08 febrero 2011

La Ashura en Nabatiyé.

La Ashura es una festividad religiosa chiíta que, como su nombre indica, dura 10 días.
Conmemora la muerte de Hussein -allá por el siglo IX- y la consiguiente separación entre las 2 grandes ramas del Islam, sunna y chía.
Como todas las fiestas musulmanas sigue el calendario lunar; la última Ashura tuvo lugar en diciembre.
El décimo y último día de la Ashura se celebran ceremonias de duelo y penitencia. En algunos lugares (Irán, Irak, etc) los chiítas se autoflagelan esos días o se golpean el pecho al ritmo de cánticos religiosos.

La mayoría de los gobiernos prohiben la ceremonia de la sangre.
En Líbano concretamente, los 2 grandes grupos político-religiosos chiítas han tomado actitudes opuestas con respecto a ella: el Hezbollah prohibió la sangre hace unos años y organiza en su lugar concentraciones religiosas, recomendando asímismo la donación de sangre a hospitales.
Amal, sin embargo, mantiene la tradición, especialmente en Nabatiyé, ciudad del sur de Líbano.

El último día de la Ashura en Nabatiyé consiste por un lado en una representación de la batalla de kerbala, en la que murió Hussein, y, por otro lado, en la ceremonia de la sangre en un circuito que se establece en una zona de la ciudad.







































Los participantes, varios miles de personas, se hacen cortes en la cabeza con navajas de afeitar, superficiales pero que provocan gran pérdida de sangre. Por grupos, desfilan por la ciudad gritando el nombre del mártir al que conmemoran y golpeándose las heridas con la mano abierta o con la hoja de machetes para provocar la salida de la sangre.
La duración y el grado de la penitencia depende de cada persona o grupo, desde los niños que se inician en esta ceremonia religioso-social, hasta algunos adultos que acabn desmayados a causa de la pérdida de sangre.

Las fotos y vídeos que van a aparecer en el blog a partir de ahora y durante algunas semanas pueden parecer violentos y sangrientos. Lo son. Pero, sin entrar en juicios de valor, quiero recordar que el sentido de la ceremonia, además de ser una tradición social, es el de la penitencia y el trance, al estilo de otras católicas que se celebraban en Semana Santa en Filipinas (crucifixión) o en España (flagelaciones).
Por último, la ceremonia en Nabatiyé está perfectamente organizada en lo que concierne al orden público, así como a puestos de socorro, camilleros y ambulancias.
Se trata de una tradición ciertamente polémica y discutible.
Se trata también de una ceremonia única e impresionante.

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