-Suele ocurrir, supongo, que las cosas simples resulten escurridizas, porque no tienen esquinas que permitan agarrarlas bien.
-Estuve en la agencia ayer, cumplimentando más formularios, metiéndome en más apuros. Me preguntaron: "¿Dónde vive usted?", y contesté: "En el infierno". Y la chica me preguntó: "¿Dónde queda eso, señora?". Yo me señalé el pecho y le dije: "Aquí dentro, aquí dentro".
-Quien conociera a Clarence en aquella época no podía tener ni la menor idea de cómo era antes, de lo extraordinario que era en ciertos aspectos. Ahora, diciendo: "cómo era antes" he hecho que suene como si algo dramático le hubiera ocurrido en algún momento y que después "ya no fuera el de siempre", como suele decirse. Supongo que alguien, al leer esto, pensará: "¿Antes de qué, para ser exactos?". Bueno, pues, en este caso, en el caso de Clarence, fue antes de nada en concreto -cuando digo lo extraordinario que era antes, quiero decir antes de pasarse doce años más siendo Clarence.
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