30 abril 2014

Serie: La sangre se te vuelve azul de no hacer nada. 4. Dos versiones de una triste historia.

-Versión A: "La vida de adulto independiente de Froilán".
"Felipe Juan Froilán Marichalar, hijo de la infanta Elena, tiene a sus guardaespaldas preocupados. El nieto mayor de los Reyes está a punto de cumplir 16 años y tiene una vida social tan agitada que casi no pasa tiempo en casa. Los encargados de su seguridad no tienen más remedio que perseguirlo.
La mayor preocupación de Froilán en este momento de su vida es pasar todo el tiempo posible junto a sus amigos. De hecho sus resultados académicos no han sido buenos debido a sus frecuentes salidas y a la gran cantidad de tiempo que pasa en la calle.
Froilán vive solo en un ático de 450 m2 muy cerca del Parque del Retiro y de su colegio. El adolescente pasó una temporada internado en un centro de estudios de Londres debido a sus malos resultados académicos. Cuando volvió a Madrid  en 2011 se trasladó al ático propiedad de su madre, donde cuenta con un servicio doméstico propio y varios miembros de seguridad. Pero parece que la amplia casa no le llama la atención.
Además del rugby, a Froilán le apasionan la vela y el esquí. En alguna ocasión los monitores le han tenido que llamar la atención por lanzarse por las pistas con demasiada osadía. Sigue siendo un niño conflictivo: peleas con sus primos, conflictos constantes con algunos de sus amigos; se ha enfrentado con los fotógrafos, agresiones a sus primos, se le ha visto discutir acaloradamente con su hermana Victoria Federica...
Trabajó durante varios meses como relaciones públicas de la discoteca Joy Eslava".

-El artículo anterior está escrito en "español imbécil", que es la variante dialectal que utilizan algunas revistas para intentar hacer pasar por interesantes y admirables a ciertos personajillos pijos cuya utilidad para la sociedad es igual a cero. Como no toda la gente entiende el español imbécil, me permito traducirlo al español real:
Versión B: La vidorra de un pijo.
El nieto del rey -cuya principal característica en la vida es ser nieto del rey- no sólo tiene preocupados a sus guardaespaldas sino a muchos españoles, que se preguntan por qué se tira el dinero público para que unos profesionales caros pierdan el tiempo siguiendo a un niñato malcriado y pretencioso.
Puede que sus resultados académicos no sean buenos "debido a sus frecuentes salidas". Pero también puede ser que el pijito no sea un lumbreras. Lo que sí es seguro es que poca motivación para estudiar puede tener alguien que con 15 años vive en un ático de 450 m2 con sirvientes y matones. Probablemente el muchacho ya sabe que en todo caso acabará con un máster de alguna "prestigiosa universidad" estadounidense, una alta graduación militar, docenas de condecoraciones y medallitas, varios títulos nobiliarios, siendo miembro de algunos consejos de administración, propietario de casas y palacios y cumpliendo "importantes labores al servicio de su país". Yo en su caso tampoco me preocuparía mucho de las notas -aunque muy malas deben de ser para que un profesor se atreva a suspender al nieto del rey-; yo en su lugar puede también que me creyera muy importante y actuara como un chulito. Tampoco me impresionaría el ático de 450 m2 si lo comparara con los palacios del abuelito; ático que yo nunca tendré, porque trabajo y porque, gracias a Dios, no soy nieto de rey sino algo muchísimo más digno, hijo de obrero.

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