28 junio 2012

Serie: "¡Cómo está el patio en España! Menos mal que nos queda Sergio Ramos. 2. Unos tipos con honor (La Independencia del poder judicial).

Según un informe científico de la Universidad de Wisconsin-Spain, la justicia es lenta pero no segura y es más grave robar un jamón de patanegra de un supermercado que estafar mil millones de euros armado con una corbata y mucha gomina.
El estudio demuestra asimismo que existe una relación inversamente proporcional entre tu nivel socio-económico-político y tus posibilidades de ir a la cárcel, es decir, que los ricos no entran ni por el ojo de una aguja ni por la puerta de una celda.
Más datos interesantes: hay un 62'5% menos de posibilidades de ser condenado si eres hijo de un rey o banquero que si no lo eres.
La "justicia" ha creado igualmente unos mecanismos para proteger a los poderosos: fianzas, inmunidad política o diplomática e "interés político" (como en el caso de ETA). No se trata, como en otros países más caricaturescos aún, de tener un abogado caro que haga llorar a los bienpensantes miembros del jurado. De momento.
Teóricamente en España existe separación de los 3 poderes, legislativo, ejecutivo y judicial; pero en la práctica "en el mismo lodo todos manosiaos".
Ahora los celebros y celebras del gobierno han pensado, con la brillantez que los y las caracteriza, en el "copago en la justicia", siguiendo con la actual tendencia de que mientras los ciudadanos pagan todo 2 veces (con los impuestos y directamente) los gobernantes no pagan ni el fútbol ni los viajecitos ni los telefonos de última generación ni sus errores, y en la mayoría de los casos, ni sus delitos.
Hecha la ley, hecha la trampa, ya se sabe, y tenemos unos políticos a los que les gusta mucho hacer leyes y aún más hacer trampas. La impunidad reina y de justicia nos queda el sol.
Y no es justo.

En este panorama desolador, en este bosque de gentuza, de repente aparece una noticia sorprendente:
"4 vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) piden la dimisión de su presidente Carlos Dívar".
El tal Dívar, alias "su señoría", realizó al parecer una serie -más larga que la lista de los senadores- de viajes de fin de semana, que cargó al presupuesto del Consejo por valor de 28.000 euros. Su señorida aprecia en su justa medida los viajecitos de fin de semana, los hoteles de lujo y las cenas opíparas. Justamente como le pasa a todo el mundo. Con la diferencia de que a su señorito le parece justo que, por justicia equitativa, se lo paguemos entre todos.
Yo diría, para ser justos, que 28.000 euros es mucho dinero, que daría incluso hasta para irse de putas o putos. Pero es de justicia decir que debemos acogernos a la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario, que va a ser que no, porque en esta noticia hay gato encerrado, justamente porque en este país encerramos a los gatos y a los pelagatos, pero no a los listos que pelan los generosos presupuestos del CGPJ. Y hablando del gato encerrado, es extraño que los 4 vocales pidan la dimisión del presidente en lugar de comerse las pollas mutuamente y defenderse corporativamente con uñas, dientes y morro. Los vocales -llamémosles a, e, i y o- dicen que lo hacen "por la necesidad de recuperar la confianza de la sociedad en el sistema de justicia", humorística idea que presupone que antes de los viajes de su señoritingo, la sociedad tenía confianza en el sistema de justicia. Y como ya están lanzaos, continúan con una serie de chistes que -hay que ser justos- rebosan de chispa y gracejo: "Los hechos son incompatibles con los principios de transparencia y autoridad exigibles (que no "exigidos", matizo) a todo responsable público".
Y éste otro, ni Chiquito de la Calzada, seamos justos: piden la dimisión "con la finalidad de restituir el clima de compromiso necesario para continuar sirviendo a la sociedad". Dice "sirviendo a" y no "sirviéndose de", no seáis injustos.

Por tanto, vayamos con las presuposiciones, los hechos y la sentencia:
1. Si se pide la dimisión de Dívar es porque el Tribunal Supremo rechazó previamente la querella presentada contra él por "malversación de fondos", eufemística expresión que se utiliza cuando un rico roba dinero público.
El propio Dívar es el Presidente del Tribunal Supremo, qué casualidad, pero no creo que eso influyera, que ya se sabe que en España la justicia es igual para todos.
2. Los 4 vocales que piden la dimisión del jefe-acusado fueron "propuestos" por el PSOE, eufemística expresión que se utiliza cuando un partido político coloca a los de su cuerda en "cargos de responsabilidad".
"Cargo de responsabilidad" a su vez es una eufemística expresión que se utiliza cuando uno es nombrado a dedo para un puesto que, además de ser un chollo, no exige ninguna responsabilidad ante las decisiones que se tomen.

Por todo lo expuesto anteriormente, condenamos a su señorida:
-a seguir disfrutando toda su vida de "cargos de responsabilidad", tanto públicos como privados, y a seguir siendo "propuesto" debido a sus "méritos".
-a seguir perteneciendo el resto de su vida a la élite de privilegiados abnegados cuya vocación es servir al pueblo desde un palacio.
-como mucho, a dimitir, muy digno él, asegurando que lo hace por la honestidad que le caracteriza y por "responsabilidad" o alguna mamonada similar.
-y por supuesto lo condenamos a no devolver el dinero y a no recibir ningún tipo de castigo, multa o condena.
Hemos dicho. Se levanta la sesión, que casi es fin de semana y su señoría tiene que viajar.
Y los vocales también.

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