30 diciembre 2008

Regocijos.

Me regocijo al comprobar que las líneas aéreas checas, Czeck Airlines, continúan tratando a sus señores pasajeros como Dios manda y, en lugar de plástico y cartón, nos sirven la comida con unos cubiertos estupendos que deben de ser por lo menos de acero inoxidable: cuchara, cuchillo y tenedor, sí señor, basta de mierda yanqui de usar y tirar.
Estoy seguro de que una compañía estatal de un país europeo no hará cosas ilegales que atenten contra nuestra sagrada integridad y seguridad.
Estoy seguro asimismo de que las “autoridades” que nos controlan el pasaporte dieciséis veces con el objetivo principal de molestarnos y hacernos perder el tiempo; esos burócratas despóticos que nos obligan a quitarnos el cinturón, los zapatos y el abrigo y a ponernos manos arriba para ser registrados una y otra vez en nombre de una supuesta lucha antiterrorista; esos europedos americanizados que nos expolian de botellines de agua, champús, limas y cortaúñas, cremas y cualquier otra cosa que les salga de sus dictatoriales huevos; esos gobernantes ejemplares –ya llego- son conscientes de que los cubiertos metálicos en un avión destruyen todo el discurso cansino de que nos controlan y nos tratan como a una mierda por nuestra propia seguridad.
Que una cosa es la seguridad y otra, muy distinta, el control estúpido y abusivo.
Y aunque me regocijo, me temo que la mayoría de los buenos ciudadanos seguirá creyendo que con estos “leves ataques a su dignidad” su vida es más segura.
En cuanto a los terroristas, les recomiendo urgentemente un psiquiatra que les cure esa obsesión extraña de querer poner bombas, dale que dale, precisamente en los lugares públicos más controlados del mundo, los aeropuertos…joder qué manía.

1 comentario:

david xavier dijo...

Buenas noticias para los coleccionistas de cubiertos de a bordo...