27 julio 2009

Sé quién eres.

Los atentados del 11 de septiembre en Nueva York supusieron una nueva era mundial, un antes y un después.
Pero no porque murieran 3.000 inocentes civiles estadounidenses: en este mundo violento, desgraciadamente, son habituales los atentados, las guerras, los genocidios. Y creo que 3.000 inocentes civiles estadounidenses no son más importantes que 3.000 inocentes civiles palestinos, iraquíes, libaneses...
Si aquellos atentados cambiaron la faz del mundo fue porque se instaló la paranoia securitaria y los estados democráticos decidieron entonces que la seguridad era una excelente excusa para el control, que la libertad individual quedaba por debajo y que se consideraba que cualquiera podía ser tratado como culpable o al menos sospechoso hasta que no demostrara su inocencia, es decir, justo lo contrario de lo que hasta entonces dictaban los derechos humanos.
El gobierno estadounidense que impuso esa nueva mentalidad ya dejó el poder pero la "ética" que instalaron ha quedado, quizás para siempre.

Un ejemplo:
En el móvil recibo constantemente el siguiente mensaje: "Movistar info: la ley 25/07 obliga a que como cliente de tarjeta nos facilite sus datos identificativos en tiendas Movistar para no desactivar su línea en Nov09".

No he leído la ley 25/07 pero evidentemente se trata de una filosofía securitaria que busca saber quién es cada usuario de un teléfono móvil.
El "razonamiento" puede ser el siguiente: los teléfonos móviles pueden utilizarse como detonadores de explosivos, como ocurrió en los atentados de Madrid. Ergo todos los teléfonos deben estar identificados por si acaso se cometiera un crimen un día.
Lo mismo que se prohibieron los líquidos en los aeropuertos a raiz del descubrimiento de un supuesto plan terrorista con un explosivo líquido.

Cuando compré mi número de teléfono no me pidieron mis datos, lo mismo que cuando compro lechugas no me piden el carnet.
Pero en este caso las opciones que te dan son dos: o te identificas o te cortamos la línea. Tú verás.
Soy un sospechoso.
Pero tengo unas ideas para que el poder vea que estoy dispuesto a colaborar: propongo que se tomen los datos del que compra una llave inglesa en una ferretería porque se trata de un posible agresor.
¿Y quién nos dice que las tartas no van a ser utilizadas para estamparlas en la carota de un político? ¿Y por qué no se identifica al que compra un billete de metro con el que quizá hará la boquilla de un porro ilegal?
¿Y si el de la tienda de móviles vende mis datos a una empresa publicitaria? Hay que identificarlo.

En algunas zonas de España han prohibido las barbacoas al aire libre. Por lo de los incendios.
Pero resulta que el 90% de los fuegos es intencionado.
En el estanco:
-Buenas, ¿me da un mechero?
-Sí, claro, caballero. ¿Me deja su carnet de identidad un momentito? Firme aquí, presunto pirómano. Gracias.

1 comentario:

victor dijo...

Visión simplista. como tú has dicho mejor lee la ley y luego opina.
ah por cierto, las tarjetas pre-pago no solo son utilizadas por posibles terroristas, tb por delincuentes de todo tipo, desde narcotraficantes a atracadores, que quizás un día te toque a tí y luego pondrás una entrada en tu blog sobre la ineficacia de la policia y que no entiendes como no resuelven tu problema.

Es mi opinión