15 julio 2011

Amor de gatos egoístas.

A veces tengo la impresión de ser un perro,
me sorprendo un colmillo en el espejo
un golpe en las costillas y un collar con cascabeles.

Me inquieto y pregunto a los amigos
y responden que me lama mis heridas.
Y yo lamo las heridas de la gata
la acaricio con la pata la abrazo la quiero
la deseo
le ofrezco lo que tengo, que no es nada: la luna,
una calle, una cama, unos brazos, muchos besos,
el cariño. Y no es nada. Y el amor, que no lo quiere.
De tanto querer besarla la mordí y era mordisco
de amor aunque doliera.

Me mira con sus ojos expresivos, no acaricia y
la sigo por detrás hasta la esquina.
Me lanza un bufido y me araña en la cabeza
y se marcha y me deja tambaleando.
Tengo sus flores y el dolor.

Y entonces pregunto a los amigos
y mando mensajes sin respuesta a otros perros
ocupados en lamerse sus heridas.
Me asusto, la busco
y no tiene sitio para mí ya en su cabeza.

Y entonces ando por las calles
husmeo en las basuras y les ladro a la luna y a los coches.
Y la busco a cuatro patas
y me faltan su mirada y sus lunares.

La encuentro rodeada de otros gatos
y la quiero, y me siento perro despreciado
y me siento en una acera y enloquezco.

Te mordí y me arañaste
te hice daño en el orgullo
te mordí de tanto querer besarte,
buscando que mordieras me arañaste .
Tú eres luna
por eso le ladro a la otra luna.
Y otra vez soy perro apaleado
buscando a mi gata por las calles.

Y las perras me saludan y las gatas me desean
una noche o diez mil años.
Y las ratas me devoran las entrañas.
Y da igual porque no estás, gata.

Y mi amor ahora es amor de perro
y tu amor de gata me dolía
pero era tu amor y lo guardo muy adentro
con los restos del recuerdo de las noches
en que cogías mis patas cariñosa
y eras perra y eras gata y eras todo.

Y entonces, ¿sabéis lo que decido?
Decido escribirte a las seis de la mañana.
Decido entenderte en tus maullidos.
decido perdonarte para nada.
Y decido que la luna está muy lejos
y decido pasearme por las calles
y respiro pero ya no llega el aire.
Soy perro y decido que te quiero aunque no quieras.
Y decido no seguirte si no quieres.
Y decido esperarte para siempre.
Y decido que da igual lo que decida.
Y decido arfar lo que guaff
y ralarr y arfff
y me faltas otra vez como nadie me ha faltado.

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