26 febrero 2007

Ego te absolvo.

- Ave María purísima.

- Sin pecado concebidísima.

- Padre, confieso que he pecado.

- Cuéntame, hijo mío.

- Padre, he pecado venial y mortalmente, de pensamiento, palabra, obra y omisión.
He cometido actos impuros, padre.
Padre, tengo gula, lujuria, pereza, soberbia, ira y envidia.
Lo tengo todo menos la avaricia.

- Algo es algo, hijo mío, así al menos dejarás una limosna en el cepillo cuando salgas.

- Padre, pienso que si Dios existe, el nuestro debe de ser el mismo que el de los otros, aunque se llamen de otra forma. Y si no existe, el nuestro es tan falso como los otros.
Si existe, creo que puedo hablar directamente con él.
Padre, me parece que lo más interesante de una iglesia es el fresquito que hace dentro en verano, y su estética y su silencio y que puedes meditar allí.
Padre, creo que las misas son muy aburridas y que repetimos frases como papagayos.
Padre, creo que dos personas que se quieren despertar juntas cada mañana no necesitan que usted les dé el permiso.
Padre, no creo en el proselitismo, ni en las cruzadas, ni en matar en nombre de Dios.
Padre, creo que los libros, hasta los más bellos, los han escrito personas.
Padre, no entiendo que nazcamos todos con un pecado porque Adán se comió una manzana, con lo buenas que son las manzanas, que una al día aleja al médico de tu casa.
A quien sí entiendo es a Adán.
Padre, me parece antinatural que usted no tenga una vida sexual, que renuncie al placer.
Padre, creo en el placer.
Aunque creo, padre, que usted sí tiene una vida sexual, que además le hace sentirse culpable.
Padre, ¿le estoy aburriendo?

- Me estás escandalizando...sigue, hijo. ¡ Ave María purísima !

- Por cierto, padre, creo que todo el mndo es concebido sin pecado.
Padre, creo que, de lo que dijo e hizo Jesús, a ustedes, hay un abismo.
Padre, no creo en las jerarquías, ni en las religiosas ni en ninguna.
Padre, creo que el Papa no es infalible.
Padre, conocí a un hombre muy rico una vez. Era muy creyente. Me alquiló una casa e intentó engañarme y sudaba cuando veía los dólares. Y no entendí que al día siguiente fuera a comulgar.
Padre, creo que hay un montón de presidentes en el mundo que, precisamente porque creen en Dios, deberían saber que van a ir al infierno.
Padre, creo en la ética y en la estética y no en los dogmas.
Padre, ¿no se ha dado cuenta de que Jesús no consiguió destruir las cuevas de los mercaderes?
Padre, pienso que "semen retentibus venenum est".
Padre, pienso que el mundo está lleno de milagros, y no necesitan certificación; que cada cosa que no entendemos y nos sorprende es un milagro. Y creo que Dios son esos milagros.
Padre, creo que la gente de mi país cree en el dios de mi país porque nacieron en el mismo país que Isabel y Fernando, tanto monta monta tanto.
Que es una casualidad.
Padre, no creo en los conversos, ni en los que cambian de Dios ni en los que cambian de equipo o de ideas o de chaqueta.
Padre, no creo en los pueblos elegidos; me parece que Dios no elige a nadie porque, si existe, todos somos hijos de Dios.
Padre, si yo fuera Dios sería un dios muy imperfecto porque ésa es mi naturaleza, y entonces elegiría... y elegiría precisamente a los pueblos que no se sienten elegidos.
Padre, no creo en los que tiran la primera piedra, ni en los que tiran piedras.
Padre, no comprendo que en el billete de dólar se aluda a Dios ("In God we trust"). Eso sí que es un pecado. Porque es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que que un rico entre en el Reino de los Cielos. Padre, no entiendo que los ricos creyentes no comprendan que pueden comprar bulas en la tierra pero que los camellos no caben por ahí, que los camellos son muy grandes, hombre.
Padre, creo en la Madre Teresa pero no en Lady Di.
Padre, creo que, si hay cielo, los perros deben tener sitio en él, aunque no puedan entrar en las tiendas.
Padre, creo que está bien si Dios creó al hombre.
Y creo que está bien si el hombre creó a Dios.
Lo que no está bien es creer que mi Dios es el verdadero y los otros no.
Padre, no entiendo que las iglesias estén cerradas por la noche y no puedan dormir en ellas los que no tienen casa.
Y lo más grave, padre, creo que no iré al infierno por nada de lo que le acabo de decir.
Padre...amen.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido amigo:
después de leer este artículo sólo me queda decirte que si todos pensáramos como tú, todos seríamos mejores, tendríamos un sólo Dios, y anularíamos las guerras, no pelearíamos por defender el nuestro, por que el de “ellos” es malo
Todos tendríamos cobijo, todos disfrutaríamos de la vida y la tierra sería el paraíso.

Pero desgraciadamente como tu pensamiento no es el de todos,
el rico avaricioso seguirá usurpando
el rico religioso seguirá comulgando
el pobre seguirá pidiendo
el pobre seguirá luchando
y el padre seguirá perdonando al rico y castigando al pobre porque no pide perdón, perdón de qué...?.

Gracias Fran.
Marina

Anónimo dijo...

Despues de leer lo de Marina, me acuerdo de lo que decia alguien al que queria :

- Los viejos ricos son viejos
- Los jovenes ricos son ricos
- Los viejos pobres son pobres
- Los jovenes pobres son jovenes

E.