14 febrero 2011

Leña al mono.

Leo una noticia que parece absurda dada su falta de interés, pero que demuestra a la vez cómo hacemos leña del árbol caído y cómo los medios de comunicación son expertos, si no en escribir, sí en el arte de la manipulación.
El título ya es de por sí bastante capcioso: "La huida de Mubarak al Mar Rojo demuestra su lejanía del pueblo"; y, continúa, "resume el abismo existente entre la mayoría de los 80 millones de egipcios que gobernó durante 3 décadas y él".

Me pregunto dónde aprenden a escribir estos periodistas.
Y me respondo que en ningún lado.

Pero, a lo que iba, ¿este artículo nos informa de qué?
Pues de lo malo y lo rico que era el dictador. Y no sólo nos informa de ello sino que nos lo "demuestra" con un ejemplo claro y sencillo que todos podemos entender.
Aunque yo no alcanzo a ver el fondo: ¿quiere decir que como era un dictador se iba a hoteles de lujo mientras su pueblo pasaba hambre?
Y entonces, ¿nuestros políticos son dictadores o no van a hoteles de lujo?

Y me vuelvo a preguntar si los de Reuters no han tenido tiempo de escribir este engendro durante los 30 años en los que Mubarak gobernó.
Es como si 30 años sin criticar a esta dictadura en la prensa, 30 años aceptando al dictador y subvencionándolo en la política, se borraran ahora apresurándose a decir que Mubarak era un cabrón y que apoyamos al pueblo egipcio.

Resultan tan poco creíbles y tan hipócritas como la reciente polémica en Francia a raíz de que 2 ministros pasaran las últimas navidades en Egipto y Túnez respectivamente, invitados por Mubarak y Ben Alí también respectivamente. Había que ver al resto de sus señorías indignados por los viajecitos, y a los 2 acusados deshaciéndose en excusas ante la cagada. Sólo les faltó decir la verdad, a saber, "acepté que el puto dictador me pagara unas vacaciones de lujo, primero porque soy un político de mierda y estoy acostumbrado a disfrutar de los privilegios; pero, sobre todo, porque no sabía que el anfitrión iba a caer en desgracia, joder. Y además, el que esté libre de viajecito pagado por un dictador o por el dinero público, que tire la primera piedra".

Resulta evidente que Mubarak era rico y que estaba alejado de su pueblo, exactamente igual que todos los presidentes, reyes, dictadores y demás ralea. Y esto, independientemente del sistema político del que se trate. Porque si una dictadura y una democracia son muy diferentes (sobre todo algunas democracias), en el nivel de vida de los gobernantes se diferencian muy poquito.

Nuestros intrépidos periodistas se atreven a decir, y eso 30 años después, que "para el 40% de egipcios que vive con menos de 2 dólares al día, los hoteles de 5 estrellas, las clases de golf y los arrecifes de coral del Mar Muerto están a un mundo de distancia de su lucha diaria por sobrevivir".
Pero no se atreven a decir que "para el 40% de españoles que vive con menos de mil euros al mes y para los más de 4 millones de parados y sus familias, los yates de la familia real (real de reino, no de realidad), sus viajes gratis, los partidos de polo, las cenas de gala en uno de sus palacios y los 9 millones de euros anuales que le pagamos entre todos, están a un mundo de distancia de su lucha diaria por sobrevivir".
Y no estoy comparando precisamente los 2 dólares con los 1000 euros, se ve ¿verdad?

Sí, los periodistas son muy osados, vean: "La atención médica que disfrutó allí demostró otra vez la distancia entre Mubarak y la mayoría de la gente que gobernaba".

Pero ni en broma critican la atención médica que disfrutó aquí en Líbano la ministra Chacón cuando se vino a hacerse fotos con los soldados españoles de la Finul con todo un equipo de médicos (ginecólogo, anestesista y pediatra), no fuera a ser que pariera en viaje por la emoción.
Esos gastos ostentosos en un viaje innecesario parecerían más propios de un Mubarak que de un gobierno democrático de un país encharcado en una crisis económica terrible, y, para mí, "demuestran otra vez su distancia con la mayoría de la gente a la que esperemos que pronto dejen de gobernar, es decir, los españoles que hacen cola en la saturada Seguridad Social mientras pagan el viaje a los ginecólogos de la ministra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que es de goma