14 octubre 2016

Calambur.

Hay que tener cuidadín al cortar las palabras -lo mismo pasa con las sandías, el jamón o las relaciones-, porque no es lo mismo aquí que allá: "Si el rey no muere, el reino muere" (Alonso de Mendoza).
En este caso el corte es preciso, gastronómico, tierno: "Gambas à la Jillo", gambas al estilo de Jillo, a su manera.
A Jillo lo imagino muy bien -antes de venir a Líbano a preparar gambas- en una tasca de Córdoba, contando chistes a los clientes:
 -"Papá, ¿cómo se llama eso que uno se acuesta arriba y otro abajo?
-Follar.
(Al día siguiente)
-Se llama litera. La maestra, que vayas.
Jajajajajaja".
Sí. Juan José González, Juanjo, de ahí Juanjillo y de ahí Jillo.
Jillo pá los amigos. Y los clientes, que son amigos.
"¡Jiiiillo, pon una de gambas por aquí, haz el favor".

No hay comentarios: