16 noviembre 2014

La prensa mata tus neuronas: El asesinato de la libertad de prensa.

Una de las formas más habituales de manipular la realidad que tienen los medios de comunicación  se refiere a la palabra, expresión o sintaxis utilizados para calificar la muerte de alguien; estaremos de acuerdo en que no es lo mismo utilizar una frase activa (X ha matado) que pasiva (Y ha resultado muerto); o decir que una persona ha sido asesinada, que ha fallecido o que nos ha dejado; o calificar el acto de muerte, homicidio o tránsito hacia un lugar mejor.
Por ejemplo en los medios de comunicación de masas -grandes periódicos, televisiones o radios- es imposible que la muerte de un palestino sea calificada como un asesinato, sean cuales sean las circunstancias de esa muerte, puesto que ello representaría una crítica al país responsable de esa muerte, y hay consignas evidentes para que ese país no sea criticado por la prensa y sí justificado y apoyado en cualquier caso.
Por eso me ha sorprendido - suponiendo que a estas alturas la hipocresía de la prensa pueda sorprenderme- leer el siguiente titular: "Aumentan recompensa por el asesino de una ardilla".
Los hechos son los siguientes: un hijoputa descerebrao que andaba allá por el Gran Cañón del Colorado le dio una patada a una ardilla y la lanzó al vacío. Alguien lo grabó y lo puso en el Youtube.
La agencia de "información" AFP califica este hecho de asesinato. Y a su autor de asesino, y miles de medios de comunicación reproducen la noticia utilizando esos mismos términos.
La recompensa para el que identifique al que mató a la ardilla la ofrece PETA, un grupo de defensa de animales. Yo no sé si en el original en inglés de la noticia también se utilizaba el equivalente a asesinato o si se trata de una mala traducción. Pero lo que sé es que mientras en este mundo no se equiparen los derechos de los animales a los de las personas, es imposible asesinar a una ardilla por la sencilla razón de que asesinato significa "delito contra la vida humana que consiste en matar a una persona concurriendo ciertas circunstancias agravantes", etc.
Veamos el tratamiento dado por "El País" a una noticia similar que ocurrió en España hace unos años, cuando la prensa y el propio "El País" estaban algo mejor: "Un joven, detenido por matar a una ardilla del Retiro". El artículo, que es muy jugoso, termina así: "Sorprendido en plena faena por los agentes, Valdemar Filipo confesó que sólo pretendía jugar con los animales. La policía le detuvo, acusado de cometer un delito ecológico. Trasladado a los calabozos de la Plaza de Castilla, el sábado pasó a disposición judicial". De hecho en España hace un año cambió la ley -para bien- de multa a delito (de 6 a 18 meses de prisión). Pero de momento no ha pasado a ser asesinato. A no ser que las ardillas de Colorado sean más importantes que las de Madrid, que no sería de extrañar.

Curioso y feo mundo éste en el que para cierta prensa matar a una ardilla es más grave que matar a un palestino.

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