02 agosto 2006

Yo no soy occidental.

Según la tesis "oficial", están "ellos", que son bárbaros y fanáticos, que tienen unos valores incompatibles con la democracia y el progreso, y que, además, quieren destruir nuestro modo de vida, nuestros valores, que son los buenos.
Y estamos "nosotros", con un modo de civilización superior, que tenemos que defendernos de esa amenaza, sea como sea.
Porque, dice la tesis, existe un choque entre estas dos "civilizaciones", choque inevitable cuando "nosotros" tenemos la razón y con "ellos" no merece la pena ni hablar, es imposible. Se trata de obligarles a ser como "nosotros" para poder sobrevivir "nosotros" y porque es mejor para "ellos", aunque "ellos" no lo saben.

"Ellos" son Irak, Líbano, Siria, Afganistán, Palestina, Corea del Norte, Cuba...
A la mayoría les une su religión, que es peor que las de "nosotros", o su falta de religión, su ateismo, que también atenta contra nuestros valores judeo-cristianos.
Algunos países "bárbaros" pueden ser tolerados si aceptan "colaborar" con los "buenos". Es el caso de Egipto, Jordania, Arabia Saudí. Están muy lejos del buen camino pero, vale, les hemos dejado claro lo que tienen que hacer.

"Nosotros" somos aparentemente muy variados: Noruega, Israel, Alemania, Estados Unidos, hasta Japón... Pertenecemos a la gran "civilización occidental".
Cuesta creer que seamos una misma civilización pero lo somos porque nos unen 3 ó 4 "super-valores"; quizás nuestras mentalidades son opuestas, quizás algunos desprecian a la ONU y otros creen en ella; quizás algunos tienen democracia pero se la niegan a los demás; quizás unos hacen lo contrario de lo que dicen; quizás...

Pero lo más importante es lo que nos une, los supervalores: nuestros dioses son los buenos y además justifican la guerra y la destrucción; somos ricos y eso es otro supervalor, el dólar es otro de nuestros dioses.
Nos unen también la hipocresía y el sentimiento de superioridad. Y nuestra intolerancia lógica: "somos mejores, así que o te haces como nosotros o nos sentiremos agredidos. Y eso no lo podemos permitir; porque también somos más fuertes".

Lo siento, no trago, no creo en vosotros, en vuestra civilización tan extraña, floreciente en lo material pero moralmente degenerada.
Cuando decís "occidental" queréis decir "anglosajón y asimilados".
Pero yo no soy anglosajón, estoy muy lejos; y no quiero serlo porque estoy en el error, lo sé. No soporto vuestra mentalidad, vuestra cultura me parece mediocre y vacía, estáis llevando al mundo a ser lo contrario de lo que me gustaría.

Pertenezco a la civilización greco-latina, formo parte de la cultura mediterránea, soy hispano, soy árabe, soy judío (y, como judío, Israel me da vergüenza), soy español, soy europeo.
Pero no soy "occidental", porque no soy de los vuestros.
Hay un choque entre vuestra "civilización" y la mía.

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