17 enero 2015

El mundo desde la furgoneta: Fábula del Jaguar y el Cerdo.

24 horas sin electricidad. No pasa nada. Silencio, velas, la batería del ordenador a punto de terminarse.
No pasa nada, excepto que hace mucho frío. No pasa nada en la Suiza de Oriente.
"Suiza de Oriente", siempre me ha llamado la atención esa denominación para el Líbano de los años 70. Suiza es famosa por sus relojes y su aburrimiento, Líbano, no; en lo único en lo que se parecían era en su carácter de paraíso fiscal para el dinero sucio.
Pienso en los viejos del edificio de enfrente, con el frío y el corte de luz tienen cerradas sus 2 ventanas al mundo, la del salón y la de la tele. Los imagino en la cama con mantas, con un gorro de lana, con los ojos muy abiertos mirando la oscuridad y el silencio. Sí, el silencio se puede mirar.
Lo que no se puede es entender el silencio de la gente ante esta situación, ni una manifestación en 30 años.
Pertenezco a la mediocre clase media y es a ella a la que quiero pertenecer, porque las otras 2 no son más que símbolos de la injusticia.
Pero Líbano no permite la clase media, te obliga a vivir como un rico, si puedes, o como un pobre. Yo no quiero pagar 2 veces la electricidad y el agua a unos farsantes millonarios. Por eso vivo como pobre, y me muevo como pobre y me cago en los ricos que venden mierda a precio de oro.
El ordenador se ha apagado, no importa mucho, el internet apenas funcionaba; el móvil casi no tiene batería, hace frío y en las velas y el silencio me reflejo.

A la mañana siguiente sigue sin haber electricidad. En la calle me cuentan que ha habido una avería; el vecino me señala los cables: "Se tocaron esos 2 y se rompió todo". Yo digo que sí pero no acierto a ubicar esos 2 cables entre los otros 1498. "Van a arreglarla. Pero ahora están con la avería de la calle de al lado, que llevaba 2 días, es más urgente".
Bueno.
Me meto en la furgoneta, 50 metros después paramos por el atasco. Delante de nosotros un Jaguar matrícula 232233. Dicen que esas matrículas tan simpáticas cuestan mucho dinero.
Bueno.
Qué bien.

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