17 abril 2012

Receta para favorecer la risa floja.

Se trata de un plato facilísimo y que, aunque no alimenta, hace mucho de reír.
Es cocina de fusión, muy ligera, y sólo necesita 2 ingredientes: la palabrita divina del Papa y la salsa de Raúl Castro.
1. Se toma la palabrita y se le añade una dosis de morro: "En su viaje a Cuba Benedicto XVI condenó con firmeza el capitalismo salvaje que ha dejado al hombre desprotegido frente a ciertos poderes".
2. En plato aparte se cuece la salsa con una pizca de humor: "Raúl castro, por su parte, destacó las estrechas relaciones entre la Santa Sede y Cuba, precisando que siempre han estado basadas en el respeto mutuo. También señaló las coincidencias entre su país y la Santa Sede "en muchos temas"".

Queda todo muy decorativo pero, de verdad, no hay quien se lo trague.

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