción.

Desde que conozco Beirut, los servicios públicos son mediocres y los privados caros y no siempre buenos.
Después de la guerra casi todo cuesta más y funciona peor.
Lo digo porque la conexión a internet es un desastre.
Estos días más que de hablar o escribir tengo ganas de mirar.
No de mirar edificios destruidos, manchas de petróleo, fotos de muertos.
Sí de mirar en silencio y enseñar lo que veo.
Mirar no lo que han destruido sino lo que ha quedado igual.
Mirar las miradas vacías porque de repente se ha cortado la adrenalina y empieza el síndrome de abstinencia, porque la guerra es una droga, y todo parece sin sentido, menos fuerte.
Beirut está lleno de sol y de humedad.
Cuando internet quiera empezaré a poner miradas para ser un ojo de Nazira, de Luis, de Darine, de Juanita..., de los que quieran mirar.

15 septiembre 2006

Historia de una burbuja en el invierno.

"Miré la burbuja en el charco: se fomó y desapareció, como todas las cosas.
Sólo que las burbujas no son conscientes.
El problema es la consciencia.
Era un charco cualquiera frente al mar, al otro de la calle en el paseo marítimo.
No quise pensar ni en el lugar de ese charco ni en lo efímero de la búrbuja, porque eso me habría llevado a plantearme muchos porqués.
Y yo quería ser inconsciente.

Pensé en el teatro romántico, en cómo la naturaleza acompañaba el alma turbulenta del héroe a punto del suicidio, de la caída.
Porque el cielo se había desgarrado un segundo antes como rayos y truenos en mi alma tremebunda.
Pero yo no era un héroe ni la historia ya romántica.

Sentí mi abrigo mojado y mi alma mojada y mi cabeza seca. Las olas del mar se estrellaban contra el muro y saltaban, como mis sentimientos, con ira, con violencia, y caían sobre el paseo y se escurrían otra vez hacia el mar. Y no por eso se calmaba el mar.
Creí que al menos el mar tenía la suerte de poder romper sus límites, aunque fuera al final lo mismo. O distinto.

Quise llorar y romperme un puño contra el muro viejo que me protegía de la lluvia.
Quise gritar más fuerte que el mar, con la boca abierta un metro y arrugas en la cara y los brazos en cruz y los puños cerrados, el pecho hinchado contra el viento. Gritar hasta que el mar se retirara acobardado por mi furia.
Busqué con la mirada un perro para apalear, un barrendero para insultar, un pajarillo para pisarle el cuello.
Toqué mi llave, sólo tengo una llave y ésa es una de mis pocas libertades. Tengo una llave.
Con ella podía rayar más de mil pinturas de más de mil coches de ese largo paseo.

Miré un coche que pasaba, más difícil de rayar porque pasaba: él parecía enfadado o aburrido.
Ella parecía aburrida. O enfadada. No querían hablar. O no tenían nada que decirse. Iban a cenar. O venían de la casa de unos familiares de él. O de ella. Querían casarse, o al menos es lo que iban a hacer. Yo no sé si querían, ni ellos tampoco.
Me hubiera cambiado por él. Para ella habría sido una noche especial. Él se habría cambiado por mí: no en este paseo, bajo la lluvia, mirando burbujas con ganas de romper el mundo o de dormir o de bailar en la oscuridad rodeado de gente. Pero sí en esa fiesta a la que no había ido yo (ni por lo tanto él).
No me vieron pasar, ensimismados ¿en su rutina, en sus fantasías sexuales, en su rencor, en su cansancio? (Ese cansancio infinito que producen la ausencia del deseo y la espera de lo que sea, de no se sabe qué).

Ella.
Ella se llamaba Joy. No, se llamaba Mary.
Al principio había sentido momentos de excitación psicofísica. Una mezcla de sustancias químicas producidas por su cabeza, por la parte racional de su cabeza. Pero, no importa, las sustancias afectan a la otra parte. Y al cuerpo.
Ahora tenía lo que le había excitado al principio: la seguridad. Pero ya no le excitaba. No sabía que era la inseguridad de su seguridad lo que le daba esa comezón en el estómago.
Ahora tenía lo que había querido tener.
De tener se puede pasar a no tener y eso produce una inseguridad. Pero ésta, no placentera.
Ahora estaba otra vez en aquel coche que ya conocía tanto. Era el mismo coche en el que él la había tocado, de las peleas de enamorados, de los planes. Allí habían hecho el amor. O al menos...
Era el mismo coche pero ya no era el mismo.
Las sustancias químicas.
--------------

Ya habían pasado. Pasaron en un segundo y desaparecieron de mi mirada y de mi cabeza. Volví a sentir mi alma mojada".



Pensó en esas olas salvajes. Olas purificadoras que ojalá hubiesen llegado hasta su cabeza.
Y después se apagó. Poquito a poco.
Y junto a aquel muro viejo de un paso marítimo por donde pasa una pareja en coche sin hablarse, nunca fue consciente de no haber sido más que una burbuja efímera en un charco cualquiera de una tormenta.

12 septiembre 2006

El Viaje.

Viajo el 11 de septiembre, día de muchos homenajes para las miles de víctimas inocentes de las Torres Gemelas; es un buen día, ¿por qué no?, para acordarse también de las miles y miles de víctimas inocentes en Afganistán, Irak, Palestina y Líbano, porque ellos van a tener menos homenajes.

Tengo tiempo hasta que salga el avión. ¿Qué hago?
Puedo ir a uno de los múltiples cafés o restaurantes y tomar 20 tazas de la droga adictiva llamada café; o beberme 2 botellas de la droga dura que destroza entre otras cosas el hígado y que se llama whisky.
También puedo comer 6 hamburguesas para aumentar mi colesterol y el riesgo de enfermededades cardiovasculares (aunque curiosamente no avisan de esos riesgos al comprarlas); o devorar pasteles para pasar el rato, a pesar de que esto me pueda llevar a la obesidad y sus peligros (por cierto, en los pasteles no aparece el papelito de "Comer Pasteles Puede Matar").
También podría comprar estas drogas para mis amigos en el Duty Free: alcohol, chocolate, puros.
Otra opción es dar gusto a las tendencias consumistas adictivas que todos llevamos dentro: en el aeropuerto hay cientos de tiendas de ropa, perfumes caros, música, jabones, joyas, recuerdos, relojes,...
Pero lo que más me tienta es llamar a mis amigos con mi móvil y explicarles a gritos dónde estoy, para que toda la gente alrededor conozca mi vida y no pueda leer, hablar o dormitar.

Pero, no, lo que yo quiero es fumar un cigarro.
¡Herejía! Eso está prohibido. Bueno, casi: andando durante 20 minutos y preguntando varias veces, porque no está señalado, se llega a una esquina donde se hacinan masas de antisociales, apiñados y con cara de culpabilidad. El lugar es tétrico, está cerrado y rodeado de ventanales también cerrados. Recuerda extrañamente a las "peceras" que hay en los palacios de justicia italianos para meter a los capos de la mafia mientras los juzgan. O un zoo donde la gente que pasa mira a través de los cristales a los animales peligrosos y en vías de extinción.
Cientos de sillas alrededor pero ninguna aquí.
Al entrar, digo indignado y esperando la solidaridad de mis compañeros de celda:
"Esto es una vergüenza, parecemos delincuentes".
Silencio. Sólo una chica sonríe triste y resignadamente.
¡Viva la desobediencia civil y la protesta!

Este será el último cigarro que fume en todo el día porque después tendré que pasar horas en colas y controles y no tendré tiempo de buscar otras vergonzantes peceras en otros aeropuertos civilizados.
Muchas gracias por preocuparse de mi salud.

Al llegar a Beirut me entero de que ese mismo día ha llegado Blair.
No sé quién le habrá invitado, no sé cómo tiene tan poca vergüenza de venir, no sé si en su avión privado se podrá fumar.
Lo que sí sé es que no habrá pasado ningún control de seguridad, que nadie le habrá obligado a llevar sus cosas en una bolsa de plástico transparente, ni a probar previamente el biberón de su hijo, ni a vaciarse los bolsillos y levantar los brazos.


Después llegué a Beirut.
Hacía mucho calor húmedo y ya era de noche.
Todo parecía igual que hace dos meses, como si hubiera sido ayer.
El de la tienda de la esquina también me saludó como si me hubiera visto ayer.

Hace dos meses pero parece ayer.
Los ruidos de la calle son los mismos, es el mismo sol, es la misma gente.
Casi.

10 septiembre 2006

Volver.

A veces las cosa se idealizan y se mitifican; cuando has bebido, cuando no has dormido, cuando te han gustado mucho, cuando no las has visto...

Mañana vuelvo a Beirut, hace más de 2 meses que me fui. Pero no quiero idealizar mi vuelta.
Allí encontraré gente que me importa mucho y otra que me decepcionó, el paseo marítimo pero el mar negro de petróleo, el sol y el sudor, fotos de dolor.
Allí habrá gente que me espera pero no la que se fue.
Estaré con amigos y con enemigos, a veces mezclados.
Me quedaré o quizás me iré.
España me parecerá un recuerdo lejano, como ahora me lo parece Líbano.
Conoceré a algunos y olvidaré a otros.
Sentiré la luz del sol y después se cortará la luz eléctrica.
Reencontraré mis momentos de felicidad y mis problemas.
Tal vez todos hayamos cambiado o puede que todos sigamos igual.
Veré la luna caída pero seguiré sin querer verme por dentro.
Contaré aquí lo que vea o lo que sienta, si tengo tiempo, si tengo ganas, si tengo algo que decir.
Y tú lo leerás o no.
Quién sabe.
Pero en todo caso estoy contento de volver, y triste.

Mañana vuelvo a Beirut.

05 septiembre 2006

4 personas de Afganistán.

Un periódico con reputación internacional como es El País titula hoy:
"Un soldado británico y otro canadiense mueren en Afganistán".

El artículo nos explica en primer lugar que el canadiense murió "por fuego amigo", es decir, por un error de las fuerzas de invasión de la OTAN.
Después se nos cuenta con todo lujo de detalles cuántos militares británicos y canadienses han muerto este año en Afganistán.

En un breve apartado se nos informa de que el domingo se produjo "la muerte de al menos 200 talibanes".
Pero, ¿quién nos informa?: "Fuentes de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán)". Bajo este eufemístico nombre se esconde el del ejército de ocupación de la OTAN, dirigido por Estados Unidos.
Esto significa, y pone los pelos de punta el pensarlo, que la información que nos llega de lo que pasa en Afganistán proviene directamente del ejército de Estados Unidos.
El propio artículo no pertenece a un enviado especial sino que está firmado con el nombre genérico de "Agencias".
No existe ni en Afganistán, ni en Irak, ni en Palestina, información objetiva e independiente de lo que está ocurriendo, sino que los ocupantes nos cuentan directamente su versión a través de ruedas de prensa a "agencias".
Así, a toda la gente que la Otan elimina en Afganistán se le llama "talibanes", a los que Estados Unidos y Gran Bretaña matan en Irak se les denomina "insurgentes" o "terroristas", y los que Israel asesina diariamente en Palestina son "milicianos" o "activistas".
Es cierto que a veces fuentes locales hablan de matanzas de civiles, de "errores", de "daños colaterales", de familias enteras masacradas, de niños palestinos o civiles asesinados en total impunidad.
Es cierto que es raro que un talibán vaya vestido de novia, que a una señora oronda se la pueda calificar de insurgente, que un niño de 6 años responda a la definición de miliciano.
Pero todo eso no importa cuando periódicos tan prestigiosos como El País reproducen, al pie de la letra y sin ponerla en duda, la versión oficial del invasor.

En cuanto al soldado británico, murió, como se dice en el artículo y al pie de la foto, en un ataque suicida contra una patrulla de la "coalición".
Pero si rebuscamos en la letra pequeña del artículo, cosa que da pereza, veremos que en ese atentado murieron también "4 civiles afganos" que, al parecer, no merecen aparecer en el titular de la noticia, son menos importantes que todo un héroe británico.
Yo, y no es por llevar la contraria, considero que si en Afganistán hay una guerra lo "normal" es que mueran militares, que son los que hacen la guerra y cobran por hacerla. Lo más grave es que mueran 4 civiles (y están muriendo miles de civiles en Irak, Afganistán, Líbano, Palestina).
Porque los civiles no tienen armas, no matan, no agreden, sólo sufren la guerra.

El País tiene fama de ser un buen periódico (¿será porque los otros son aún peores?) pero no se libra de manipular el lenguaje y la información, ni de publicar noticias sin contrastar provenientes del ejército que las produce.
El País es también culpable de presentarnos las muertes de ciudadanos británicos y canadienses como más importantes que las de ciudadanos afganos (¿por qué?), de participar en la creación de una imagen de buenos y malos, de personas muertas frente a número de muertos.
Porque lo que realmente pasó ayer es que murieron 6 hombres: 4 civiles inocentes (mientras no se demuestre lo contrario) y 2 militares extranjeros que están ocupando el país de los otros 4.

Seguro que El País, en su búsqueda de la verdad y la objetividad, me permitirá cambiar el título del artículo:

"4 civiles muertos en Afganistán, además de 2 soldados de la OTAN".

04 septiembre 2006

Soldados españoles en Líbano.

Conozco a mis compatriotas, sé la imagen que la mayoría de ellos tiene de "los árabes": una amalgama simplificadora y llena de prejuicios.
Para ellos árabe, musulmán, islamista, todo es lo mismo.
Ni sospechan que hay árabes cristianos (o judíos).
Los hombres son "moros", muchas veces "moros de mierda", y tienen todos un aspecto igual, de moro, morenos y con el pelo rizado; son machistas, sucios, trafican con hachís y oprimen a sus mujeres. Por no hablar del terrorismo.
Por lo tanto las mujeres están oprimidas y llevan pañuelo.
Son inmigrantes, fanáticos, son terroristas.
Según el inconsciente colectivo y la manipulación histórica, los árabes nos invadieron y nosotros, que éramos visigodos y cristianos, conseguimos expulsarlos (a veces con la ayuda divina y la espada de Santiago Matamoros).

Por suerte, todos estos tópicos empiezan a cambiar poco a poco pero siguen ocupando las cabezas de muchísimos españoles.

Pronto habrá en Líbano 1.100 soldados españoles, muy españoles, y me temo que casi todos ellos irán con esa imagen tópica.

Lo único que espero es que no lleguen llenos de prejuicios y sintiéndose superiores; que no lleguen esperando encontrarse sólo a barbudos intolerantes y mujeres tapadas de los pies a la cabeza.
Porque Líbano está muy lejos de ser eso.
Espero que lleguen con respeto, con tolerancia para encontrarse, conocer y apreciar a los libaneses, su hospitalidad y su carácter.
Nuestros soldados van a ser bien recibidos, estoy seguro, van a comprobar que a los españoles se nos quiere en todo Oriente Medio.
Van a comprobar que los libaneses se parecen mucho más a nosotros que los ingleses.

Si van a Líbano conscientes de estar allí para ayudar a personas y no a moros de mierda, quizás cuando vuelvan ayudarán a que en España la imagen cambie y se acerque a la realidad.

30 agosto 2006

Welcome to Lebanon.

Hoy escribo para ella, que ha vuelto a Líbano.

Cuando llegó evacuada a la base aérea de Torrejon de Ardoz, una semana después de que todo empezara, traía pocas cosas: algo de ropa, 5 cartones de tabaco, ojeras, cansancio, la sensación de culpa por haber "abandonado" Líbano, y el deseo casi obsesivo, como una misión, de volver a Beirut lo antes posible.
Ahora ya lo ha hecho, ha vuelto para sentir que está otra vez en su lugar, para esperar que los otros vuelvan y para encontrarse con la ciudad y con fantasmas viejos y nuevos.

Quizás un día escribirá aquí lo que ha sentido al llegar.
Pero lo que es seguro es que ya nunca más confundirá los petardos que tiran los niños del barrio y los fuegos artificiales que anuncian las bodas con el estruendo de las bombas israelíes.

Ella ya está donde quiere estar.
Que Beirut la acompañe y la guarde.

28 agosto 2006

La Inves...........tigación.

"Todos los miembros de ONGs y de organizaciones internacionales que trabajan en el sur de Líbano coinciden en que hay restos de bombas de fragmentación por todas partes en las zonas más machacadas por Israel. Cuatro niños resultaron heridos ayer(...) cuando jugaban con uno de esos explosivos, que han matado a 12 personas desde que empezó la tregua hace 2 semanas.
Los obuses de fragmentación, cuyo uso contra poblaciones civiles está prohibido por las convenciones internacionales, estallan en el aire y lanzan cientos de pequeñas bombas que quedan esparcidas por todas partes: algunas estallan pero la mayoría se convierten en minas.
Creo que no está habiendo más víctimas porque la mayoría de los niños todavía no ha vuelto, explica Ricardo Solé Arqués, un médico español(...).
La ONU ha encontrado, por ahora, este tipo de explosivos en 288 localizaciones diferentes".
(El País, 28 de agosto de 2006).

Hay que añadir que estas bombas de racimo suelen estar pintadas con colores llamativos, supongo que para que sean mas atractivas para los niños.
Uno se pregunta qué función tienen estas bombas: está claro que la de seguir matando población civil durante años, en especial niños, que las confunden con pelotitas, qué gracia, eh, "niño, no juegues con la pelota, que es una bomba israelí".

En el artículo no se habla de que nadie vaya a pedir a Israel responsabilidades por ello, ni de que vayan a imponérsele sanciones por utilizar bombas ilegales, prohibidas por las convenciones internacionales y por la moral de la que tanto presumen los que las han lanzado ("Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces").

Pero no hay problema, está todo solucionado: el presidente Bush ha dicho que se va a inves.......... (perdón, es que me da la risa) .........tigar el asunto.
No va a in.............vestigar quién ha regalado esas bombas a Israel, no, porque eso ya lo sabe muy bien.
Tampoco va a investi....................gar quién ha permitido que Israel las lance con total impunidad. Porque eso también lo sabe.
Seguramente lo que va a inves...................tigar es si las ONGs y la ONU mienten para dar mala fama a Israel. Quizás van a descubrir en la investi............gación que las bombas estaban allí desde hace mucho, tal vez salieron de la tierra. O puede que hayan sido los sirios, el Hizbullah, Irán y al-Qaeda, todos juntos. O Francia, que ya se sabe que es muy antisemita.

En fin, ya nos dirán los resultados de la investiga...............ción. De momento, lo único que podemos adelantar es que Israel será declarada inocente.

Mientras tanto todos a jugar a fútbol: los equipos israelíes en las copas de Europa y los niños libaneses con las pelotitas que les ha regalado Israel.

Crónica del 28 de agosto.

- 43 muertos en atentados en Irak, un día normal.
- 3 palestinos muertos y 17 heridos en Gaza por las "incursiones" israelíes, un día normal.
- 2 periodistas de la agencia Reuters heridos en un ataque aéreo israelí a su vehículo, un "error de identificación".

(202 palestinos asesinados por Israel, entre ellos 44 niños, desde el secuestro del cabo israelí en Gaza.
El cabo israelí se llama Gilad Shalit y los 202 palestinos no sé).

27 agosto 2006

Pronto nos mirarán dentro del culo en los aeropuertos.

Los terroristas son imbéciles. No hay otra palabra. Los aeropuertos son los lugares públicos más vigilados en el mundo, y ellos siguen empeñados en intentar atacar aviones. Es como una obsesión.
Si lo que quieren es atacarnos y matar a la mayor cantidad de civiles posible, y crear el caos, el pánico y la destrucción y el rechinar de dientes, anda que no tendrán sitios más fáciles e incluso con más gente.
Y no paran de intentarlo, oiga: este mes solamente, según dicen, en Inglaterra, Alemania, Holanda, España, etc.
Sí es verdad que prácticamente todos estos "intentos" han resultado falsas alarmas (una señora con un tubo de crema para las manos, 12 señores con cara de musulmanes y muchos teléfonos móviles,...). Todos falsos, salvo uno, el de Londres: Blair dice que nos asegura que tiene las pruebas irrefutables, y si lo dice Blair tiene que ser verdad porque este tipo no miente nunca.
Pero al final, verdaderos intentos de ataques terroristas o mentiras inventadas para dar miedo a la población o simples y humanos ataques de pánico, ¿qué más da?
Lo importante no es si nos atacan, lo importante es si la gente cree que nos atacan.
Porque así se justifica cualquier medida que se tome contra esos (supuestos o no) atentados.

Estados Unidos desde el 11 de septiembre obliga a la UE a proporcionar 39 datos personales de todos los pasajeros que viajen de Europa a Estados Unidos. El Tribunal de Justicia Europeo lo ha declarado ilegal, pero se hace en todo caso.
Estos datos incluyen el número de teléfono, la información de la tarjeta de crédito, el domicilio, el itinerario del viaje, etc.
No conozco la lista completa, ni siquiera me imagino qué otros datos pueden estar incluidos (porque 39 son muchos, ¿no?): ¿quizás el certificado de penales, la religión, la raza, el motivo del viaje, su alojamiento previsto en Estados Unidos, las personas que conocen allí, su profesión, a quién votan, si saben conducir aviones, si han visto las pelis de Michael Moore, qué opinan de Bush, si van a misa los domingos, su orientación sexual y el último libro que han leído?

Pero como todo lo que viene de Estados Unidos se convierte en ley y costumbre, la Unión Europea está discutiendo aplicar nuevas medidas para "endurecer la seguridad en los vuelos", es decir, aplicar las mismas normas norteamericanas: los 39 datos, identificación a través del iris, restricciones máximas en el equipaje de mano, la prohibición de todo tipo de líquidos (puesto que existen explosivos líquidos, con lo cual también deberían prohibir todo tipo de objeto porque también existen explosivos sólidos), la identificación de las huellas dactilares,...
El gran demócrata Blair tiene intenciones incluso de "seleccionar a personas que por sus características étnicas pudieran resultar sospechosas, para someterlas a controles más exhaustivos". A la mierda esa cosa pasada de moda llamada "Derechos Humanos", según la cual ninguna persona podrá ser discriminada por razones de raza, religión, sexo, etc.
Blair se pasa eso por la entrepierna, pero la verdad es que entre sus piernas hay más espacio desde que imita los andares de su jefe.
En los aeropuertos de Holanda ya se aplica el control de iris, por ahora de manera voluntaria. Y ya se han apuntado al sistema 30.000 holandeses, porque es un ofertón: si pone usted el iris hace menos cola, le permiten facturar en el mostrador de clase Business y, se lo juro, no le cobran el parking.

Pero en todo esto hay algo que huele un poco mal:
En primer lugar, no parece que el control exhaustivo -abusivo- de los pasajeros en los aeropuertos haya conseguido eliminar ni la inmigración ilegal ni el tráfico de drogas, ni el contrabando, ni el tráfico de seres humanos o de animales exóticos.
Pero sobre todo hay otra cosa que induce a sospechar que lo que se pretende es ejercer un mayor control sobre la población y no tanto eliminar la posibilidad de ataques terroristas o hacer un mundo más seguro (si se quisiera esto último Estados Unidos haría otra política).
Para explicarlo les cuento brevemente mi verano:
En Bilbao estamos de fiestas, en la zona A de la ciudad, el llamado "recinto festivo", cada noche pasean con bolsos, mochilas, coches de niño o sombreros varios cientos de miles de personas.
Evidentemente es imposible controlar la seguridad -en términos de terrorismo- en conciertos al aire libre con miles de personas.
En la plaza de toros, con capacidad para 15.000 personas, sólo te miran si llevas la entrada, lógicamente, sino habría que hacer cola 3 horas antes de que empezara la corrida.
Un día fui al cine y vi, con unas 200 personas y mi mochila, "Volver", de Almodóvar.
Y lo mejor de todo lo dejo para el final: en julio, durante 15 días, utilicé en Madrid el tren de cercanías entre Atocha y Alcalá de Henares, lo recuerdan, seguro, es el de los atentados de Madrid. En esos 15 días de ida y vuelta nadie me pidió que me identificara, nadie miró mi mochila y no vi ninguna otra medida de seguridad que algunas cámaras y algún vigilante jurado, desde luego, nada demasiado efectivo ante un terrorista suicida.
En fin, creo que no hace falta seguir.

Entonces, ¿por qué esa obsesión centrada en los aeropuertos?
¿Quieren realmente protegernos o quieren algo más?
No lo sé, pero para que no me acusen de negativo y sí de crítico constructivo, me permito hacer algunas propuestas para mejorar la seguridad de nuestros aeropuertos:

1. Cuarentena para todos los pasajeros provenientes de algún país del eje del mal.

2. Sabemos que en Palestina e Irak los llamados terroristas se ponen la cintura de explosivos bajo la ropa. ¡Así que fuera ropa! Legalicemos el método de desnudar al sospechoso, sin olvidar que todos somos sospechosos.

3. El carnet por puntos: consiste en que cada viajero tendría un carnet (que compraría por 20 euros) con 6 puntos, y cada vez que se le pillara un champú en un control, 2 puntos menos; una botella de leche, 3 puntos; un mechero, retirada del carnet, 6000 euros de multa y prohibición de viajar para dos años; un libro en árabe, cárcel; una foto dedicada de Saddam Hussein, pena de muerte. ¡Así aprenderíamos, coño, que la letra con sangre entra!

4. Todos hemos oído hablar del "costo culero", el hachís que se transporta dentro del culo entre Marruecos y España. Para evitar la aparición del "terrorista culero", propongo un examen exhaustivo del citado culo, que siempre es mejor prevenir que curar. Creo que la gente se prestaría gustosa al examen, quedando, por supuesto, exentos los que presentasen un certificado de almorranas legalizado por un notario.
Yo estoy dispuesto a esto y a lo que haga falta, que lo primero es la seguridad.

25 agosto 2006

Cínicos.

- Amnistía Internacional acusa a Israel de crímenes de guerra en Líbano pero los representantes de la Unión Europea siguen tratándolo como un país respetable.

- Estados Unidos, que proporciona las armas a Israel, que permitió los bombardeos sobre Líbano durante un mes pudiendo haberlos parado el primer día, que participó incluso en la planificación de los ataques, es decir, un país directamente responsable de la destrucción de Líbano, dará una ayuda económica para su reconstrucción.

- Israel, que no acata nunca las resoluciones de la Onu contra él, presiona para que se cumplan "inmediatamente" las que afectan a Líbano.

- La ministra de asuntos exteriores israelí, Tzipi Livni, apremió a los europeos a "que se comprometan con Líbano" enviando tropas, puesto que "la situación es explosiva".
Muy bien escogida la palabra: probablemente se refiere a sus bombas ilegales de fósforo blanco, o quizás esté hablando de las bombas de racimo con las que han sembrado el sur de Líbano y que cada día matan a personas inocentes.

- Un grupo palestino reivindica el secuestro de dos periodistas de la cadena de televisión estadounidense Fox Tv.
La cadena neoconservadora, ultrapatriótica y prosionista asegura que los periodistas estaban en Gaza para informar y "ayudar a los palestinos". Cualquiera que haya visto este canal y su tratamiento informativo de Oriente Medio se estará partiendo de risa o llorando.

- Israel ha "capturado", "detenido", "apresado" a 30 diputados y alcaldes, 4 ministros y un viceprimer ministro del gobierno de Hamás desde el secuestro en Gaza de un soldado israelí el 25 de junio.
Pero Israel no "secuestra", eso sólo lo hacen los malos.

- 8 civiles muertos en Afganistán, víctimas de un bombardeo estadounidense. Un día normal.

- "La policía holandesa detiene a 12 pasajeros de un avión tras una alarma en pleno vuelo. El aparato volvió al aeropuerto de Amsterdam escoltado por dos cazas F-16 holandeses y un DC-10 estadounidense".
¿Qué hace un avión militar norteamericano sobrevolando el espacio aéreo alemán y holandés?
¿Se permitiría que un avión militar holandés sobrevolara espacio aéreo estadounidense en misión de escolta?
Los 12 pasajeros han sido puestos en libertad pero el efecto de mantener vivos el miedo y la paranoia ya se había conseguido.

- "Hasta el pasado mes de junio 6 de cada 10 estadounidenses creían que Saddam Hussein tenía relación con el derribo de las Torres Gemelas y consideraban que la invasión de Irak estaba justificada por la guerra contra el terrorismo".
Creo que no hay nada más que añadir sobre la manipulación informativa de los medios de comunicación en Estados Unidos de América.
Esto nos hace ver qué fácil es crear la opinión de las masas, relacionar falsamente cosas que no tienen nada que ver y dar la imagen que interesa a quien controla esos medios.
Mirad la información internacional de un telediario típico español: 1º se habla de violencia salvaje en Afganistán, Palestina, Irak, Líbano, e inmediatamente después se nos cuentan ataques frustrados en Londres, detenciones de supuestos islamistas en Alemania, (falsas) alarmas terroristas en Holanda.
Nuestro inconsciente sólo tiene que relacionar las dos cosas y "el trabajo" está hecho.

- La semana pasada 2 independentistas corsos murieron al explotarles la bomba que manipulaban; yo lo leí en un pequeño artículo de un periódico francés. Sorprendente lo desapercibido que ha pasado, incluso en Francia.
Será que vende más el llamado"terrorismo islámico".

24 agosto 2006

En el nombre de la seguridad....amén. (Los 4 jinetes del apocalipsis: 1.La seguridad)

Lo más grave es que a usted le parece normal que en el nombre de la seguridad le examinen 20 veces cada día su bolso, en el que tal vez lleva usted el vibrador que se compró discretamente en aquel sex-shop y que tan buen resultado le está dando.

A usted le parece normal, "es por su seguridad", que en todos los lados le traten como un posible ladrón, un teórico infractor, un presunto terrorista.

Lo peor es que a usted le parece correcto que le graben en todas partes, que miren sus e-mails, que escuchen sus conversaciones. Lo hacen por su bien.

Como usted no tiene nada que ocultar, le parece lógico que le controlen sus huellas dactilares y su iris como a un presidiario en lugar de darle la bienvenida como el turista que usted es.

A usted le han dicho que nos atacan (aunque no le han explicado porqué) y se lo ha creído, ¿por qué iba a dudar de la palabra de gente tan decente? Ellos tienen las pruebas pero usted no necesita verlas, se fía.

Y hace cola y soporta registros sin sentirse un borrego; al contrario, usted se siente libre y seguro, satisfecho de que se preocupen por su seguridad.

Todo es perfecto. "Un mundo feliz".

Salvo que ahora no hay más seguridad, ¿se ha fijado?, lo que hay es más control.
Salvo que ahora tiene usted menos dignidad, menos intimidad y menos libertad.

21 agosto 2006

Uno, pequeño y libre.

Líbano es un país pequeño pero muy variado y lleno de contrastes. Y no me refiero sólo a los paisajes, las religiones, las ideas políticas o el desequilibrio económico y social, sino, especialmente, a la diversidad de mentalidades y estilos de vida.
Difícil equilibrio, entonces, entre gente tan diferente.
Pero lo que todos tienen en común es el compartir una tierra y un destino.
Recuerdo las manifestaciones que siguieron al asesinato de Hariri: las llamadas "antisirias" y las llamadas "prosirias", aunque las dos eran mucho más que eso.
En unas, cientos de miles de personas con banderas libanesas, gritos de Independencia y Libertad, y carteles que decían "100% libanés".
En las otras, cientos de miles de personas con banderas libanesas, gritos de Independencia y Libertad, y carteles que decían "100% libanés".
En las dos, cruces y medias lunas unidas.
Los jóvenes se sentían revolucionarios, estaban en plena efervescencia.
Después la "Revolución" del pueblo terminó y todo volvió a las manos de los de siempre: los políticos. Entre tanto, algunos de ellos habían cambiado de chaqueta: algunos "prosirios" por conveniencia se hicieron fervientes "antisirios", también por conveniencia. Pero todos se quedaron con el culo en el mismo sitio. Los mismos clanes, los mismos corruptos, los señores de la guerra, y de la preguerra, y de la postguerra. Los mismos, sin faltar ni uno.
Los políticos "neo-anti-sirios" gritaban indignados que todo en la política libanesa había estado controlado por los sirios, sin darse cuenta de que ese "todo" les incluía también a ellos.

Digo todo esto porque creo que uno de los mayores problemas de Líbano es esa banda de profesionales que controla la política del país, y que sigue los intereses de Siria en un caso, los de Israel y Estados Unidos en otro caso, y su propio interés en todos los casos.
La verdadera revolución de la juventud libanesa sería hacer desaparecer ese sistema anquilosado y mohoso, olvidarse de clanes, y presentar una nueva generación de políticos independientes, libres de influencias externas e interesados en un Líbano unido con todos sus contrastes y diferencias (que son, por cierto, su riqueza y su personalidad). Una clase política tolerante y optimista, purgada de "hijos de" y de "hermanos de" y de "primos de".
Rellenar el esqueleto democrático libanés con carne y músculos democráticos.
Porque libertad no significa cambiar de dueño, sino no tener dueño.

Mientras tanto, ojalá todos los libaneses tengan claro que sólo su unión puede hacer su fuerza.
Y que Israel estaría feliz si consiguiera que los libaneses empezaran de nuevo a pelearse entre ellos.
Y que lo va a intentar, sin duda.

Algunos libaneses echan la culpa al Hizbullah de todo lo que ha pasado. Seguramente tienen una parte, pero no la principal. Es una simplificación injusta el decir que son culpables por "haber provocado al gorila, que todos sabíamos que era peligroso y agresivo".
Se olvida la culpa del propio gorila.
Se olvida la culpa del propietario del gorila, del que le da de comer.
Y se olvida la culpa de los que vieron la agresión y no hicieron nada.

Suerte para el futuro. Espero estar allí para verlo y para olerlo.
Y espero que huela a arguile más que al petróleo de la playa y a libertad más que a McDonald's.

19 agosto 2006

RESISTIR.

Aquí va el poema que me ha enviado para el blog una amiga cuya vida está en Beirut y que espera en España para poder volver allí y seguir donde estaba. Es alguien que conoce Beirut y Beirut la conoce. Alguien donde se fusionan España y Líbano. Y alguien que está sufriendo ante tanta estupidez. Para ella:


"En un conocido periódico de ayer viernes 18 un joven y conocido diputado dijo que todos los libaneses habían resistido.
No sólo es resistente el que se defiende con armas.
Resistente el que vive el dolor.
Resistente el que comparte la comida y el techo de su casa.
Resistente el que se mantiene en su puesto de trabajo.
Resistente el que tiene su tienda abierta.
Resistente el que escribe una nota de dolor, de rechazo.

Yo no quiero glorias ni paraíso sólo quiero RESISTIR.

RESISTIR para volver a Beirut.
RESISTIR para trabajar en Beirut.
RESISTIR para vivir en Beirut.
RESISTIR para reírme en Beirut.
RESISTIR para convivir con los libaneses.

RESISTIR para decir que el Líbano existe y resiste.

RESISTIR porque creo en una paz multicolor y plural.

No quiero más amos, falsos protectores, quiero ser libre e independiente para

R E S I S T I R.


Agosto 2006
Marina Rodriguez N.".

Domingo en la Corniche de Beirut.

Mi trozo favorito del paseo marítimo es el que va del nuevo faro (ahora destruido al parecer por un misil israelí) hasta la plazuela donde conviven una pequeña mezquita, la estatua minimalista de Nasser, el McDonald's y algunos hoteles. Un poco más allá, el lugar donde mataron a Hariri y a otras 20 personas un 14 de febrero, día de los enamorados.

Comenzamos el paseo en el café Manara, junto al faro, tomando, a un metro del mar, un café turco.
Y después andamos. Y allí está todo: todos los Beirut juntos y hasta revueltos. Todo un mundo variopinto que se mezcla en un kilómetro de largo y 5 metros de ancho.

Vendedores. Vendedores de mazorcas de maíz, de rosarios, de pescado en el suelo, de habas, de altramuces, de café, de chicles y tabaco, de helados, de agua, de cometas, de arguiles.

En esta parte de la Corniche el mar no pertenece a nadie, se puede bajar y tocarlo.
Adolescentes que se tiran al agua desde la altura de la acera (la acera es un bien escaso en Beirut, y ésta es la gran acera de la ciudad, donde se viene a nadar, correr, sentarse, mirar el mar, comer y beber, pescar, bailar, hablar, pasear del brazo, incluso dormir la siesta y un millón de cosas más).

Filas de pescadores domingueros que atrapan pescaditos ridículos y filas de mirones a su alrededor.
Allí abajo se juega al fútbol y al tenis sin red. Unos toman el sol, otros pescan bajo el agua, otros se bañan. Las mujeres con gabardina y pañuelo entran al agua vestidas (siempre pienso en lo que debe de picar después la ropa mojada y llena de sal). A su lado un hombre en slip y ese color renegrido del que pasa mucho tiempo al sol.
Aquí arriba, en la acera, en el paseo, se viaja de muchas maneras: en bicicleta, en patines, en moto y sobre todo a pie.
Me paro a mirar unos viejillos jugando a la tawla (el backgammon).

Y la música: un hombre toca el laud y canta, más allá un grupo de chicos bailan dabké; y después hay raperos con un gran radio-casette. Y de los coches aparcados y con las puertas abiertas salen a todo volumen las canciones libanesas de moda.
Y está también la música del mar.

Una chica preciosa y con auriculares adelanta corriendo a una familia de abuela empañolada, jóvenes padres y toda una retahila de críos.
Dos amigas del brazo, una con pañuelo y otra sin él, se pasean lentamente notando, con una mezcla de timidez y coquetería, las miradas de los chicos apoyados en la barandilla.
Y montones de niños.
Y una excursión de iraníes mirando al agua, una pareja de franceses, un japonés perdido... Y yo, sentado en la barandilla, de espaldas al mar, viendo lo que pasa y dejándome mirar, como todo el mundo.

Y entre tanta gente y tan poco espacio, cada uno encuentra su lugar; y entre las miradas uno siente su intimidad.

Es el atardecer.
El sol se ha convertido en una bola roja que entra al mar y desaparece.
Sobre el faro pasan muy bajo los aviones que llegan a Beirut.
A un lado están los coches, que circulan lentos a la puesta del sol.
Al otro, enfrente y ocupando todo, el mar.