07 junio 2015

Máquina de churros 4: "El mojigato, el hipócrita y el políticamente correcto".

Decíamos ayer que el cine estadounidense es un fiel reflejo de su sociedad y por ello obligatoriamente debe ser un cine hipócrita y utilizar un doble rasero.
En su cine y en su realidad se aplican ridículos criterios de corrección política que en otros países están superados desde hace decenios.
Hipocresía es dar más importancia a la palabra que a la realidad, a la cáscara que al interior, la puerta recién pintada aunque dentro esté el horror.
Llamar a una persona de piel negra "afroamericano" es patético y además inexacto: ni podemos seguir definiendo a alguien por el continente del que provienen sus ancestros de hace 200 años, ni debemos admitir que se siga utilizando el adjetivo "americano" como sinónimo de estadounidense.
Parece ser que la comunidad negra en Estados Unidos sigue discriminada a pesar de Obama y que, junto a los latinos, sufren de más paro, pobreza, drogadicción, violencia, etc que sus compatriotas blancos de origen anglosajón (bueno, los llamaré mejor "europeoamericanos", por la tontería). Pero eso a un hipócrita le da igual mientras se utilice la palabra correcta: afroamericano.
En su cine hubo unos años de paranoia racial y sexual impresionantes, cuando en todas las películas había que repartir los roles de manera hipócritamente correcta, no fuera a ser que las minorías protestaran. Así en una nave espacial los tripulantes eran un latino, un negro, una mujer y 4 blancos; claro, el progresismo era un barniz y al final los científicos eran 3 blancos y la mujer y el latino y el negro y el blanco restante se encargaban de la sala de máquinas; pero en todo caso era delicado para el guionista decidir quién sobrevivía al final: la supuesta modernidad se acababa en cuanto rascabas un poco en el cerebro hipócrita, el negro moría el primero y el latino al final y además sacrificándose generosamente, porque estaba herido y no podía correr ("Iros vosotros, yo me quedaré aquí...¿qué esperáis?¡Yaaaaaaa!") para que la mujer y el blanco pudieran escapar y crear una nueva humanidad...blanca.

¿Qué podemos decir del sexo en el cine de Hollywood? Sólo una cosa: "¡Malditos puritaaaanos!", esta gente se cree que ver una teta traumatiza a un niño pero que lo que hace el francotirador en Irak es normal. Pero no, aquí hay una pequeña confusión ética: lo normal es la teta y no ellos ni su violencia.
He leído la siguiente información sobre el churro pseudo-erótico "50 Sombras de Grey" (yo prefiero a Sasha Gray): "Dakota Johnson aparece desnuda en todas las escenas hot junto a su compañero Jamie Dornan, y aunque resulte irónico ninguno de los dos estaba realmente desnudo ni con el vello al descubierto. La magia del cine volvió a hacer de la suyas [...] no sólo Dornan llevaba una pieza de color piel que "cubría su pene", sino también su compañera. "Dakota tenía un parche que cubría toda su área púbica. En post producción, pasamos por la curiosa situación de tener que añadir vello púbico".
Pues hay más. Resulta que Dakota exigió en su contrato que su trasero tampoco quedara expuesto a la cámara. Una petición que llevó a que la producción contratara una "doble de culo" de la actriz".
Todo esto dejó de hacerse en España en los años 70; si quieres hacer una película sobre sexo, puedes hacerla bien o como en Estados Unidos. O sea que una supuesta actriz hace una supuesta película supuestamente erótica que trata supuestamente de sexo y de sadomasoquismo, ¿y se niega a que se le vea el culo?¿Así podemos centrarnos más en sus dotes dramáticas, que es a lo que van los espectadores de esa película? Anda, iros a tomar por..no me sale la palabra, no vaya ser que me lea un niño...por el trasero, donde la espalda pierde su nombre, justo debajo del coxis.

Hipocresía es que los personajes de un churro yanqui no fumen para no dar mal ejemplo, no importa que la profesión del dicho no-fumador sea la de psicópata, por ejemplo. Lo primero es lo primero. ¿Os acordáis de aquel bodrio estadounidense -y perdón por la redundancia- llamado Waterworld? Los malos se llamaban Smokers y fumaban más que un carretero, lógicamente, como eran malos...

En fin podría seguir poniendo ejemplos de cómo la estrecha mentalidad de un país se refleja en la estrecha mentalidad  de su cine...Pero es que me voy a ver una película que hable de cosas normales, tenga buenos actores, diálogos interesantes, un guión coherente, mueran menos de 30 personas y no pretenda manipularme además. Puede que esta película sea de Estados Unidos, sí, las hay, pero puede más que no lo sea.
Ya si eso os adelanto que la 5ª parte de esta serie trata de cómo los estadounidenses se creen que sus gestos, sus valores, sus actitudes y su humor son universales. 
Y es que no.

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