29 mayo 2007

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"Al Fatah al Islam".


Los obedientes medios de comunicación, sumisos como siempre (salvo honrosas y escasísimas excepciones) a los que imponen hasta la terminología políticamente correcta de la manipulación, se han apresurado a decir sin ningún pudor que se trata de "un grupo terrorista liado a Al-Qaeda".
Es que Al-Qaeda es como un comodín, o la navaja multiusos o el pegamento Imedio o la palabra "cacharro".
Sirve para todo.
Y a callar.
Que lo dice la tele.

Lo malo esta vez es que para los problemas en esta zona hay ya otro culpable-comodín asignado de antemano: Siria.

Así que, -falta de coordinación-, otros medios de comunicación corrieron a señalar al culpable local, y, por lo tanto, el grupo armado tenía "vínculos con el régimen sirio y podría estar siendo utilizado para desestabilizar el país del cedro".

No importa que el jefe del grupúsculo radical hubiera sido encarcelado por ese mismo régimen sirio.
No importa que el poder sirio, al igual que otras dictaduras árabes (Túnez, Argelia, Egipto, Jordania, Marruecos, el Irak de Saddam Hussein, etc) reprima, a veces violentamente, a los movimientos islamistas, o porque los ven como un peligro interno para sus regímenes, o para ganarse la bula de la "Comunidad Internacional" que, a cambio de eliminar el "peligro islamista" en casa, les da el carnet de respetabilidad, y donde decía "dictadura" escriben "régimen autoritario".


Así que Fatah al-Islam está manejado por un lado por el régimen sirio y, por otro, pertenece a la super-organización mundial denominada Al-Qaeda.

Por lo tanto, deducimos brillantemente que, o bien, Fatah al-Islam pertenece los lunes a Al-Qaeda y los martes es utilizada por Siria, o bien hay vínculos entre los 2 malísimos, Siria y Al-Qaeda.

Es, simplemente absurdo.
Pero nadie nos ha pedido la opinión.

Recordamos que también se acusó al régimen laico y militar de Saddam Hussein de relaciones con Al-Qaeda. Y de tener armas de destrucción masiva, químicas, nucleares... Y de estar detrás de los atentados de las Torres Gemelas. Y de apoyar el "terrorismo internacional". Y de querer destruir a Israel. Y de ser una amenaza para "nuestros" valores y estilo de vida.

Toda esta serie de patrañas las dijeron, sin ninguna vergüenza y sin ningún problema, Bush y su banda, Blair, el difunto Aznar y un largo etcétera, las dieron como válidas los medios de comunicación, sirvieron de patéticas excusas a la invasión de Irak, y, aunque se demostró que eran mentiras y que los que las dijeron sabían que eran mentiras, pues..nada pasó, ni se ha pedido nunca responsabilidades a esos mentirosos.

"Miente, que algo queda". Hasta ahora casi la mitad de los ciudadanos estadounidenses sigue pensando (es un decir, lo de "pensar") que S. Hussein estuvo involucrado en el atentado del 11 de septiembre, o por ignorancia o porque les inducen a pensarlo.

Y, esté demostrado o no, Siria es ahora en los cerebros "occidentales" un régimen malisimo, responsable de los asesinatos en Líbano, de parte de los problemas de Irak, una amenaza para Israel, sede y apoyo del terrorismo internacional y todo lo que queramos. En la nueva política y en el nuevo periodismo no hace falta demostrar las acusaciones, sólo hay que aceptarlas, aunque sean falsas.



En el campo de "refugiados" de Nahr el-Bared están muriendo militares libaneses, milicianos del Fatah al-Islam y población civil.
Dentro de un tiempo sabremos cuánta gente ha muerto. Pero me temo que nunca sabremos quién ha dado la orden al ejército de atacar el campo. Quizás sospechemos que la orden viene de alguien más alto que el gobierno libanés.
Quizás pensemos que hay una relación entre lo que está pasando en el campo de Trípoli y la serie de atentados que se avecina en Beirut.

Y mientras tanto las calles de la capital están desiertas por las noches y la gente se encierra en casa en cuanto acaba su trabajo.
Sólo hay patrullas militares y controles y una ciudad fantasma a la que no dejan vivir en paz.

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