"Un estudio reciente del Cato Institute y de YouGov revela que casi dos tercios de los americanos [sic] se sienten obligados a guardar para ellos sus opiniones por temor a que sean juzgadas como ofensivas".
(Andrew Doyle)
Sin embargo, -añado yo- ni se les pasa por la cabeza la posibilidad de devolver el nombre de "América" a todo un continente al que se lo han robado de manera impune, imperialista, ignorante y pretenciosa, y que quizás resulta ofensivo para los demás países de dicho continente. Decir "América" en lugar de "Estados Unidos" constituye como mínimo una "apropiación cultural", por utilizar el hipócrita lenguaje "woke" que tanto parece gustarles y que están imponiendo al resto de la humanidad.
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