Es un viaje la vida.
Nunca pudo ir muy rápido. Ni con la bici que aprendió a montar con 18 años, siempre en línea recta porque un día se cayó y aquí acabó su historia; y aquel día aún no había aprendido a dar las curvas.
Tampoco con el coche llegó muy lejos, no fue el destino comprar aquél de tercera mano sino más bien irse lejos pero a pie. Y pasó el tiempo y olvidó cuál era el freno y cuál el acelerador, y para entonces ya había decidido que el viaje era andar.
Y que el viaje era cíclico, de aquí a aquí pasando por ninguna parte y llegando a todas.
(Fotos: Quqi San / Texto: Alicatillo).
4 comentarios:
Y todo sigue... Con su tran tran habitual...
¿por qué no pones un enlace a seguidores? así nos sería más fácil estar al día de las actualizaciones. gracias!
Precioso.
Pues aquí va el inolvidable adagio chino que dice: "El ausente se marcha cada día".
Hazle caso a Nachito. Un 'feed-cuál' de esos nos pone a la parroquia en misa y repicando. Abrazos.
SHAKAWY
Publicar un comentario