03 noviembre 2012

El Estado del Bienrobar.

Nos están engañando, nos están robando, privándonos de nuestros derechos, de nuestra libertad.
Cada día, con mentiras, desde su mierda de legalidad, que no es democracia pero es legal porque ellos han decidido que sea legal.
Chomsky lo llama "Crear problemas, después ofrecer soluciones" y es una de las principales "estrategias de manipulación mediática", es decir, de engaño del sistema al ciudadano a través de unos medios de comunicación al servicio de los poderosos. Uno de los ejemplos que pone Chomsky es precisamente éste: "Crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos".
Es exactamente lo que está ocurriendo en España, en Grecia y en todo el mundo.
Para hacernos comulgar con ruedas de molino se utiliza otra de las estrategias que cita Chomsky, a saber, aprovecharse de nuestra ignorancia en cuestiones económicas y en todo en general, y mantener esa ignorancia.
Si con esto no es suficiente, siempre quedan las medidas represivas, la violencia de estado, criminalizar las protestas; reducir, en fin, al inconformista, por las buenas o por las malas.

"Crear una crisis". ¿Alguien duda de que esta crisis es un montaje? Eso dicen muchos expertos; para el profano la película fue más o menos así: "Érase una vez, en Estados Unidos -¡oh, qué sorpresa!-, unos bancos que daban unas hipotecas basura a gente que luego no podía pagarlas -¡oh, qué extraño, con lo listos que son los bancos!-. Y luego pusieron los anuncios, nos fuimos a mear, y creo que nos perdimos algo de la puta peli yanqui porque cuando volvimos resulta que ya los países eran pobres muy pobres y no tenían nada de dinero, pero nada, oiga, y entonces tenían que bajarnos el sueldo , privarnos de los derechos adquiridos durante décadas, joder el sistema público de salud, la enseñanza gratuita, las ayudas sociales, las pagas extra y un larguísimo etcétera que continúa, porque esta burda película tiene varias partes.
Resultaba además que los bancos estaban arruinados y que, como eran "un pilar de nuestra economía", el dinero que se robaba a la gente había que destinarlo a salvar el culo y la gomina y la caspa de los banqueros.
Una película mal hecha y además inmoral, lo contrario de Robin Hood: aquí se roba a los pobres para repartirlo entre los ricos.
En la versión española del filme los que se encargaban de hacer el trabajo (=the work) eran los superhéroes socialistas, unos mediocres aprendices que no sabían ni manejar sus superpoderes; así que en la 2ª parte aparecieron "los profesionales", "los hombres de azul del PP", dispuestos a todo y con carta blanca para actuar. Su única debilidad era que mentían mucho (pero eso no es grave, todos lo hacen y además es por nuestro bien). Y aquí los tenemos, han venido para quedarse y se encargan de salvarnos desde su planeta llamado Neoliberalismo, un planeta muy rico, eso sí, pero con la riqueza muy mal repartida; un planeta lleno de basura y con un aire irrespirable mezcla de vela de iglesia, dinero sucio y codicia.

Otros dicen que no, que aquí no hay película ni nada raro, que los políticos hacen lo que pueden y que lo que pasa es sólo efecto de los riesgos de los mercados y de la coyuntura y de los vaivenes de la economía; y entonces no hay más remedio que aplicar "medidas dolorosas" y recortes en todos los sentidos.
Veeenga, vamos a creerlo. Pero entonces me surgen unas dudas, que agradecería que alguien me respondiera:
-Si lo que se quiere es ahorrar dinero y reducir el gasto público -labor muy loable, por cierto-, ¿por qué se hace desde abajo, con las minucias, y no desde arriba?
-¿Con qué lógica y con qué moral se ayuda a los culpables de la crisis y se castiga a los perjudicados por ella?
-¿Cómo vamos a creer en la buena voluntad de un gobierno que recorta en las fotocopias en lugar de eliminar el Senado o los palacios de los Embajadores de España?
-¿Qué legitimidad democrática tiene un gobierno que llega al poder con unas promesas que después incumple? La respuesta a esta pregunta sí me la sé: "ninguna".
-¿Qué independencia y qué intenciones tiene un gobierno que hipoteca nuestro futuro y el de nuestros hijos para salvar a un puto banco de mierda? Lo justo hubiera sido cerrar el antro de usureros, eso sí, asegurándose previamente de que devuelven hasta el último euro a todos los clientes; se acepta el pago de sus deudas por medio de los pisos que acumulan gracias a la estafa de sus abusivas hipotecas.
En segundo lugar un gobierno honesto llevaría a juicio a esos mismos banqueros por "atentado contra el estado del bienestar y por desequilibrar la economía española".
Y en tercer lugar, se aseguraría con leyes justas y estrictas de que los bancos no puedan imponer condiciones de usura, ni tener beneficios exorbitados.

Pero, no, la idea es eliminar justo lo mejor que tenía España: unas condiciones laborales más o menos aceptables, una sanidad pública, una escuela gratuita, unos servicios públicos de garantía; que no son regalados sino pagados por nosotros. Y que constituyen exactamente lo básico en una sociedad con valores democráticos.
Esa gente no nos representa, nos avergüenza; han sido votados pero trabajan para otros.

1 comentario:

david xavier dijo...

Simplement: chapeau!