22 julio 2009

El chiringuito.

En esta España superpoblada, de viejos con bermudas y niños violadores, más multirracial que multicultural, dicen que no quedan charangas ni panderetas...dicen.
Llevamos como podemos la modernidad pero aferrándonos a nuestra sagrada corrupción, a nuestra castiza cutrez. Toreros europeos.
Hace calor. Eso es ancestral.
Y no es lo único; en la tele hablan de la trama de corrupción del PP. Para defenderse dicen que es una conspiración del PSOE, no se les ocurre nada más. A la alcaldesa de Valencia, una señora con tanta clase y oratoria como Jesús Gil, le regalaban bolsos Vuitton. Y ella lo justifica con el desparpajo y la caradura dignos de su indigna profesión de medrador profesional, enchufao y enchufador de alto nivel, eso que llaman "políticos": "Todos los políticos, desde el primero hasta el último, reciben regalos".
Gracias por aclarar la situación a los que aún piensan que esta chusma son servidores públicos y que los casos de corrupción son excepciones, aunque sean miles y miles de excepciones.

Una de las dos Españas ha de helarte el corazón.
O las dos.
Porque el ministro Moratinos acaba de hacer la primera visita oficial en 300 años a Gibraltar.
Gibraltar, sí, ese paraíso fiscal inglés en la costa andaluza.
Yo no zé zi eze peñón é epañó o inglé, pisha, pero recuerdo que el estado español tenía una reivindicación territorial sobre él.
Imaginaba que dejar de tenerla merecía al menos una consulta al pueblo español, un referéndum; en lugar de eso, el PSOE nos lo coloca por debajo y en voz baja, con el estilo chupapollesco que siempre le ha caracterizado: hace unos meses el gobierno español abrió un Instituto Cervantes en Gibraltar, sin bombo ni platillo pero dejando bien claro con este acto simbólico que Zapatero ha decidido por todos nosotros que Gibraltar es inglés. Porque los Institutos Cervantes son centros que difunden la lengua española en el extranjero. Se abren por motivos económicos y políticos, y raramente por razones culturales y linguísticas.
Los inaugura el Príncipe Felipe en ciudades grandes de países ricos o con interés comercial y político para España.
Sí, en ciudades grandes, como Londres, Manchester, Leeds. No en pueblos como Gibraltar.
Que no haya uno en Liverpool y sí en el Peñón sólo significa una bajada de pantalones de Zapatero ante Inglaterra.
Esperemos que le hayan dado algo a cambio y que un día nos cuente qué.

Hay otras 2 noticias en la España veraniega:
La primera es la multiplicación de los casos de violaciones a menores por parte de menores.
Resulta que cada vez más hijoputas de 13 años se dedican a agredir, a violar, a matar.
Y las autoridades se plantean por un lado cambiar la ley del menor para acabar con la situación actual, en la que ni el agresor ni sus padres tienen ninguna responsabilidad; y por otro lado meditan sobre qué está fallando en la sociedad, en la educación, en los cerebros de los adolescentes, para que estos casos sean cada vez más frecuentes.

La segunda noticia es que ha llegado a España un héroe épico, el nuevo ídolo con el que identificarnos.
Se trata del mercenario portugués Cristiano Ronaldo, que, como todos los futbolistas, se vende al mejor postor.
El Real Madrid siempre ha sido un equipo rico que recluta a golpe de talonario a algunos de los mejores futbolistas mundiales, pero que, paradójicamente, simboliza el fútbol español y "nuestros más arraigados valores patrios". Este Cristiano millonario cuando meta un gol besará el escudo de su camiseta con la misma pasión con la que hacía lo mismo el año pasado en un equipo inglés.
De momento, en todas la estaciones de metro "de aquí de Madrí" aparece el héroe en fotos gigantes y con esta frase críptica: "Mis expectativas son mayores que las tuyas".
Está gritando y sin camiseta, cual Hércules matando al león.
Sólo que Hércules no tenía un contrato con Nike.

No hay comentarios: