06 enero 2010

In God we trust.

La relación del libanés con el dinero es muy especial –a la vez práctica y amorosa- y hace bueno el tópico del comerciante, del hombre de negocios, del estafador simpático, del mediterráneo vividor, obsesionado por la imagen y amante del lujo.

La gran mayoría de los habitantes de este país son expertos conocedores del mundo del billete: la primera sorpresa es ver a una chica o a un viejo contar un fajo de billetes con más técnica y velocidad que un indigno banquero.
El portero, un taxista, la cajera del supermercado, todos miran los billetes de 100 dólares al trasluz, rascan, manosean, cierran un ojo… éste vale.
A tamaña suspicacia se une la finura: si un billete está un poco viejo, es de un modelo antiguo o tiene el más mínimo rasguño o rajita, casi seguro que no lo aceptan; si le falta un milímetro cuadrado, entonces no sirve seguro.

Pagar a un libanés con monedas es casi ofenderle.
Las de 500 liras son de mal gusto, las de 250 una afrenta, las de 100 y las de 50 pareciera que no fueran de curso legal.
Sin embargo, en 10 años sólo una vez me he encontrado una moneda en la calle, de las pequeñas: qué raro.

En la esquina hay una tienda de ultramarinos, cutre, de barrio, con 4 cosas.
Pues bien, la semana pasada la dueña sacó de un cajón una especie de lápiz electrónico que pasó por el billete hasta que salió un pitido y una luz que reconocían su validez.
Me quedé boquiabierto ante tal alarde tecnológico, sobre todo teniendo en cuenta que la puerta del establecimiento se cae a trozos, que el dueño está siempre dormido en una silla y que sus amigos se sientan alrededor de una tele a ver telenovelas turcas.

Lo más curioso es que sólo una vez he visto un billete falso –y no creo que lo fuera, a pesar de lo que dijera el comerciante-.
Lo cual es lógico si lo miramos bien, porque a ver quién es el guapo que cuela un billete falso en un país con 4 millones de banqueros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ES VERDAD, CONOSCO VARIOS LIBANECES Y CADA VES QUE LOS VEO CONTANDO DINERO ME ASOMBRO DE LO RAPIDO QUE LO HACEN Y MUY POCAS VECES SE EQUIBOCAN.
MUY INTERESANTE LO QUE ESCRIBES.
SALUDOS