01 abril 2010

Los Subvencionaos.

El anuncio “Si eres legal, eres legal”, ¡qué alarde de ingenio!, ha sido votado como el peor del año.
Sí, ése que compara el hecho de bajarse pelis o música ILEGALMENTE con intentar atropellar a un niño de teta en su cochecito, rayar coches con una llave o echarle el humo del cigarro a una embarazada. Toda la gentuza junta: vándalos, piratas y fumadores.
El Ministerio y la SGAE cansan, huy cómo cansan, ay qué cansinos: primero cansan por su insistencia; segundo, por su vulgaridad; tercero, por la imagen que dan de que en realidad la cultura les importa un huevo y que a ellos lo que les gusta es el dinerito y que el que no tenga medios para ir a un concierto de Ramoncín que se joda. El Miguel Bosé, revolucionario rico, dice que cuando ve a un negro vendiendo CDs piratas tira de la manta y llama a la policía. Quizás no se ha dado cuenta de que la grandísima mayoría de la población compra un CD de Miguel Bosé precisamente –exclusivamente- porque vale 2 euros.
No hay nada que justifique que un disco valga 20 euros, excepto el enriquecimiento exacerbado, pero, eso sí, muy legal, de los comerciantes y casas de discos.
Robar un objeto no es igual que bajarse una canción de internet en programas de intercambio de música.
Los autores cobran por cada vez que una canción suya se pone en una radio o en un pub, Y cobran mucho dinero.
Cuando me compro una máquina de afeitar, la pago y es mía. Y después hago con ella lo que quiera: la presto, la vendo, la lanzo contra la pared…¿Alguien se imagina que tuviera que pagar a Philips por cada vez que me afeito?¿O sólo si me afeito en público?
Pero cuando compro un disco, no lo compro en realidad: me hacen al parecer el favor de dejármelo y puedo escucharlo en la intimidad; he comprado muy cara una cajita de plástico pero lo que hay dentro no me pertenece, ni siquiera a las musas, es propiedad exclusiva del peazoartista. Eso es vender humo. La música es aire, el objeto es mío, no lo he robado..pero no puedo prestarlo, reproducirlo, cantarlo..
Los que “piratean” música en su casa lo hacen en general para ”consumo propio”, y no tráfican con ella.
Así que ya basta de mezclar a esta gente con los que hacen negocio con el trabajo de otros: que persigan a éstos y a los demás nos dejen en paz.
Una última y sorprendente realidad: si alguien coge de internet “ilegalmente” una película de cine español y se la graba, resulta que “el delincuente” ya la ha pagado. Y 2 veces además.
La ha pagado con el canon abusivo que se aplica a los CDs vírgenes, es decir, el impuesto que considera previamente y por norma que lo hemos comprado para grabar algo ilegal…quizás.
Y la paga también con sus impuestos porque se da la circunstancia patética y triste de que el cine español está subvencionado por el Estado. Es una ruina deficitaria: son películas que se ruedan gracias al dinero público y que apenas –salvo excepciones- ve nadie.Muchas veces ni siquiera se estrenan. Si yo fuera uno de estos grandes creadores, estaría contento de ver que una persona acaba de comprar una copia pirata de mi película; y pensaría, entre orgulloso y melancólico, “ojalá le guste”. Puede que hasta incluso me acercara a él para felicitarle y, modestamente, hacerle saber que el autor de eso que lleva en el brazo es un servidor. Le invitaría a tomar una cervecita y le diría: “Mire, esta peli la he hecho con mucho amor; si le gusta, pásesela a sus amigos y familiares, que me hace ilusión que alguien vea mi obra: para eso la hice, ¿sabe?. Y total, a mí me ha salido gratis gracias al Ministerio de Cultura y a la Diputación de Albacete…”.
Al ver una película española o dársela a un amigo, estoy difundiendo el cine español, estoy dando a conocer a un artista español, aunque este artista español sea un estómago agradecido que vive del Estado y de mí y que además pretende que le vuelva a pagar comprando la película.
Si eres legal, eres legal, caradura: primero págate tú la película y luego exige,
Si hasta el cutreanuncio del Ministerio está hecho con dinero público, dinero que nadie nos pide permiso para utilizar.

3 comentarios:

Paula dijo...

Y lo peor es que a los que la dan a conocer por dos euros, en lugar de agradecérselo les pueden caer dos años de cárcel, uno por cada euro. Aún encima que no son de aquí y vienen a promocionar lo nuestro en las calles más céntricas. Si ej qué...

Anónimo dijo...

Hola, Amigo de Beirut:
Pues de esta vez ya no pasa. Voy a pedirte el favor que la próxima vez que vaya a Beirut me des un curso acelerado de cómo obtener música, películas y todo cuanto haya para obtener, a través de internet, en el Suq al Ahad, o donde sea.
Hasta pronto

Anónimo dijo...

Aupa, padre primerizo. Tus amigos europeos echan de menos tu proverbial bonhomia. Saludos de m. y j. (Hay que escribir asi por si los charlies...)