24 mayo 2014

Un libro, una cita: Desmond Morris (2).

"[...] pero las bombas caídas del cielo tienen todavía mayor alcance, y los cohetes tierra-tierra pueden llevar aún más lejos el "golpe" del atacante. Resultado de esto es que los rivales, en vez de ser derrotados son indiscriminadamente destruidos. Como se ha explicado anteriormente, la finalidad de la agresión, dentro de la misma especie y a nivel biológico, es el sometimiento, no la muerte del enemigo. No se llega a las últimas fases de destrucción de la vida porque el enemigo huye o se rinde. En ambos casos, se pone fin al choque agresivo: la disputa ha quedado dirimida. Pero desde el momento en que el ataque se realiza desde tal distancia que los vencedores no pueden percibir las señales de apaciguamiento de los vencidos, la agresión violenta prosigue y lo arrasa todo. Ésta sólo puede detenerse ante la sumisión abyecta, o ante la fuga en desbandada del enemigo. Ninguna de ambas cosas puede ser observada en la distancia de la agresión moderna, y su resultado es la matanza en masa, a escala inaudita entre las demás especies".

(El Mono Desnudo)

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