28 enero 2009

¡ Ya, Hussein ¡

Impresionante comienzo de Obama: empezar a cerrar Guantánamo, empezar a decir que se van de una puta vez de Irak (ojalá fuera verdad, sabemos que se van sus soldados pero que van a seguir controlando el país). En todo caso, sorprendente, rápido, fuerte.
Bush ya es una historia triste y asquerosa, pero, por supuesto, nadie le va a pedir responsabilidades, ni a él ni a su equipo de fascistas ni a la mitad de su país, que piensa como él y que nos ha impuesto en el mundo 8 años de recorte de libertad, de violencia y de paranoia securitaria. Lo eligieron ellos pero lo hemos sufrido nosotros.

Vamos a ver si Obama se atreve con Goliat Israel (que a David no se parece en nada).
Parece que el mundo va a cambiar, y esperemos que hacia un poco más justo.
Pero mucha gente espera un cambio radical que no se va a producir, por varios motivos: porque un presidente no puede cambiar él solo un sistema y porque Obama no parece un fascista como sus predecesores pero al fin y al cabo es hijo de su peligroso país.
En sus discursos Obama habla del liderazgo mundial de los Estados Unidos y de cómo van a ayudar a todos en su labor de elegidos por Dios para desfacer entuertos.
Pero resulta que el mundo está harto de que Estados Unidos le ayude y le dé la democracia y la libertad y blablablá. Estados Unidos primero necesita urgentemente una regeneración de su democracia y una revisión profunda de sus valores. Ellos están muy enfermos: que se curen antes de sanar al mundo.
Resulta que no queremos que Obama sea nuestro presidente, puesto que no le hemos votado; que ya basta de que su país intervenga en todos los problemas –creándolos en muchísimos casos-; ya basta de que sustituya a la ONU; ya basta de que decida lo que es bueno y lo que es malo desde su fuerza bruta y su mentalidad.
Obama tiene una posibilidad de hacer algo realmente grande, sólo una: reconstruir la ONU que su país acabó de destruir y convirtió en una ONG de lujo.
El mundo no necesita iluminados materialistas e hipócritas. Estamos cansados de sus falsos héroes, de su sistema, de su “cultura”. Lo que el mundo necesita, para empezar, es una ONU fuerte y justa, limpia de vetos, de derroche y privilegios, de ineptitud; de burocracia cara y de impotencia, de dobles raseros y de hipocresía.
Una ONU que se constituya en el modelo de democracia y justicia de un mundo globalizado.
Una ONU que todos acaten y a la que todos se sometan. Empezando por Estados Unidos .
Si Obama hiciera eso demostraría su grandeza y el mundo sería mucho mejor.
Cualquier otra cosa es imperialismo menos salvaje, injusticia menos sangrante, pero no una solución.
Cualquier otra cosa es limpiar un poco la mierda pero seguir dentro del basurero.

No hay comentarios: