10 octubre 2016

Autorretrato.


A veces las similitudes son subjetivas; y en mi caso más, porque me sucede a menudo que sólo yo las veo ("en ocasiones veo similitudes"). Lo que me parece evidente -que la mujer de esa foto es Madonna disfrazada de geisha, que ese señor es igualito que José Sacristán, el pobre- a los otros les parece absurdo.
Así que es posible que este hombre dibujado en una pared no se parezca a Julio Cortázar pero en musculoso y azul. Puede incluso que no parezca verosímil pensar que una noche Cortázar estuvo en Beirut y se pintó a sí mismo en una calle solitaria disfrutando ya en aquel momento de su anonimato presente y futuro, con la fatua seguridad de que nadie sabría nunca que el hombre azul era Cortázar y menos aún que él mismo había estado allí una noche para pintarse.
Se equivocó. Yo pasé por allí y me di cuenta.

2 comentarios:

marta dijo...

Pues también me parece que se equivocó... aunque al principio pensé que a quien veías era a ti mismo. ..

amigo_de_libano dijo...

Pues sí, a veces me veo en las paredes también.