14 agosto 2006

¿Qué es eso del antisemitismo?

"Semita", según el diccionario Larousse, significa "que pertenece a un conjunto de pueblos de Oriente Medio que hablan o hablaron en la Antigüedad lenguas semíticas (Acadios, Amorritas, Arameos, Fenicios, Arabes, Hebreos, Etiopes).
Según esto, un sirio es semita y un palestino también; y lo mismo un libanés (sea árabe, fenicio, o mezcla de diversos pueblos).
Un judío israelí originario de Ucrania, Rusia, Estados Unidos, Francia, etc (es decir, una gran parte de la población israelí) no es semita.
Por lo tanto vamos a dejar de manipular el lenguaje: el antisemitismo no existe en el sentido que se da a esa palabra.
Si de lo que hablamos es de la gente que odia o rechaza a los judíos, así en conjunto, en cualquier país y momento y por el simple hecho de ser judíos, entonces hablaremos de "antijudío" o "judeofobo".
Aquí también se da una tremenda manipulación de los términos, porque judeofobo no tiene nada que ver con "antisionista" ni tampoco con "israelofobo".
Hay judíos, desgraciadamente no muchos, que son antisionistas. Para ellos, el sionismo es una monstruosidad en lo que tiene de victimista, de agresivo, de ultranacionalista y de racista.
En cuanto a los judeofobos, ¿quiénes son?
Evidentemente no son los que critican a Israel por su política o por sus actos.
Se trata más bien de movimientos minoritarios neonazis, ultraderechistas, en cuyo inconsciente colectivo ha permanecido una imagen distorsionada y negativa de los judíos, desde la época de la Inquisición en España o desde la Alemania nazi.
Repito, son una minoría y marginalizada.
Y en ningún caso se trata de musulmanes, sino más bien de ultracatólicos (del tipo, por ejemplo, de los que dicen que los judíos mataron a Jesucristo).
Sí existen, por el contrario, muchos antisionistas e israelofobos. Estos dos conceptos en principio no deberían ser sinónimos puesto que hay sionistas fuera de Israel. Pero resulta que Israel se define a sí mismo como un Estado Sionista y también como un Estado Judío, creando toda una tergiversación y asimilación de todos estos términos.
Hay árabes israelíes, de religión musulmana o cristiana, que, evidentemente, no son ni judíos ni sionistas.
En la estrategia victimista israelí, cuando se critica a Israel se está atacando a todos los judíos del mundo, lo cual es falso y demuestra una mala fe considerable;
La gran mayoría de los antisionistas no tiene nada contra los judíos, ni consideran que ser judío sea peor que ser cristiano, musulmán o budista.
Así que aclaremos de una vez las cosas: a Israel se le critica simplemente porque es muy criticable, porque hace cosas terribles que no se le permitirían a ningún otro país del mundo.
Y los que crean esa amalgama entre judío, sionista e israelí son ellos mismos.
A los judíos se les respeta (ni más ni menos que a cualquier otra persona, porque no son ni más ni menos que cualquier otra persona).
Si Israel quiere ser respetado debería en primer lugar cambiar su actitud; no confundir el apoyo de las superpotencias con la justicia. Israel no es ningún pueblo elegido: todos somos pueblos elegidos porque todos somos iguales. Israel debería saber que el orgullo y la prepotencia no llevan a nada bueno. Y olvidarse ya de su victimismo agresivo: los sufrimientos pasados por un pueblo no justifican en absoluto los crímenes presentes contra otros pueblos.
Que Israel tenga impunidad no significa que tenga razón y si quiere vivir en paz tendrá que empezar por devolver lo que ha robado a los demás y por cumplir con sus obligaciones internacionales y sobre todo éticas, y dejar de agredir con la eterna excusa de que es agredido.
Y ser consciente de que su política y su actitud hacen de él uno de los países más odiados del mundo.
Ante esto hay dos opciones:
- la que tiene normalmente: "somos mejores y por eso nos odian",
- o la que llevaría a la paz en Oriente Medio: hacer un examen de conciencia y, con humildad y objetividad, plantearse qué es lo que están haciendo mal y dejar de hacerlo.

Y los judíos de otros países, quizás si dejaran de justificar lo injustificable, evitarían la confusión que pueda haber entre judío y sionista.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sí señó, desbrozas bien el terruño para poder sembrarlo de esperanza y jazmín. Pero el problema, creo, es que ese entrelazado del que hablas y la consecuente asimilación absurda de términos es una estrategia muy planificada. Estilo Goebbels. Decimos "hay confusión" y hacemos por aclarar qué es semita, lo explicamos. Y al día siguiente te encuentras de nuevo que llaman antisemita a un árabe por cualquier razón. Los judíos no tienen fama de tontos, ni de ser torpes para entender, sin embargo siguen saltando siempre con el mismo calificativo; antisemita. Tanto es así que aburre ya, incluso BirnBaum, que es judío, se quejaba de que cada vez que discrepaba de los planes de Israel lo llamaban antisemita. Y es que tú, o Birnbaum - como la mayoría de la gente- buscáis que la gente se entienda, mientras que los sionistas quieren confundir, mentir, engañar.
Por una razón, y es que no pueden desenmascarar abiertamente su plan criminal, excluyente y expansionista, contrario a toda lógica. Entonces juegan su victimismo y justifican sus matanzas en el horror del holocausto. Y para poder justificar la matanzas de Qana con el holocausto que padecieron y hacer que las víctimas sean criminales y al revés, pues hay que cambiar el significado de las palabras y mentir porque ahora los nazis son ellos.
Una última cosa, ya para cerrar, los antisemitas de cuando el caso Dreyfus y las dos primeras guerras mundiales eran, principalmente, burgueses, militares, propietarios de medios de producción, etc y los intelectuales, como Zola, los que defendían a los judíos. Y esa misma palabra, hoy, ha pasado a significar totalmente lo contrario, los intelectuales, saramago etc, son los antisemitas y los poderes fácticos no dejan de entenderse con Israel.
Yo estoy con los judíos del holocausto de hace 50 años, y con los árabes de Gaza y el Líbano hoy.
Un saludo a todos