08 abril 2010

Premios Beritus de Abril.



(Los Premios Beritus designan regularmente a las instituciones o particulares que se han distinguido por el mal uso de su poder -Beritus Detritus- y por no dar el servicio que debieran –Beritus Mierdicus-).


-Se otorga el Premio Beritus Detritus a las autoridades responsables de los controles de seguridad en los aeropuertos y a sus respectivos gobiernos, por el abuso de poder que supone la imposición de quitarse los zapatos y las chaquetas antes de pasar por los arcos.

La medida no sólo es humillante y seguidista de la paranoica política estadounidense, sino que además es absurda e ilegal: absurda porque esos mismos zapatos y chaquetas iban a pasar el arco igualmente; no añade absolutamente ninguna seguridad el hecho de que pasen puestos o quitados; ilegal porque, como desveló hace unos meses el periódico “El País”, entre las normativas –secretas- que aprobó la Unión Europea no aparece la obligación de descalzarse.

Ampliamos el premio a todos los bienpensantes que se quitan sonrientes el abrigo, los zapatos y si hiciera falta –que lo hará- también los calzoncillos, porque piensan que cualquier idiotez que inventen “las autoridades” es por nuestro bien y nuestra seguridad. Gracias a ellos los siguientes pasos del control borreguil están ya en marcha: el lector de pupilas, las huellas dactilares y los “escáneres” que nos desnudan.
¿Toda esta gente obediente no se sorprende de que en las estaciones de autobuses, por ejemplo, no se apliquen las mismas medidas cuando son exactamente iguales a los aeropuertos en el sentido de aglomeración de personas, posibilidad de atentados y tránsito de maletas y cajas cerradas?


-El Premio Beritus Mierdicus se concede al servicio cultural de la Embajada de España en Beirut: a) por hacer gala en su programación de todos los tópicos de España; b) por organizar actividades dirigidas exclusivamente a los diplomáticos y a la élite de la sociedad libanesa; y c) por su complejo de inferioridad lingüístico ante el inglés.

A) La última actividad cultural (23-27 marzo) se titula “Viva España” (escrito en rojo y amarillo) y en el folleto informativo aparece, todo junto, la Alhambra, un torero, un abanico y un molino de Don Quijote. ¿Quién da más?
La actividad en sí consiste en una semana gastronómica en uno de los hoteles más lujosos de Beirut, el Phoenicia Intercontinental, con comida española, tapas, vino español y un aderezo de baile flamenco.
Sin duda que son precisamente esos tópicos, el flamenco, la paella, lo que atrae y gusta al público masivamente.
Pero quizás entre el españolismo más rancio y los conciertos de Falla y Turina con que nos suelen deleitar guitarristas clásicos con pajarita o las mesas redondas de arquitectos españoles traídos y cuidados a cuerpo de rey para demostrar a los extranjeros lo finos que somos, quizás entre ambos extremos podríamos encontrar otras maneras de difundir nuestra cultura más acordes con la realidad española actual.

B) Semanas gastronómicas en hoteles de 5 estrellas y conferencias de los embajadores…Cuando una Embajada propone estas actividades está mostrando que no quiere acercar la cultura española al pueblo libanés sino convertirla en un juego de alta sociedad, de acceso restringido para gente “selecta”. Allá ellos, pero no están cumpliendo la labor cultural que se les supone.

C) Lo más grave es que instituciones dedicadas a difundir la cultura española excluyan a la lengua española de esa difusión. La información se transmite en inglés, los folletos no son siquiera bilingües; es como si los responsables de tamaña atrocidad dieran “la batalla por perdida” y dijeran “bueno, sí, el español está muy bien pero para comunicarse con los extranjeros es el inglés”.
Deberían replantearse muy seriamente la utilidad de su labor.
Las invitaciones para el 12 de octubre nos llegan en francés: de la Embajada de España a los españoles. Muy bien. Tuvimos incluso un pretencioso embajador que daba el discurso ¡en francés! La publicidad para la actuación del flamenco Rafael Amargo estaba en inglés exclusivamente, lo mismo que el folleto para la
Semana Gastronómico-Fina.
¿Y la lengua española dónde está?
Los responsables piensan que no merece la pena ni un folleto inglés-español, aunque sea para que los libaneses vean qué aspecto tiene el español escrito; o para despertar el interés en ellos por aprender la lengua de esa cultura que les atrae.
Parecen creer los que organizan las actividades que un libanés es imbécil y que si escriben “Sábado 17” en lugar de “Saturday 17” no van a entenderlo. En fin.
Mientras esto siga así seguirá habiendo taxistas que nos preguntan: “¿Eres español? ¿Y qué lengua se habla en España?”.
Aunque no creo que esto le preocupe mucho a la embajada: a los taxistas no les van a dar el visado.

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