Un libro, una cita: "La fille qui rêvait d'un bidon d'essence et d'une allumette":

 "-Quizás debería retirarme -dijo".

(Stieg Larsson)

Un libro, una cita: "Froid comme l'enfer":

 "Sentado en su coche, seguía las idas y venidas de los clientes por la puerta de la galería comercial, preguntándose por qué un número tan grande de ellos tenía el pelo morado. No solamente las señoras mayores con bastón o deambulador, que lucían un peinado con reflejos rosados, sino también los adolescentes con la cabellera fluorescente. Debía de ser la moda en el barrio".

(Lilja Sigurdardóttir).

Un libro, una cita: "Les hommes qui n'aimaient pas les femmes" (Millenium 1):

 "Jamás le vendría la idea a un periodista político de dar al jefe de un partido el estatus de "icono".

(Stieg Larsson).

Un libro, una cita: "Los Crímenes del Ártico":

 "- Causalidad -prosiguió Tupaarnaq-. Si quieres comprender por qué se mueve una bola, tienes que descubrir qué la ha puesto en movimiento. Todo lo demás no son más que efectos, y el efecto está a la vista de todos. Es la causa lo que exige una explicación".

(Mads Peder Nordbo).

Un libro, una cita: "Hijos de Febrero":

 "Sólo tenía claro que tenía que hacer algo y eso fue lo único que se le ocurrió".

(Alan Parks).

Un libro, una cita: "Le Séminaire des Assassins":

 "Has olvidado que las mujeres , antes de la crisis, se jubilaban [en Grecia] a los 50 años[...]. Era así en los bancos y en la función pública".

(Petros Markaris). 

Un libro, una cita: "La ville des frelons":

 "La torre del US Bank sobrevolaba la ciudad desde lo alto de sus 60 pisos, coronada de acero brillante similar a los tubos de un órgano gigante tocando un himno dedicado al dios Dólar".

(Patricia Cornwell).

Un libro, una cita: "Monsieur Gallet, décédé":

 "Maigret abrió la caja de un golpe de uña, descubrió un mecanismo idéntico al que se encuentra habitualmente en los comercios y que permite fotografiarse a sí mismo".

(Simenon)

Un libro, una cita: "Où es-tu maintenant?"

 "Su tío contrató a un buen abogado que le evitó 2 años en un reformatorio".

(Mary Higgins Clark).

Un libro, una cita: "El Fraude del Arte Contemporáneo":

"Resulta curioso que las obras empecinadas en asesinar el arte también estén obsesionadas con salvar al mundo y a la humanidad. Estética vacía pero envuelta en grandes intenciones, estas obras defienden la ecología, hacen denuncias de género, acusan al consumismo, al capitalismo, a la contaminación. Todo lo que un noticiero de televisión programe es tema para una obra de antiarte. Sin embargo, su nivel no supera el de un periódico mural de secundaria. No sólo son superficiales e infantiles; también demuestran una sumisión cómplice al Estado y al sistema que falsamente critican. Las suyas son denuncias políticamente correctas.

Estas obras, supuestamente contestatarias, se realizan en la comodidad y protección de las instituciones y con el apoyo del mercado. De allí que hacen críticas en un tono que no disguste al poder o a la oligarquía que las patrocina".

(Avelina Lésper).

Un libro, una cita: "Le Verdict du Plomb":

1. "-Perfecto. Deja de negarlo y de decir tonterías y me buscas un acuerdo que yo...

-Olvidamos la pena de muerte y pido solamente de 25 años a cadena perpetua. [...]

-No es suficiente [...]

-Bueno entonces, ¿qué quieres, Haller?

-15 años máximo".

2. "Ella se ocupaba de asuntos criminales, había juzgado varios importantes y era conocida por dar la pena máxima".

3. "En Derecho Penal, hay una escuela de pensamiento que sostiene que todos los procesos se ganan o se pierden en la selección de los jurados".

(Michael Connelly).

Un libro, una cita: "Poulets Grillés":

 "-¿No es ministro o algo así?

-Secretario de Estado.

-Ah, entonces ya entiendo que sea un "caso cerrado".

(Sophie Hénaff).

Un libro, una cita: "Los Grandes Misterios de la Historia":

 "La isla de Britania era el hogar de un conjunto de tribus celtas. Compartían idioma y costumbres pero nunca formaron una nación. Entonces, las legiones romanas invadieron las islas en el siglo I d.C. Durante los siguientes 350 años, las ciudades y leyes romanas convirtieron la isla en una tierra poderosa: Britania. El Imperio romano trajo una fuerte cultura, una civilización, un estado y un ejército unificado. [...] había calzadas y grandes edificios, las legiones romanas construyeron carreteras, fuertes y puestos avanzados. Pero casi todo desapareció en los siglos V y VI".

(Canal de Historia).